Valladolid
Vallas y bloques de hormigón cierran las callejuelas recién bautizadas de Farnesio al mes de su aperturaLa medida intenta frenar el vandalismo y el riesgo de caídas de cascotes de los centenarios edificios abandonados del cuartel a la espera de la rehabilitación de cuatro de sus barracones para viviendas
Fue una apertura efímera fruto, a la vista de lo sucedido, más de un descuido que de una medida intencionada. Así lo muestran a las ... claras las vallas de obra y los bloques de hormigón que cierran de nuevo las callejuelas del entramado urbano que serpentea entre los catalogados edificios del antiguo cuartel Conde Ansúrez apenas un mes después de ser bautizadas y de su apertura al tránsito peatonal y de vehículos. Aquello ocurrió a raíz de la inauguración de la Escuela Superior de Diseño (ESI), cuyos trabajadores y alumnos estrenaron al inicio del curso escolar su sede en el único inmueble rehabilitado por el momento del viejo complejo militar, el antiguo taller situado en la esquina de las calles General Shelly y Bartolomé de las Casas.
Las vallas de dos de sus accesos, un pasadizo exclusivamente peatonal desde General Shelly y otro para vehículos y viandantes del lado de Bartolomé de las Casas, se retiraron cuando la escuela, con entrada por el interior del cuartel, abrió sus puertas. Y a continuación se quitaron las vallas de obra que cerraban la entrada a las calles que parten tanto desde la fachada principal de la academia hacia el urbanizado (desde hace quince meses) interior del cuartel tanto desde Bartolomé de las Casas como desde General Shelly e, incluso, desde el paseo del Arco de Ladrillo, las tres grandes vías que rodean las cuatro hectáreas de terreno del más que centenario cuartel de Caballería, popularmente conocido como Farnesio, que cierra por el extremo sur la calle Transición.
El callejero oficial ya recoge la distribución de los nombres dedicados a los personajes de la Controversia del siglo XVI
De manera que a partir de entonces, y a medida que los vecinos del entorno fueron descubriendo que estaba permitido el paso o que, al menos, nada lo impedía, el hasta entonces fantasmagórico interior comenzó a cobrar vida e, incluso, el parque infantil que alberga el corazón de su plaza central, habilitada en el patio de armas, recibió a sus primeros usuarios.
Pero también los conductores, a los que se permitía el acceso por la calle que discurre ante la fachada de la escuela, sin que nada les cortara después el paso hacia una de las vías perpendiculares a Bartolomé de las Casas, comenzaron a entrar al viejo cuartel y a ocupar las únicas plazas de aparcamientos habilitadas de este nuevo entorno urbano, en dicha calle (paralela a Bartolomé de las Casas), que cuenta con 24 plazas de estacionamiento, dos de ellas reservadas a personas con movilidad reducida.
El problema es que la única vía de entrada para vehículos era solo eso, de entrada, ya que las otras dos calles que facilitarán en su momento la salida del interior del cuartel hacia Bartolomé de las Casas permanecían aún cerradas por vallas de obra (entreabiertas, eso sí, para los peatones). Así que los conductores que aparcaban en dicha vía tenían que salir después a la fuerza en sentido contrario. Y eso a pesar de que carteles colocados por la propia escuela frente a sus instalaciones advertían de la prohibición de estacionar. Pero se hacía.
De manera que durante prácticamente todo el mes de octubre se pudo pasear por el nuevo entramado de calles del cuartel Conde Ansúrez e, incluso, aparcar allí a pesar de que el mal estado de sus inmuebles catalogados (todos ellos lo están y todos ellos presentan un más que deficiente estado de conservación debido a su abandono durante un cuarto de siglo) evidentemente desaconsejaba el paso.
Y precisamente ante el riesgo de desprendimientos de sus maltrechos muro y para evitar, o frenar (ya ha habido algunos daños menores y pintadas en las nuevas calles urbanizadas), se ha decidido ahora cerrar los viales a la espera del anunciado inicio de la anunciada rehabilitación de sus cuatro barracones centrales, situados en torno a su plaza central, que albergarán un centenar de viviendas protegidas para jóvenes (de menos de 36 años). El resto de inmuebles protegidos del recinto continúa a la espera de inquilinos y de un uso aún sin determinar.
Los dos recintos militares cerraron sus puertas en marzo del año 2000 para después ser saqueados hasta la urbanización de sus terrenos entre 2021 y 2024
La apertura efímera de las calles del Conde Ansúrez acontecía desde hacía semanas, cuando el alcalde, Jesús Julio Carnero, anunció el 22 de octubre su intención de bautizar las callejuelas del antiguo acuartelamiento en honor a los personajes que protagonizaron la Controversia de Valladolid con motivo del 475 aniversario de su celebración en la ciudad (entre 1550 y 1551). Aquel debate, surgido en plena colonización de América, pasaría a la historia como el primero en torno a los derechos humanos.
Cronología
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1902 El rey Alfonso XIII inaugura el cuartel Conde Ansúrez, que acogió desde entonces, y hasta su clausura el 14 de marzo del año 2000, al histórico Regimiento de Caballería Farnesio, el nombre por el que sería conocido popularmente.
