Valladolid
La reordenación del tráfico en Felipe II eliminará aparcamientos y reverdecerá la calle con nuevos árbolesLos vehículos entrarán por San Pablo, en lugar de salir, y tendrán salida por San Blas hacia la plaza de San Miguel
La reordenación del tráfico comenzará por la colocación de alcorques y otras obras, pero no será oficial hasta dentro de cinco semanas, cuando se concluyan ... los trabajos, justo a punto para la vuelta al colegio. Habrá menos aparcamiento, unas siete plazas menos, y más árboles. Las calles Felipe II, San Blas y León sufrirán un cambio total en el sentido de la circulación con un doble objetivo. Por un lado, mejorar la seguridad tanto en el entorno del colegio Santa Teresa de Jesús como en el del centro hospitalario y el hotel. Por otro, evitar el tráfico pesado que ahora entra por la calle Del León rumbo a la plaza de San Miguel y que deteriora un pavimento pensado para los peatones y para una circulación reducida. Al mismo tiempo, se cambiarán las losetas de la zona semipeatonal de San Miguel, que también sufren continuas roturas por el peso de los vehículos, y se colocará en su lugar un pavimento «al estilo del que hay en Regalado o María de Molina». Aunque aclara el concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca, que no será «pintado», sino únicamente «un asfaltado a nivel» para retirar las losas de granito.
El primer tramo afectado sería del de la calle Felipe II hacia San Pablo. Al llegar al cruce con San Blas, para poder enfilar San Miguel era preciso rebasar la comisaría de Policía y dar la vuelta por la calle del León hasta desembocar en la plaza de San Miguel. Eso hacía que los autobuses turísticos, para llegar al hotel, se metieran por León hacia San Miguel y desembarcaran a los pasajeros del lado de la calzada. Ahora podrán entrar por Felipe II en sentido centro y girar en San Blas hacia San Miguel. Los pasajeros entonces bajarán del bus en la puerta del hotel. Se trata de que «sea la principal y más directa entrada a la zona», explica el Ayuntamiento, también para los vehículos de carga y descarga y, por supuesto, para el centro hospitalario, que está a punto de finalizar su reforma.
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La calle del León, en cambio, pasa a convertirse en una vía de salida hacia la calle Angustias. Desde Felipe II se podrá seguir accediendo a San Blas hacia la plaza del Rosario y vuelta por Conde de Ribadeo, pero con el cambio de que esta calle ya solo tendrá salida hacia la plaza de las Brígidas o por la calle del León hacia Angustias, no por Felipe II hacia San Pablo.
En la plaza de San Miguel se dejará un solo sentido de circulación. Desde la Plaza de los Arces, hacia calle del León o bien hacia la calle doctor Cazalla y su paso por la zona semipeatonal de granito hacia la calle Gardoqui (con salida hacia la plaza de las Brígidas, sentido que ya tiene).
Las obras empezarán el lunes y solo habrá cortes de tráfico «puntuales», explica el Ayuntamiento, para picar las zonas en las que se colocarán los alcorques con el nuevo arbolado o para mover las máquinas cuando sea necesario. En cinco semanas deberían estar concluidas y será entonces cuando se señalicen todos los cambios de circulación. El presupuesto es de 52.000 euros.
La renaturalización de la zona quiere restarle gris a un punto «del centro neurálgico de la ciudad», señaló Gutiérrez Alberca, al tiempo que se ensancharán algunas aceras y se colocará un parterre para evitar cruces por lugares indebidos. Se trata de una actuación que responde a la política de caminos seguros al cole, de modo que se cree «un entorno escolar más amable y seguro, con bancos y vallado frente a las puertas del colegio», explica el Consistorio.
En la esquina del centro hospitalario, por ejemplo, se prevé un parterre de 10 metros cuadrados con arbustos y un «árbol de gran porte». En la acera de enfrente de la comisaría, en la banda de aparcamiento, se incrustarán cuatro árboles en un espacio de unos 20 metros. En la esquina con San Blas, donde hay un único árbol ahora mismo, se ensanchará un poco la acera y se incluirá un segundo árbol. También se ensanchará la acera en el esquinazo del colegio, para poner bancos en un espacio de unos 12 metros cuadrados ganados a las plazas de aparcamiento. Y lo mismo se hará en la calle Felipe II en las inmediaciones del centro escolar, con unos 20 metros cuadrados más de espacio peatonal, cuatro árboles y tres bancos, según el diseño inicial del Ayuntamiento.
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