Comer y beber en Valladolid
Un original perrito de chorizo criollo con chimichurri en un nuevo bar de ValladolidLa comida castellana y los desayunos son la especialidad del Marconi, situado en plena plaza de Las Brígidas
Álvaro Touya sabe de sobra lo que es trabajar en el sector de la hostelería. Lleva media vida detrás de una barra y ha pasado por algunos de los locales más importantes de Valladolid. Tras años buscando nuevos retos tanto personales como laborales, finalmente ha tomado la decisión de abrir su propio bar. El Marconi es su nueva casa, un local elegante, con buena música donde reinan los sonidos rockeros de los 80 y 90 y que ha abierto hace solo una semana.
«El estreno fue espectacular, el sábado tuvimos una boda y esto se llenó de gente» explica emocionado mientras nos enseña la decoración del local. «Todavía tenemos que preparar muchas cosas, pero tenemos claro que vamos a abrir por las mañanas desde muy temprana hora y ofrecer una amplia carta de desayunos» explica. Y es que el objetivo de este veterano hostelero es empezar a alimentar a los vallisoletanos desde las ocho, pues en su zona «apenas abren locales a esa hora» y es difícil encontrar un sitio donde disfrutar de la comida más importante del día.
«Me gusta la comida castellana pero también quiero dar algún plato diferente y original»
Álvaro Touya
Bar Marconi
En cuanto a las tapas, Álvaro es un defensor de la gastronomía castellana. Lejos de platos complejos y con modernas elaboraciones, su idea es ofrecer tapas clásicas como pueden ser los torreznos. Eso sí, también quiere dar a sus clientes algunos platos más especiales como es el que ha preparado para esta ocasión. Se trata de un perrito brioche con un delicioso chorizo criollo en su interior. Una carne sabrosa y procedente de carnicerías clásicas que va acompañada de cebolla crujiente y una potente salsa de chimichurri.
Se deshace en la boca, es muy jugoso y tiene ese toque dulce típico del brioche. A ello hay que añadirle que Álvaro también ofrece con este plato unas originales patatas de remolacha. «Con estas patatas suavizamos el sabor del chimichurri y son perfectas para acompañar al perrito» explica. Una guarnición diferente que también es ideal para aquellos clientes que quieren alejarse de las aceitosas patatas fritas de siempre.
«Tenemos unos quince desayunos, algunos clásicos y otros con toques modernos»
Álvaro Touya
Bar Marconi
En cuanto a los desayunos, Álvaro pretende ofrecer un amplio abanico de posibilidades. «Tenemos unos quince desayunos diferentes, están los clásicos croissants de jamón y queso pero también hemos añadido otros más actuales con crema de pistacho» apostilla.
Y además de disfrutar de una buena experiencia gastronómica, también es un local para los más nostálgicos. De fondo música de los ochenta y noventa con canciones de Bruce Springsteen o The Rolling Stones, pues es un fiel amante del rock clásico. «Para algunas fiestas como la boda del otro día me pidieron reggaeton y evidentemente tienes que ceder» dice entre risas, aunque asegura que quiere mantener su palabra. «Cuando hablaba con mis amigos y compañeros de trabajo de montar mi propio bar, siempre dije que sonarían clásicos y así será» concluye con una sonrisa de oreja a oreja.
Un bar recién llegado a la ciudad, con comida castellana y un veterano hostelero que afronta su nuevo proyecto con ilusión y trabajando día y noche sin parar para dar a los vecinos de Valladolid la mejor experiencia posible.