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1953 Abre sus puertas a su lado el cuartel de Artillería General Monasterio. Cerrado el 29 de marzo del año 2000.
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2002 Vándalos y chatarreros comienzan a destrozar y desvalijar el interior de los dos acuartelamiento, hasta el punto de que los segundos llegan a desmontar las vigas de sus cubiertas.
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2003 Dos empresas compran los terrenos por 91 millones de euros.
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2007 Urbanismo da el visto bueno al plan para levantar más de ochocientas viviendas.
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2021 Comienzan los derribos de las edificaciones no catalogadas del antiguo cuartel General Monasterio (todos salvo el principal) y la urbanización de sus calles.
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2024 Las calles del General Monasterio se abren al tráfico y al paso peatonal y comienzan a construirse sus primeras viviendas. Se urbaniza en paralelo el interior del Conde Ansúrez, unas obras que acaban en agosto..
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2025 La inauguración de la Escuela Superior de Diseño (ESI) acelera la apertura en octubre, para después volver a cerrarlas, de las calles interiores del antiguo cuartel Conde Ansúrez. En los terrenos del General Monasterio se levantan a la vez ocho bloques para 568 viviendas y el primer residencial recibe a los primeros vecinos del barrio de los cuarteles.
Aquel día, cuando se celebraba un congreso sobre la efeméride, desveló el regidor que su plazoleta central, la del antiguo patio de armas, pasaría a denominarse de la Dignidad Humana y que en torno a ella tendrían sus placas los dos protagonistas principales de la Controversia, como fueron Bartolomé de las Casas, defensor de los derechos de los indígenas americanos; y Juan Ginés de Sepúlveda, quien abogaba por su sometimiento y el derecho de conquista. Junto a sus nombres tendrían sus placas, según anunció Carnero, personajes secundarios o indirectos de aquel debate celebrado en el siglo XVI, como Francisco de Vitoria, Domingo de Soto y Francisco Tenemaztle (el único líder indígena que participó y que falleció precisamente en Valladolid en 1556).
Fray Bartolomé de las Casas ya era el titular de la avenida principal que parte del paseo de Farnesio, del lado del antiguo cuartel General Monasterio (allí se están levantando más de millar de viviendas de ocho promociones), y que vertebra el barrio completo de los Cuarteles, pasando por el cruce con General Shelly y que continúa entre el parque de La Paz (Delicias) y el lateral del Conde Ansúrez, para desembocar en la calle Transición. Faltaba por conocer el reparto de nombres en el resto de las calles. Esto último acaba de ser recogido ahora, cuando dichas vías han sido cerradas de nuevo a cal y canto (salvo los dos puntos de acceso a la ESI), por el callejero oficial del Ayuntamiento de Valladolid.
Así, en torno a la plaza de la Dignidad Humana, discurrirán en paralelo las calles Francisco Tenamaztle (del lado de Bartolomé de las Casas) y Francisco de Vitoria (del lado del paseo del Arco de Ladrillo). Y las dos calles perpendiculares lucirán los nombres de Ginés de Sepúlveda, ante la Escuela de Diseño y en paralelo a General Shelly; y de Domingo de Soto, al lado contrario y en paralelo a la calle Transición.
La Controversia pasa de este modo a integrarse oficialmente en el callejero de la capital y los nombres de sus protagonistas, aunque aún sin placas y con la vías que les recuerdan cerradas de nuevo al paso (salvo la de Ginés de Sepúlveda-, completan el reparto de denominaciones del nuevo barrio de los Cuarteles casi dos años después de la apertura a coches y peatones de la primera fase de este nuevo entorno urbano, como es la que ocupa los terrenos del antiguo cuartel General Monasterio, el 16 de enero de 2024. Allí, al margen de la calle dedicada ya entonces a Bartolomé de las Casas, se eligió la temática de la paz y el humanismo como eje vertebrador a la hora de repartir sus viales en honor, entre otros, a Teresa de Calcuta, Rigoberta Menchú o Vicente Ferrer.
Después, el pasado 15 de abril, se añadió, en el parque central situado entre las calles Bartolomé de las Casas y Teresa de Calcuta, una 'plaza' dedicada al dramaturgo vallisoletano José Luis Alonso de Santos.
Los cuarteles Conde Ansúrez (1902) y General Monasterio (1953) cerraron sus puertas el 12 y el 29 de marzo del año 2000, respectivamente, y después cayeron en el más absoluto abandono, en el que fueron saqueados, vandalizados y ocupados por indigentes, hasta que el proyecto para urbanizar su interior, levantar 839 viviendas (739 del lado del General Monasterio), salió adelante y las obras comenzaron en 2021 y concluyeron en enero de 2024 en el General Monasterio y en agosto de ese mismo año en el Conde Ansúrez. Todas sus calles tienen ahora nombres. Las del lado del más veterano de los dos esperan ahora su apertura definitiva para vertebrar este nexo de unión entre los barrios de Delicias y la Ciudad de la Comunicación.
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