El Pisuerga se lleva cuatro vidas en Valladolid en un año trágico en los ríos de la región

El río Pisuerga, a su paso por la capital vallisoletana, volvió a teñirse este domingo de luto con el hallazgo, pasadas las diez de la noche y debajo del puente de Condesa Eylo, del cadáver de un chico de 20 años que había desaparecido cuando se encontraba junto a otros dos jóvenes en una zona donde es habitual el baño, puesto que hay un pequeño embarcadero de madera desde donde la gente se puede tirar al Pisuerga. Los buzos hallaron el cuerpo tras más de tres horas de búsqueda desde que la sala de emergencias del 112 recibió una llamada de dos jóvenes para alertar que de un tercero no salía del río y solicitaban ayuda.

Ocho días antes, el sábado 24 de mayo, agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil localizaba y rescataba del río el cuerpo sin vida del pescador y vecino de Delicias Ángel Villarreal, de 68 años, que había desaparecido cuarenta y ocho horas antes mientras practicaba su afición en el Pisuerga. Su familia había notado su ausencia al no ir a buscar a su nieto a colegio. La localización del cadáver se produjo en la margen izquierda del Pisuerga (pasada la urbanización Santa Ana hacia Simancas), un paraje que le era conocido dada su afición por la pesca. Según las primeras hipótesis, la víctima pudo perder el equilibrio cuando se encontraba en la pesquera y su cuerpo fue arrastrado aguas abajo.

En Langa de Duero (Soria), y tras ocho días de búsqueda, tanto en la tierra como en el agua, el pasado jueves, 29 de mayo, fue hallado en el río Duero el cuerpo sin vida de un vecino de la localidad de 73 años que se encontraba desaparecido desde el 21 de mayo. Fue encontrado en el cauce, a unos dos kilómetros aguas abajo del puente donde se inició la búsqueda, según informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno. Lo localizó un sobrino que participaba como voluntario en el dispositivo de búsqueda.

A estos trágicos rescates en poco más de una semana se suman los de al menos otras tres personas en lo que va de 2025. Como un mazazo cayó el pasado 10 de abril el hallazgo en el río Pisuerga, junto al puente de Juan de Austria, del cuerpo sin vida de Alejandro Aranda Lasheras, un joven historiador de 30 años natural de Alcalá de Moncayo (Zaragoza) al que se buscaba desde el 23 de marzo, cuando abandonó precipitadamente el hotel de la capital en el que se alojaba junto a un grupo de jubilados del Imserso para los que hacía de guía.

Efectivos de los cuerpos de seguridad, familiares, amigos del joven y patrullas ciudadanas se habían volcado en la búsqueda del historiador tanto en Valladolid capital, empapelada con su fotografía, como en los municipios de alrededor, ya que en un primer momento se pensó que podía encontrarse en espacios rurales o en el monte porque son los lugares donde se sentía «más a gusto».

El 1 de mayo, varias unidades de Bomberos y agentes de la Policía Municipal localizaron el cadáver de un hombre de 78 años que se había precipitado al río Pisuerga desde uno de los embarcaderos situados en las inmediaciones del puente Condesa Eylo, en el barrio de la Rondilla de Valladolid.

Trágico final tras quince días tuvo también la búsqueda. de Carlos Javier López, un hombre de 53 años del que no se tenían noticias desde el 26 de marzo, cuando desapareció de la localidad zamorana de Arquillinos. Su cadáver fue hallado el 12 de abril a 90 kilómetros del lugar donde desapareció. Los agentes del Seprona de la Guardia Civil, a bordo de una embarcación tipo lancha, localizaron el cuerpo en el embalse de Almendra, donde se centraban la búsqueda al avistar el helicóptero el coche propiedad del hombre estacionado en las inmediaciones del pantano.