

Valladolid
El Clínico consolida los cuidados de enfermería en pacientes con insuficiencia cardiacaPermite un seguimiento más estrecho de la evolución y los tratamientos del enfermo, con comunicación fluida para resolver dudas, lo que evita empeoramientos que acaban en ingresos
Son pacientes con insuficiencia cardiaca a los que se les hace un seguimiento minucioso para asegurarse de que toman correctamente los fármacos prescritos, con exploraciones ... y pruebas sobre su evolución, a los que se explica los procesos por los que les va a hacer pasar su enfermedad o los tratamientos que tienen por delante, los hábitos de vida que deben cambiar y las señales que no deben pasar por alto, porque apuntan a un empeoramiento, y por las que deben acudir al hospital. Toda esa labor de cuidado directo y de formación en autocuidado se lleva a cabo en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid desde la consulta de enfermería especializada en insuficiencia cardiaca, que el centro hospitalario ha consolidado con la incorporación a su cartera de servicios.
«El objetivo de esta consulta es mejorar la calidad asistencial y la vida de nuestros pacientes, optimizar muy bien los recursos y, con un seguimiento estrecho y continuo, darles ese soporte que muchas veces necesitan», resume Sara Camarón, jefa de la Unidad de Enfermería de Cardiología. La insuficiencia cardiaca es la primera causa de hospitalización en mayores de 65 años en España y puede acabar en un trasplante de corazón. Tras el diagnóstico, las rehospitalizaciones llegan al 30% y suben hasta el 50% en fases finales de la enfermedad. De ahí la importancia en reforzar el cuidado y el autocuidado entre estos pacientes.
Los enfermos que cruzan la puerta de la consulta de cuidados de enfermería de insuficiencia cardiaca suelen ser personas de 60 a 65 años -aunque también han tratado pacientes mucho más jóvenes- que además de la patología cardiaca acarrean otros problemas asociados al sobrepeso y la obesidad y al consumo de tabaco y alcohol.
Al otro lado del umbral se encuentran con Sergio Aguado Vaquero, que es el enfermero que les va a guiar en este camino. «Con ese control del paciente intentamos evitar descompensaciones grandes que acaban en un ingreso. Somos muy accesibles y ante cualquier duda pueden llamar o acercarse», subraya este profesional de enfermería. Por la consulta pasan alrededor de 330 personas al año con más de 9.000 visitas. Este número es creciente. Allí se atiende al enfermo, pero también se dan pautas y formación a los cuidadores y a los sanitarios de los centros de salud y consultorios de estos pacientes, dado que el Clínico vallisoletano es hospital de referencia regional en insuficiencia cardiaca y el mapa de Castilla y León obliga a hacer desplazamientos de muchos kilómetros.
«Se tiene que tener en cuenta la sobrecarga del cuidador y podemos identificar si esa familia va a necesitar ayuda»
Todo ese volumen de pacientes podría representarse gráficamente por una pirámide. En la cúspide estarían los pacientes que han entrado en lista de espera para un trasplante o aquellos que ya han recibido un corazón. En lo que va de año, los profesionales del equipo de trasplantes cardíacos del Clínico de Valladolid han acometido siete injertos.
Junto a los trasplantados, requieren un cuidado minucioso los pacientes con una asistencia ventricular. La consulta de enfermería atiende ahora mismo a una decena de personas con este dispositivo instalado en el corazón que impulsa la sangre a través de una cánula hacia la aorta para suplir la función que es incapaz de llevar a cabo un ventrículo tocado. Esa 'turbina' necesita unas baterías que aportan energía mediante un cable, a través de la pared del abdomen. El orificio que lo permite debe limpiarse con material especial y sumo cuidado para evitar contaminaciones que podrían llevar una infección hasta el corazón. Esa es una de las curas que se hacen en la consulta, o que Sergio Aguado enseña a realizar al cuidador del paciente o a su enfermero de Atención Primaria para evitar desplazamientos semanales a Valladolid. «Se tiene que tener en cuenta la sobrecarga del cuidador y podemos identificar si esa familia va a necesitar un apoyo. El cuidador carga con una mochila que no hay que descuidar», apunta Sara Camarón.
Día Internacional de la Enfermería
Los pacientes con una situación más sensible pasan una o incluso dos veces a la semana por la consulta de enfermería. A estos se suman otros enfermos que no tienen dispositivo de asistencia ventricular, pero que reciben tratamientos con hierro o medicación inotrópica (que afectan la fuerza o velocidad de contracción del corazón) para los que esta consulta hace las veces de hospital de día. Les siguen los pacientes que van conformando la base de la pirámide, con una frecuentación menor porque su insuficiencia cardiaca no es avanzada. «Lo que pretendes con ellos es que no lleguen a ese punto», precisa Sergio Aguado.
Esta forma de trabajar incide en un enfoque más abierto del papel que la enfermería, cuyos profesionales celebran su día internacional este 12 de mayo, desarrolla en el cuidado de los pacientes que reciben el alta hospitalaria. Cardiología, y dentro de ella la insuficiencia cardiaca, no es una especialidad oficial de enfermería, como puede ser la de Familia, Pediatría o Salud Mental, pero sí son puestos «perfilados» por la formación que requieren en técnicas, procedimientos y farmacología. La experiencia que cimenta la Consulta de Cuidados de Enfermería de Cardiología en el Hospital Clínico indica su repercusión en la evolución de los pacientes, que siguen de forma más correcta y rigurosa los tratamiento.
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