Valladolid
Pacientes y sanitarios sufren temperaturas de hasta 34º en el Centro de Especialidades de Pilarica'Pingüinos' portátiles en algunas consultas y los ventiladores instalados en salas de espera apenas alivian una situación que se repite de veranos anteriores
Hace calor estos días, mucho, en el Centro de Especialidades de Pilarica, que atiende a pacientes del área este de Valladolid, la que tiene como ... hospital de referencia el Clínico. El termómetro marcaba mediada la mañana de este miércoles 34º en una sala de la segunda planta del antiguo ambulatorio con dos ventiladores funcionando a toda marcha que apenas aliviaban una situación que afecta a los pacientes que acuden a consulta y a los profesionales que los atienden y que deben soportar esa escalada de temperatura durante su jornada laboral.
«Aquí no se puede estar de calor», «es inhumano» o «esto no se puede aguantar» son expresiones que cruzaban pacientes que buscaban alivio en las sillas con ventilador cercano y sanitarios que se esforzaban porque esperaran lo menos posible en una mañana en la que ese alza del termómetro llegó a afectar a alguno de los equipos. Fuentes sindicales indican que un espirómetro que sirve para hacer pruebas de pulmón se desconectó y estuvo fuera de uso hasta que bajó la temperatura donde estaba instalado. Picos del termómetro que se alcanzan en las olas de calor, cada vez más habituales.
Desde la gerencia del Clínico piden disculpas a usuarios y profesionales y agradecen a estos últimos su labor
La situación no es nueva. En el centro que se levanta a la vera del río Esgueva y presta apoyo en la asistencia de especialistas al Hospital Clínico, en la calle Doce de Octubre, no hay aire acondicionado y todos los años se repiten episodios de calor elevado en salas de espera y consultas. En estas últimas se distribuyen climatizadores portátiles, los populares 'pingüinos', pero estos aparatos no llegan a todas las consultas y estancias para pruebas médicas.
«El año pasado ya sufrimos una situación similar y en este momento estamos pasando lo mismo o más. Es horroroso», apunta un trabajador sanitario que desarrolla su labor en el centro de Pilarica. Esa temperatura de 34 grados se producía en un espacio que alberga consultas de Otorrinolaringología, Oftalmología y Neumología, con la unidad para atender a personas adictas al tabaco y la escuela del asma. A estas últimas acuden pacientes, sobre todo en el caso de los que padecen problemas respiratorios, a lo que el calor excesivo afecta especialmente.
Persianas bajadas y algún ventilador intentan mitigar, sin lograrlo, el calor acumulado en un edificio añoso, sin aire acondicionado y que tiene como elemento identificativo una escalera de caracol acristalada en su fachada principal para comunicar las distintas plantas y que contribuye a calentar el interior en los meses estivales. «En invierno se va el calor por la escalera y en verano se convierte en un invernadero que extiende la temperatura por otros espacios», señala otra trabajadora, que explica que se intenta ventilar el centro por las mañanas, cuando la temperatura es más fresca, pero que con noches tropicales como las que ha vivido Valladolid en estas jornadas esa práctica se inoperativa.
La ley establece un máximo de 27º en espacios de trabajo techados y superarlos puede acarrear sanciones a las empresas
Los 34 grados que reflejaba el termómetro en una de las salas de espera del edificio sanitario de Pilarica están fuera de la normativa de salud laboral. La legislación estipula temperaturas máximas de 27 grados en el interior de inmuebles para actividades laborales equiparables a labores de despacho, marcador que no debe superar los 25º si la labor de los trabajadores implica alguna movilidad. Superar esos marcadores implica adentrarse en un ambiente de «estrés térmico» que puede repercutir en la salud de los trabajadores. Y en el caso de un centro sanitario, se añade que acuden personas enfermas. La normativa para afrontar jornadas de altas temperaturas se actualizó en 2022 para regular con mayor rigor la situación de profesionales que trabajan en la vía pública, al aire libre.
Valoración oficial
Desde la Gerencia del Hospital Clínico Universitario piden disculpas a los pacientes y a los profesionales y trasladan a estos últimos un agradecimiento a su labor con esas condiciones de calor. Señalan que es un edificio que acarrea actualmente con las carencias propias de las construcciones de la época en la que levantó, entre ellas el déficit de climatización para afrontar una ola de calor, con «temperaturas excepcionales». Algo, remarcan desde el equipo directivo del que depende la gestión del centro de especialidades, que se intenta «paliar» con equipos portátiles para bajar la temperatura. Esta solución se ve limitada, explican, por el riesgo de sobrecarga de una instalación eléctrica dimensionada para «funcionalidades habituales, pero no para estas circunstancias excepcionales«.
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