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Valladolid
La apertura de sus callejuelas devuelve la vida al cuartel de Farnesio un cuarto de siglo después de su clausuraLos viales del recinto de Caballería, inaugurado por Alfonso XIII, se abren a Delicias quince meses después de su urbanización y lucirán nombres dedicados a la Controversia de 1550
La última vez que los militares desfilaron por el entramado de callejuelas que serpentean entre los más que centenarios muros del cuartel Conde Ansúrez fue ... el 14 de marzo del año 2000. Y lo hicieron para culminar su mudanza y certificar la clausura de un recinto militar, inaugurado por Alfonso XIII, que albergó desde 1902 al histórico regimiento de caballería Farnesio. De ahí el nombre (Farnesio) con el que ha sido conocido popularmente este complejo castrense, más que centenario y catalogado, que afrontó una acelerada decadencia en los años siguientes fruto del abandono, los robos y el vandalismo hasta que sus viales fueron urbanizados hace quince meses. Su interior permanecía cerrado a cal y canto desde entonces.
Y ha sido ahora, a raíz de la llegada de sus primeros inquilinos, los trabajadores y estudiantes de la recién inaugurada Escuela Superior de Diseño (ESI), que ocupa el antiguo y rehabilitado taller, al borde de la calle General Shelly, cuando su entramado de calles se ha abierto por fin a la ciudad para integrarse en la vecina Delicias y rematar la recuperación de este amplio espacio de cuatro hectáreas un cuarto de siglo después de su clausura.
La plaza central se denominará de la Dignidad Humana y en torno a ella habrá placas para Ginés de Sepúlveda, Francisco de Vitoria, Domingo de Soto y Francisco Tenamaztle
Es un apertura a medias, es cierto, ya que la mayoría de sus accesos peatonales, salvo dos, y todos los de vehículos continúan cerrados por las vallas de obra; pero se permite la entrada a todo aquel que quiera dar un paseo por la historia y por este conglomerado de vías, aún sin nombre, para el que el Ayuntamiento ha decidido, en la línea de la temática (de la paz) de todo su entorno del incipiente barrio de los Cuarteles, dedicar a personajes relacionados con la Controversia de Valladolid, un encuentro celebrado en esta ciudad hace 475 años (150050-1551) y en el que se celebró el considerado como primer debate de los derechos humanos, que enfrentó a Bartolomé de las Casas, titular ya de la avenida principal que cose los terrenos del antiguo cuartel General Monasterio (en plena ebullición constructiva desde el año pasado) y del Conde Ansúrez, con Juan Ginés de Sepúlveda. El primero defendía los derechos de los indígenas en plena conquista de América y el segundo (al que se anuncia que también se dedicará ahora una de las nuevas calles) abogaba por su sometimiento y el derecho de conquista.
La historia
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1902 El rey Alfonso XIII inaugura el cuartel Conde Ansúrez, que acogió desde entonces, y hasta su clausura el 14 de marzo del año 2000, al histórico regimiento de caballería Farnesio, el nombre por el que sería conocido popularmente.
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1953 Abre sus puertas a su lado el cuartel de artillería General Monasterio. Cerrado el 29 de marzo del año 2000.
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2002 Vándalos y chatarreros comienzan a destrozar y desvalijar el interior de los dos acuartelamiento, hasta el punto de que los segundos llegan a desmontar las vigas de sus cubiertas.
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2003 Dos empresas compran los terrenos por 91 millones de euros.
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2007 Urbanismo da el visto bueno al plan para levantar más de ochocientas viviendas.
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2021 Comienzan los derribos de las edificaciones no catalogadas del antiguo cuartel General Monasterio (todos salvo el principal) y la urbanización de sus calles.
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2024 Las calles del General Monasterio se abren al tráfico y al paso peatonal y comienzan a construirse sus primeras viviendas. Se urbaniza en paralelo el interior del Conde Ansúrez.
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2025 La inauguración de la Escuela Superior de Diseño (ESI) acelera la apertura de las calles interiores del antiguo cuartel Conde Ansúrez. En los terrenos del General Monasterio se levantan a la vez bloques para 568 viviendas y el primer residencial recibe a los primeros vecinos del barrio de los Cuarteles.
