
Centro cívicos y de mayores se convierten en refugios climáticos ante la ola de calor
Usuarios de estos espacios con aire acondicionado confiesan que «es un gusto estar fresquito en verano y calentito en invierno» y añaden que «es mejor que estar en casa»
Las olas de calor en verano y las de frío en invierno cada vez son más frecuentes y severas en la ciudad de Valladolid. Con el fin de combatir estas temperaturas extremas el Ayuntamiento de Valladolid ha puesto en marcha los refugios climáticos destinados particularmente a personas mayores, pacientes de enfermedades crónicas y niños. Una medida preventiva que busca reducir riesgos y mejorar la calidad de vida a través de centros cívicos, centro de vida activa y parques y zonas verdes distribuidas por toda la ciudad.
En el Centro Cívico Rondilla -que junto con Delicias, José María Luelmo, José Luis Mosquera, Parquesol y Zona Sur forman parte del programa refugios climáticos- el termómetro de vestíbulo de entrada marca 24 grados y medio. Una temperatura perfecta para aliviar el calor que azota en la calle, con temperaturas hoy de hasta 33 grados. Esther Marcos, responsable del Centro Cívico Rondilla confiesa que «siempre hemos sido un refugio climático solo que ahora se está dando a conocer entre la ciudadania y es una magnífica iniciativa que ayuda, y mucho, a combatir el calor».
En el caso concreto de dicho centro cívico, ubicado en la Plaza Alberto Fernández, disponen de «suelo radiante, para invierno, y suelo refrescante, para verano», explica la responsable del espacio, Esther Marcos. «Como medidas adicionales al suelo refrescante tenemos prácticamente en todas las salas aires acondicionados o bien de techo o bien de pared que se utilizan en caso de necesidad. Por ejemplo, durante una conferencia en verano, el suelo refrescante se nota pero no siempre es suficiente y encendemos los equipos auxiliares para que la temperatura sea la idónea», confiesa Marcos.
En cuanto a si el número de personas que utilizan las instalaciones se ha incrementado a raíz de la iniciativa de los refugios climáticos, Esther Marcos, responsable del Centro Cívico Rondilla, señala que «siempre hemos sido refugio climático aunque no lo supiéramos, desde personas mayores que vienen a ver exposiciones o a realizar actividades hasta estudiantes que utilizan la biblioteca para estudiar con una temperatura agradable».
Precisamente en la biblioteca, ubicada en la segunda planta del centro cívico, los aires acondicionados, colocados en el techo, marcan 24 grados y son muchas las personas que se acercan cada mañana a disfrutar de un espacio agradable con una temperatura extraordinaria. «Tenemos muchas personas mayores que vienen todos los días a leer el periódico y disfrutan del aire acondicionado pero también niños que vienen, con sus abuelos normalmente, a leer o dibujar en la biblioteca», señala la encargada de la misma.
No solo los centros cívicos son refugios climáticos en Valladolid, los centros de vida activa para personas mayores -que son quienes más sufren las olas de calor- también se suman a la iniciativa del Ayuntamiento. Es el caso del de La Victoria, ubicado en la calle San Sebastián, que cuenta con servicio de cafetería y un amplio espacio con mesas y sillas para los más mayores.
José Luis Álvarez es usuario habitual del espacio. «Todas las mañanas vengo a leer el periódico y a tomar algo. Aquí me encuentro con amigos, con familia y es un gusto estar fresquito en verano y calentito en invierno», explica el José Luís Álvarez mientras ojea El Norte de Castilla. «Precisamente este verano se nota mucho el calor y estar aquí es una manera de disfrutar también», apostilla. Justo en la mesa de al lado, los hermanos Julián y Pablo Mucientes repiten la tónica de su amigo con el periódico encima de la mesa. «Pasamos el rato muy bien, somos clientes asiduos del bar y aquí pasamos la mañana porque se está mejor aquí que en casa gracias al aire acondicionado», explican.
Merche García, responsable del Centro de Vida Activa de La Victoria señala que «de los doce centros de vida activa que tiene el Ayuntamiento de Valladolid, siete somos refugio climático». «Concretamente en este de La Victoria todo el espacio está acristalado y hemos tenido mucho calor otros años, gracias a los presupuestos participativos conseguimos instalar el aire acondicionado y ser refugio climático significa que nuestros mayores tiene mejor calidad de vida», explica.
A estos edificios municipales se suman también los oasis vegetales con 30 parques y zonas verdes repartidos por toda la ciudad. La mayoría de ellos -salvo el Parque Santa Ana que no dispone de fuente- están equipados con bancos, zonas de sombra y espacio para refrescarse con agua en fuentes. En definitiva, espacios en los que los vecinos pueden protegerse para evitar las altísimas temperaturas del verano.
El objetivo es que se unan más espacios
Alejandro Pellitero, concejal de Medioambiente del Ayuntamiento de Valladolid confiesa que «esto es un primer paso, el objetivo es que se vayan sumando otros espacios tanto públicos, de otras instituciones, como privados, como centros comerciales». No obstante el concejal asegura que «los espacios que se incluyen en esta guía siempre han estado abiertos y accesibles a todos los ciudadanos, con esta iniciativa tratamos de ponerles una etiqueta para que el usuario los identifique mejor».
Aunque «las personas mayores son el público objetivo de la iniciativa» lo cierto es que cualquier usuario puede necesitar aliviar el calor dentro de estos refugios climáticos. «Se pueden añadir muchísimos espacios, desde centros comerciales, hasta mercados municipales», asegura Alejandro Pellitero quien puntualiza «la concejalía de Servicios Sociales también incentiva la asistencia a los centros de vida activa con actividades y con el objetivo de que puedan estar con una buena temperatura, tanto en invierno como en verano, y realizar actividades».
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