Bares y comercios ofrecen agua fría en la calle para combatir las olas de calor en Valladolid

'Si crees que te está dando un golpe de calor, coge una botella. Avísanos en el restaurante si te encuentras mal'. Es la frase que se puede leer en el cartel colocado justo detrás de la cubitera con hielos y botellas de agua que los trabajadores del Niza colocan en el exterior del local, en la esquina de Padilla con Empecinado, «cada vez que el termómetro supera los 35 grados», explica Gonzalo Soriano, su director. En el mismo letrero también se explican los síntomas más frecuentes del golpe de calor: piel enrojecida, mareo y fiebre alta.

La iniciativa del punto de hidratación «nació hace poco más de una semana», explica Gonzalo Soriano, quien recuerda cómo «estaba dando las comidas y vi por la ventana a una señora un tanto mareada y salí a preguntar». Y por los síntomas, añade, comprobó que sufría un golpe de calor. Así que le dieron una botella de agua. «A raíz de eso me di cuenta de que era necesario ser solidarios y ayudarnos entre todos para combatir este calor».

Desde ese momento, en plena ola de calor, la primera vivida este año en la capital, el Niza triunfa con su punto de hidratación en la calle Padilla cada vez que, como hoy, el termómetro sube por encima de los 35 grados. «La gente hace fotos al cartel y muchos han entrado a intentar pagarnos el agua en agradecimiento», relata el responsable del establecimiento. «Cuando empecé con el punto de hidratación tuve que comprar a mayores las botellas de agua (de plástico) porque es un formato que no usamos en el negocio, ya que las que vendemos son de cristal», recuerda el director del establecimiento, quien aclara que «cuando se enteraron algunas marcas», que quiere destacar, «como Cadima -distribuidora de agua y refrescos en Valladolid- y Cubers -distribuidora de hielos-, ellas nos suministraron agua y hielo» para mantener esta iniciativa contra el calor.

Y no son los únicos. Negocios como Materiales Fede, ubicado en la calle de la Penitencia del barrio de La Rondilla, y la Librería Akelarre, en la calle Juan Mambrilla, también se han sumado a la iniciativa habilitando sus propios puntos de hidratación en la vía pública y colocando también botellas de agua mineral contra los golpes de calor.

Desde el establecimiento de materiales de construcción de La Rondilla, Laura Gómez, su propietaria, confiesa que «todavía no ha sido necesario asistir a nadie por un golpe de calor y muy poca gente ha cogido una botella de agua».

Pero la dueña de Materiales Fede apunta que «tenemos muchísimos clientes profesionales, desde albañiles hasta arquitectos, que también sufren en primera persona las inclemencias de las olas de calor en Valladolid y son ellos los que si que nos piden una botella de agua». Al final, destaca, «se trata de una acción humana que puede ayudar y mucho» Y desea: «Ojalá se sumen muchos más establecimientos vallisoletanos a esta iniciativa».

En la Librería Akelarre, en la calle Juan Mambrilla, también se han sumado a la iniciativa de los puntos de hidratación pero sumando un cuenco de agua para las mascotas. «Nosotros tenemos perros y sabemos lo que sufren las olas de calor. Son muchos los que se pasean a sus mascotas por aquí y tener un punto refrescante para ellos también es necesario», confiesa Eva de la Lama, la 'mitad' de Akelarre Librería Café.

«Nos enteremos de la iniciativa por Instagram gracias al Niza y nos pareció buena idea publicitarlo porque llevarlo a cabo es algo que siempre hemos hecho», puntualiza la dueña del establecimiento, quien añade que «no nos parece bien cobrar por un bien básico como es el agua». Son muchos los clientes, con perro y sin él, que se paran ante su negocio a ver el cartel o a dar de beber agua a su perro: «Tenemos, sobre todo, a muchas personas como los trabajadores de limpieza u otros que vienen a rellenar su agua».

Los puntos de hidratación urbanos se convertirán a buen seguro esta semana en lugar de parada para los viandantes antes un nuevo episodio de altas temperaturas que, aunque no llegara a la categoría de ola de calor, rondará sus registros con temperaturas que podrían alcanzar los 37 grados -esta activado el aviso amarillo por este motivo para este jueves- y que superarán los 35 hasta el viernes.

Valladolid sufrió su primera ola de calor del verano entre los días 28 de junio y 2 de julio. Cinco días en los que el mercurio no bajó de los 37 y en los que alcanzó un pico de 28,1. Desde el día 3, eso sí, las temperaturas se habían moderado y no habían vuelto a pasar, hasta este miércoles, de los 35.