El nuevo entorno urbano, que ocupa cuatro hectáreas entre el paseo del Arco de Ladrillo y las calles General Shelly, Transición y Bartolomé de las Casas, al borde del parque de La Paz, girará en torno a una plaza central (el antiguo patio de armas), que será bautizada, según anunció ayer mismo el Ayuntamiento, como de la Dignidad Humana. A su alrededor, con numerosos accesos peatonales y tres para vehículos (uno de entrada y dos de salida), estos últimos situados exclusivamente desde Bartolomé de las Casas, discurren las distintas vías ahora abiertas al tránsito peatonal, con dos de las entradas, la situada por una suerte de túnel peatonal desde General Shelly y otra situada en la esquina de esta última con Bartolomé de las Casas.
El resto de las nuevas calles, aún sin asignar, se dedicarán a personajes vinculados de uno u otro modo a la citada Controversia (no todos estuvieron físicamente en ella), que tendrá un ciclo especial durante la próxima edición de la Seminci, como Francisco de Vitoria, Domingo de Soto o Francisco Tenamaztle (un líder indígena fallecido en Valladolid en 1556).
2025
Principios del siglo XX
El motivo de esta apertura a medio gas, pero apertura al fin y al cabo, viene motivado por la inauguración a comienzos de octubre de la Escuela Superior de Diseño, que ha invertido 2,5 millones de euros para abrir sus nuevas instalaciones en el antiguo taller mecánico del cuartel Conde Ansúrez, que ocupa todo el lateral de los terrenos al borde de General Shelly y cuya entrada se encuentra precisamente dentro de las calles urbanizadas dentro del viejo recinto militar. De manera que, ante la necesidad de facilitar el paso a profesores y alumnos (el inmueble tiene capacidad para cuatrocientos estudiantes), se ha decidido acelerar, sin inauguración de por medio, la apertura del entramado de calles del histórico recinto militar.
La urbanización de sus viales, que discurren entre los muros catalogados de un sinfín de edificaciones protegidas de centenario ladrillo rojo, aunque en un deficiente estado de conservación, concluyó en agosto de 2024 y desde entonces todo su perímetro (de 41.409 metros cuadrados) había permanecido cerrado por vallas de obras, aunque con la iluminación encendida -por «motivos de seguridad», según justificaron meses atrás fuentes municipales- y sus bancos, parques y calles esperando a recibir a sus primeros visitantes.
Los vecinos, al margen de los usuarios de la escuela, pueden transitar ahora con normalidad (no hay carteles que prohiban el paso) por su interior, parques y coquetos rincones enclaustrados entre los inmuebles incluidos, al menos, durante el día. «Se suponen que debería cerrarse fuera del horario de la academia», apuntaban ayer operarios de jardinería, que visitan el espacio con frecuencia para mantener su nuevo arbolado y los jardines a punto. Pero lo cierto es que solo el acceso peatonal y de vehículos de Bartolomé de las Casas cuenta con vallas con las que se puede cerrar al paso. Por allí entran, incluso, algunos coches (en sentido contrario) estos días para aparcar en la única vía que cuenta con plazas de aparcamiento dentro del antiguo cuartel, la primera que discurre en paralelo a Bartolomé de las Casas, que ofrece 24 plazas de estacionamiento (dos de ellas para personas con movilidad reducida). En el otro acceso, exclusivamente para peatones, que se encuentra por el lateral de la escuela más próximo al paseo de Arco de Ladrillo, en General Shelly, no hay siquiera vallas con las que cerrar el paso por las noches.
Por el interior, en cualquier caso, se puede pasear sin impedimientos. Y, de hecho, algunas papeleras tienen ya desperdicios que delatan las primeras visitas al antiguo cuartel Conde Ansúrez e, incluso, algunas pintada de reciente factura afea ya sus aceras adoquinadas.
