Al Real Valladolid se le atraganta el balón
El equipo de Almada sólo ha ganado los partidos en que ha tenido menos posesión que sus rivales
«Nos cuesta cuando tenemos el balón», admitió Stanko Juric durante su comparecencia del pasado miércoles. El mediocentro croata verbalizó en la sala de ... prensa de Zorrilla uno de los grandes males que afectan al equipo de Guillermo Almada en este primer tramo de competición. La pelota supone un problema para el Real Valladolid, un equipo que se siente más cómodo entregando al balón a los rivales para desplegar una presión asfixiante que permita robos cercanos al área contraria. Sin embargo, los contrincantes han encontrado la fórmula para contrarrestar este planteamiento que permitió al Pucela empezar como un tiro, con dos victorias en las dos primeras jornadas. El recurso resulta evidente: que sea el conjunto blanquivioleta el que disponga de la posesión a ver si es capaz de generar acciones de ataque que cristalicen en gol. Y, de momento, el conjunto de Almada no pasa el examen.
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El enunciado resulta claro: cuanto más balón acapara el Real Valladolid, peor salen las cosas para el Pucela. Todos los triunfos se han gestado cuando los rivales han hecho circular más tiempo la pelota. En cambio, cuando los chicos de Almada se han visto con porcentajes de posesión superiores al 60% han llegado las primeras derrotas del curso. La victoria ante la AD Ceuta de la primera jornada con un contundente 3-0 se gestó con un porcentaje del 42% con la pelota en poder de los blanquivioleta. El Real Valladolid se desmelenó arriba, con 16 tiros totales intentados (14 dentro del área) y nueve a portería. El hecho de jugar como local ante un recién ascendido no supuso un obstáculo para que el cuadro de Almada renunciase a liderar la posesión.
Con la misma fórmula de apartarse de la pelota, el Real Valladolid tumbó al Castellón en la segunda jornada, con el porcentaje más bajo en las siete jornadas disputadas hasta ahora: sólo un 38% con el balón en su poder. El único triunfo blanquivioleta a domicilio en este lapso llegó con números parejos en ataque con los valencianos (11 tiros totales del Castellón por 10 del Pucela, con cuatro a puerta por cada escuadra), pero con más ocasiones claras para los visitantes, en los que brilló también el portero Guilherme Fernandes, clave para amarrar la victoria.
Los dos empates del Real Valladolid, ante Córdoba en Zorrilla y frente al Real Zaragoza en La Romareda, se produjeron con bandas de posesión ligeramente superiores al 50%, concretamente del 54% para los vallisoletanos en los dos encuentros. Con el balón repartido entre los contendientes, el Pucela no pudo pasar de un 0-0 como local frente a los andaluces y sacó un punto en el 1-1 con la camiseta visitante, una vez que Víctor Meseguer enmendó con un gran gol la pifia que costó el tanto del conjunto maño.
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La alegría ante el Almería también se horneó con una receta poco esferificada. El equipo de Guillermo Almada dejó que la UD Almería se encargase de llevar el peso del juego en Zorrilla en la quinta jornada, en la que el Pucela sólo amasó un 40% de posesión del balón. Como el cuadro blanquivioleta se mueve bien en este terreno de ver la pelota en las botas rivales, acabó imponiendo su ley en un partido que por momentos pareció tener un desenlace incierto pero que finalizó con un festivo 3-1 en un duelo de gallos de LaLiga Hypermotion.
La incipiente crisis de resultados actual (dos derrotas en los dos últimos partidos) supone la constatación del atragantamiento del Real Valladolid con el esférico. El Albacete le dio todo el carrete posible para que el cuadro pucelano alcanzase un 63% de posesión, un dato contraproducente para un equipo que prefiere esperar para asestar los zarpazos. Los futbolistas de Almada malgastaron sus balas y el conjunto castellano-manchego mostró más punción para asestar el 2-0 final y mandar al Pucela a su primera sesión en el diván.
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A la derrota en el Carlos Belmonte ha seguido otra más preocupante en Zorrilla frente a la Cultural Leonesa (0-1), en un partido en el que quedó patente la impotencia blanquivioleta con la pelota. El hecho de que el cuadro leonés se adelantara a los cinco minutos de comenzar el partido sirvió para exacerbar la posesión del Pucela, que alcanzó un porcentaje nunca visto con Almada (69%). Fue la Cultural la que renunció de manera deliberada a disponer del balón (con la consigna de parar el juego todo lo posible) y el Real Valladolid acabó sucumbiendo por abundancia esférica. La posición media de los jugadores vistantes durante el choque muestra a todos en campo propio durante la mayoría del choque (excepto al delantero Rubén Sobrino y a su suplente Manu Justo). El Pucela ejecutó 18 tiros totales, pero sólo uno a portería, y la Cultural acabó pegando la campanada en el debut de José Ángel 'Cuco' Ziganda en el banquillo.
El reto para el Real Valladolid pasa por afinar su puntería, pero, especialmente, aprender a desenvolverse con balón para evitar que los rivales sigan ganándole con el arma de concederle la pelota, como ya han ejecutado con éxito Albacete Balompié y Cultural Leonesa.
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