La jueza decreta el ingreso en prisión del jefe de Estupefacientes de Valladolid
Los otros cinco detenidos, que permanecían en el calabozo desde el pasado jueves, también han sido trasladados al mediodía de este domingo al centro penitenciario de Villanubla
De los calabozos de la calle Gerona cuando prácticamente no había amanecido hasta los juzgados de Angustias y de ahí, tras una larga mañana en ... sede judicial, directos al centro penitenciario de Villanubla. La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Valladolid, encargada del caso, ha decretado este domingo el ingreso en prisión del jefe del grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional de Valladolid, Luis Fernández Rafael, y de las otras cinco personas que permanecían detenidas desde el pasado jueves tras una gran operación antidroga. El séptimo arrestado en cuestión fue puesto en libertad tras prestar declaración en comisaría.
La decisión de la magistrada ha llegado poco antes del mediodía de este domingo tras una extensa mañana en la que los arrestados han pasado a disposición judicial y han comparecido ante la jueza. Entre los detenidos en el despliegue antidroga llevado a cabo por el grupo de Asuntos Internos, además del mando policial, también se encuentra Iván V., quien fuera rehén de Pablo Antonio Santamaría 'El Chiqui' en el doble crimen de Santovenia de Pisuerga en el verano de 2022, y otras cuatro personas, al menos dos de ellas de origen dominicano.
Tenían que pasar todos ellos a disposición de la autoridad judicial antes de las 9:00 horas de este domingo, momento en el que expiraba el plazo máximo de arresto de 72 horas, y se han cumplido con los plazos legales a rajatabla. La comitiva policial, con un furgón escoltado por varios vehículos rotulados, salió de la Comisaría de Delicias sobre las ocho de la mañana y en torno a veinticinco minutos después hizo acto de presencia en una calle Torrecilla cortada al tráfico y con una cinta que impedía el paso desde el extremo de Angustias, quizás ante la previsión de que fueran más los medios de comunicación o familiares congregados en las inmediaciones a la espera de noticias. Incluso les tocó esperar unos minutos -hasta las ocho y media- a que abrieran los juzgados.
En el interior de la sede judicial permanecieron los detenidos durante casi siete horas, hasta las 15:07 horas, cuando un furgón de la Guardia Civil, de nuevo custodiado por dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía, partió en dirección hacia la cárcel vallisoletana, ubicada en el término de Villanubla.
Entre tanto, a la espera de novedades, aguardaban frente a dependencias judiciales desde primera hora en torno a una decena de familiares y amigos de algunos de los arrestados que, tras recibir las correspondientes noticias por parte de los abogados de su ser querido, se marcharon de la zona bien entrada la mañana.
Desde principios de año
La amplia jornada dominical estuvo además marcada por la entrada y salida constante tanto de coches del instituto armado y del Cuerpo Nacional de Policía como por la salida de varios jóvenes que, por diferentes motivos (por ejemplo, uno de ellos se vio implicado en una pelea motivada por un intento de robo de un altavoz), habían tenido que pasar a disposición de la autoridad judicial.
La operación, aunque llevaba en marcha desde principios de año según avanzó el jefe superior de la Policía Nacional en Castilla y León, Juan Carlos Hernández Muñoz, estalló el pasado jueves. Sobre las 9:00 horas, agentes del grupo de Asuntos Internos recién llegados de Madrid llevaron a cabo registros en aproximadamente cinco inmuebles de Valladolid capital, Arroyo de la Encomienda y Renedo de Esgueva para explotar un operativo en el que arrestaron a siete personas y que tendría vínculos con la operación Churruca del pasado mayo (se saldó con 19 detenidos y 59 kilos de cocaína incautados).
Son pocos los detalles que por el momento han trascendido, si bien además del tráfico de drogas no se descartan vínculos con delitos sobre la prostitución. Al respecto, el propio Juan Carlos Hernández admitió que existen pruebas «fehacientes» y «abundantes» indicios que incriminan a Luis Fernández, ahora en prisión. «Ya no le quiero a mi lado», dijo hace unos días el jefe superior de la Policía en la comunidad, al tiempo que avanzó que el mando será suspendido de empleo y sueldo la próxima semana, procedimiento que se mantendrá «paralizado» durante la investigación judicial, hasta que se resuelva y haya una sentencia.
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