Los paseos por las nuevas calles, que se suman así a las abiertas a peatones y vehículos al otro lado de General Shelly, en los terrenos del antiguo cuartel General Monasterio (1953-2000), el 16 de enero de 2024 -uno de sus bloques están ya habitados y se están levantando a la vez edificios para 568 viviendas-, son por ahora muy tímidos por las vallas que aún cercenan el paso en el resto de su perímetro y por las que todavía cierran la entrada para vehículos.
Los viales del viejo cuartel de Farnesio (Conde Ansúrez) esperan, no obstante, a sus primeros vecinos, aunque solo ocuparán los cuatro barracones centrales, situados en torno a la futura plaza de la Dignidad Humana, donde el pasado abril se anunció su próxima rehabilitación para acoger un centenar de pisos de protección destinados a jóvenes (se prevé que estén listos en 2027).
El resto de inmuebles catalogados, incluido el principal, que da a Arco de Ladrillo, continúan a la espera de encontrar uso e inquilinos. Los únicos que duermen ahora entre ellos son los gatos de una colonia felina, mantenida por vecinos del entorno, en una caseta colocada en una de las aceras de las nuevas calles.
Placas del pasado militar
Las edificaciones castrenses, como curiosidad, muestran todavía numerosos carteles sobre sus puertas tabicadas (hasta que se rehabiliten y para evitar riesgos innecesario dado su estado) que delatan su pasado como recinto de caballería. Así, al margen del taller del segundo escalón de mantenimiento, cuya entrada y letreros se han conservado e integrado en el lateral de la Escuela Superior de Diseño durante la rehabilitación, aún se pueden leer en distintas placas un tanto oxidadas los usos que recibían algunos de sus inmuebles: el 'comedor', el 'cuartel general', los 'servicios', la sede del 'escuadrón de mecanizado de vehículos' e, incluso, el taller de 'sillero'. Este último se deduce que en alusión al uso de caballos, y mantenimiento de sus monturas, del histórico regimiento de Farnesio, el más antiguo del Ejército (fundado en Flandes en 1649).
El cuartel Conde Ansúrez, obra de Sixto Soto, fue levantado en nueve años siguiendo una entonces novedosa técnica inglesa en los recintos militares, que situada los establos en la planta baja de sus edificaciones para generar calor hacia los pisos de arriba. Sería inaugurado en 1902 por el rey Alfonso XIII y se mantuvo en uso hasta el cierre en cascada de los dos cuarteles de Arco de Ladrillo, primero cerró el de Caballería el 14 de marzo de 2000 y, a finales de ese mismo mes, el día 29 se clausuró el de Artillería (General Monasterio). Sus efectivos y unidades serían trasladas a la macrobase militar de El Empecinado.
El pasado castrense de los terrenos, al margen de los carteles y del nombre (Conde Ansúrez) que aún luce su edificio principal, será borrado del callejero en cuestión de semanas, en la línea de lo ocurrido el año pasado en los terrenos del General Monasterio, y siguiendo la misma temática en cuanto a los nombres, en cuanto lleguen las placas para bautizar este nuevo entramado urbano que integra definitivamente el suelo ocupado durante decenios con sus vecinos barrios de Delicias y de la Ciudad de la Comunicación.
La recuperación de los dos recintos militares llevó años. Primero se vendieron los terrenos, después cayeron en el olvido hasta el punto de ser saqueados y ocupados por indigentes durante los primeros años y, por último, después de numerosas vivisitudes administrativas y urbanísticas, vio la luz el proyecto que ahora afronta su recta final para abrir el nuevo barrio de los Cuarteles.
La urbanización de los terrenos, en la que se han invertido más de diez millones de euros, comenzó en el año 2021 del lado del General Monasterio y alcanzó después, en 2024, al Conde Ansúrez. Las calles de ambos son ahora transitables y el conjunto urbanístico se integra formando una nueva barriada que comprende el espacio completo entre los paseos de Farnesio y de Arco de Ladrillo y las calles Arca Real y Transición.
El grueso de las 839 viviendas del barrio de los cuarteles los acogerán los terrenos del General Monasterio (allí solo se conservó su edificio principal) y el resto, un centenar de viviendas protegidas para jóvenes (de menos de 36 años), ocuparán los barracones del Conde Ansúrez.
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