El Real Valladolid pierde en Albacete el partido que debió perder semanas atrás
De nuevo con una mala puesta en escena, el equipo de Almada encaja la primera derrota del campeonato, esta vez sin capacidad de reacción
Hay derrotas más o menos dolorosas, unas por inesperadas, otras por repentinas, y también las hay que pueden resultar hasta balsámicas si la consecuencia acelera ... ciertos procesos de introspección. La sufrida en Albacete, primera del campeonato, asomó la patita antes, incluso, de producirse. Los manchegos recogieron lo sembrado semanas atrás por un Real Valladolid que, a su desconcierto en la primera parte, sumó por primera vez su nula capacidad de reacción. Si hasta la fecha desde el banquillo se habían encontrado argumentos para voltear situaciones incómodas, esta vez la varita no ofreció soluciones. Tampoco acompañó el físico, fiel aliado en jornadas precedentes, y en esta ocasión fue el Albacete -sin victorias hasta este fin de semana- quien cerró mejor el partido, agarrado a un marcador favorable pero también a una idea mucho más clara de lo que tenía que hacer.
La meritocracia sonrió esta vez al Albacete, en un partido que dejó deberes al Real Valladolid. Si la patrona lo permitió hace una semana, esta vez San Mateo no dio de paso que el Pucela sumara sin hacer más méritos que el rival. No debe suponer ningún drama perder por primera vez tras seis jornadas [el promedio equivaldría a siete derrotas a final de curso, que son las que encajó hace un año el Levante para ascender], y sí un primer aviso y toque de atención para un plantel que no debe desandar el camino ya hecho.
Albacete
Lizoain; Gámez (Javi Moreno, minuto 71), Pepe, Vallejo, Neva; Riki, Meléndez (Villar, minuto 46), Puertas (Aguado, minuto 80), Jogo (Morcillo, minuto 71), Medina y Jefté (Lazo, minuto 77).
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Real Valladolid
Guilherme; Iván Alejo (Trilli, minuto 69), Tomeo, David Torres, Guille Bueno (Garri, minuto 77); Juric, Meseguer (Lachuer, minuto 64), Amath (Federico, minuto 46), Biuk, Ponceau (Arnu, minuto 64) y Latasa.
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Árbitro: Saúl Ais, del comité valenciano. Amonestó a Meléndez y Gámez por los locales, y a Juric y Tomeo por los visitantes.
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Goles: 1-0 (minuto 60): Meléndez. 2-0 (minuto 90): Lazo.
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Incidencias: Sexta jornada de la Liga Hypermotion, disputado en el estadio Carlos Belmonte ante 11.013 espectadores.
Si un poso de preocupación dejó la última victoria ante el Almería, la culpa la tuvo su mala puesta en escena y una deficiente primera parte que bien pudo dejar en imposible los tres puntos. No lo fue entonces, gracias a la responsabilidad compartida por Guilherme y la sala VOR, y ese poso volvió a asomar este domingo en el Carlos Belmonte, donde el Real Valladolid empleó más de 38 minutos en sacudirse la legaña vespertina. Traducido a lo futbolístico, el equipo blanquivioleta tiró por la alcantarilla el 40% del partido antes siquiera de presentar credenciales.
En ese tramo, el Albacete aprovechó la concesión para, primero hacerse con el control, y poco después crecerse en sus posibilidades para encadenar tres acciones de mérito que, en circunstancias normales, le hubieran dado ventaja en el marcador. Sin embargo la circunstancia anómala este curso en el Real Valladolid con respecto a los últimos años apunta a la portería, y a un Guilherme Fernandes que sigue sumando puntos para el equipo blanquivioleta. Esta vez, como hace siete días, los sumó en una primera parte fastuosa, interviniendo de forma trascendental para evitar la celebración de los manchegos. Evitó la fiesta local hasta en tres ocasiones en un espacio de 17 minutos (los que van del 17 al 34), y cada una de diferente factura, demostrando que el porterazo que luce este año el Pucela se defiende en todo tipo de registros.
En la primera sacó una mano providencial a disparo cruzado de Agus Medina dentro del área; en la segunda tiró de reflejos para atajar un remate de espuela de Puertas; y en la tercera, su instinto le sirvió para frenar un mano a mano con Agus Medina tras un control del mediocentro catalán dentro del área que era medio gol. Hasta ese instante, el Alba logró acular al Pucela en su campo a golpe de fútbol, sensatez en el medio campo, y una orden de volcar juego por su banda izquierda, la de Alejo. Al extremo vallisoletano le tocó ser más lateral que nunca, achicando agua casi sin respiro durante toda la primera parte. Paradójicamente, la única vez que dejó atrás la cueva llevó peligro a la portería local con un centro medido a la cabeza de Meseguer que salvó Lizoain, más por demérito en el remate que por acierto propio.
Poco antes Biuk había sacudido el polvo al dominio local con una cabalgada en línea recta hacia el portero que pinchó en su definición.
Lo que parecía una cambio de tendencia, agravado por un disparo frustrado de Meseguer en el primer minuto de la reanudación, se iba a quedar en amago. El Alba, exigido por la clasificación, volvió a dar un paso al frente para retomar las riendas y recortar distancias con su primer triunfo. Había hecho méritos sobrados en la primera parte, y lo hizo Puerta con un disparo tras recorte que se fue al palo. Otro aviso que no supo canalizar el equipo de Almada, que tres minutos después iba a encajar en una acción impropia de esta temporada, en un balón que llegó limpio al área sin que nadie frenara la internada de Riki, y tampoco su pase de gol a Medina.
Con el 1-0 en el marcador tocaba agitar el árbol, y Almada optó por volver a su esquema original de pretemporada con dos delanteros en campo (Latasa y Arnu), y Lachuer (por Meseguer) para sostener el centro del campo. No hubo respuestas, ni en el sistema ni en los cambios, y el partido fue agonizando en el terreno que tanto ha sorprendido a Almada desde su llegada al fútbol español: el de las constantes interrupciones del juego. Esta vez promovidos por el Albacete, los parones favorecieron el caos y un juego más insulso si cabe que acabaría sonriendo al anfitrión, primero por un disparo de Morcillo al larguero y ya en el minuto 90, con el segundo gol en una acción impropia de este Pucela de Almada.
Lazo, escorado, recoge un balón fuera del área y sortea a los dos centrales, primero a Tomeo y después a David Torres, antes de rematar a un metro escaso de Guilherme, certificando la primera victoria del Alba en el presente curso. También la primera derrota del Real Valladolid, ésa que debió llegar semanas atrás y que retrasó el periodo de reflexión que ahora inicia el técnico.
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