«Poder tener ocio no fue el motivo principal, pero sí uno de ellos para independizarme»
Ana Vergara, abogada ·
Esta joven vallisoletana lleva un mes viviendo con un amigo y asegura estar «mucho más tranquila» que antesBerta Pontes de los Ríos
Valladolid
Domingo, 23 de mayo 2021, 13:15
La oportunidad económica llegó a Ana Vergara al mismo tiempo que las ganas por querer independizarse y hacer vida normal evitando llevar el virus a casa de sus padres ... . Por estos dos motivos, esta joven abogada vallisoletana dio el paso de compartir piso con uno de sus mejores amigos. «Desde hace casi seis meses tenía pensado independizarme porque llevaba toda la vida viviendo con mis padres y mi hermano, ya que la carrera la cursé aquí y no viví en pisos de estudiantes», asegura.
La oposición que preparó durante meses dio sus frutos en forma de aprobado y de una plaza en el Ayuntamiento de Valladolid y fue el momento en el que lo tuvo claro: buscaría un piso en el centro para dejar de compartir techo con sus padres. «Tuve la opción económica de independizarme, que es algo que no todos los jóvenes pueden hacer por los bajos salarios que hay a nuestra edad, pero unos meses de ahorro me han bastado para poder dar el primer paso», reconoce Ana.
El mantenimiento en el tiempo de la pandemia y las restricciones ocasionadas por el elevado número de contagios aceleraron el proceso de emancipación de esta joven. «Con la covid presente en todos los ámbitos de nuestra vida y relaciones sociales prácticamente paradas comencé a sentir la necesidad de salir de casa, hacer vida normal con mis amigos y no poner en peligro a mis padres, que son algo mayores y están dentro de la población de riesgo», sostiene.
Para Ana Vergara, independizarse ha supuesto «un esfuerzo económico que nunca había hecho», pero el no vivir sola y compartir piso con un amigo supone, también, compartir los gastos ocasionados por ambos. «Es muy importante poder dividir gastos porque, de lo contrario, sería más complicado poder llegar a fin de mes sin estar ahogados», explica. La leve vuelta a la normalidad es ahora una realidad que experimenta Ana, ya que no existe riesgo de poder contagiar a sus padres por volver a su domicilio familiar. «Llevo casi un mes viviendo aquí y estoy mucho más tranquila respecto al ocio. No es que tenga menos cuidado con las medidas de seguridad, porque sigo utilizando la mascarilla y siendo responsable con lo que hago en mi día a día, pero soy consciente de que, como no vuelvo a una casa en la que hay población de riesgo es menos estresante para mi y mi entorno», apostilla.
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