Valladolid

El ascensor urbano de Girón comienza a tomar forma para salvar 93 escalones

Estos son los primeros elementos que ya se observan en el barrio de Girón. En la zona baja se ve una suerte de cubo rectangular con el espacio donde se ubicará el futuro elevador. El proyecto original contempla una cabina panorámica con unas dimensiones de 1,40 metros de ancho por 1,90 metros de fondo y con una capacidad para 17 personas y 1.275 kilos de peso. Por el momento solo se aprecia el cajetón de cemento, que se ubica en la plaza y donde se ha levantado el asfalto de hormigón para instalar uno nuevo. La escalinata, este miércoles, y en dirección subida, está clausurada a los peatones, pero sí se permite el acceso desde la zona superior, al menos hasta las viviendas que se ubican junto a los escalones.

El aspecto de la plaza Porticada es que el acceso a los viandantes está restringido frente a la escalinata, donde se ha dejado un pequeño paso peatonal entre las vallas metálicas y la parroquia de San Pío X para acceder al resto de portales del entorno. En la estructura, los operarios trabajan en el tercer nivel de las escaleras de la calle Veleta, colocando sujeciones en unos pequeños arcos que se ubican en el frontal de la estructura. Arriba del todo, ya en la avenida de las Contiendas, se ha comenzado a colocar la pasarela que alcanzará la cabina del elevador, que de momento se desarrolla unos pocos metros, sin todavía estar suspendida en el aire.

Otro de los cambios más visibles que se aprecian a simple vista está en las escaleras, que han perdido la barrera de protección en el primer tramo de la subida, en el ramal izquierdo, justo detrás de la estructura donde se instalará la cabina del ascensor. El proyecto original también contempla aquí otra escalera, más directa que su predecesora y que desembocaría directamente en la primera planta de los 93 escalones que hacen zigzag hasta la avenida de las Contiendas. Según establece el proyecto original, la otra mitad de la escalera mantendrá su estructura original, que asciende de un lado la otro desde la plaza Porticada.

Los operarios trabajan en Girón desde finales de febrero tras varios meses donde la actuación estuvo suspendida por diferencias de tipo técnico entre el Ayuntamiento y Prace, la empresa constructora, y centradas en la cimentación de la infraestructura. De hecho, en un primer momento se concretó que el barrio estrenaría su ascensor a finales de 2024, casi de forma simultánea con el de Rafael Cano -ambos incluidos en el mismo contrato-, en Pilarica, que al final se inauguró en marzo de este año. Las obras se retomaron una vez modificado los planes de construcción del elemento de movilidad vertical, que será el octavo ascensor urbano de la capital.

El modificado incrementó el 20% el coste de las obras, adjudicadas en marzo de 2024 con un presupuesto de 668.093 euros. Ahora, la actuación tiene una cuantía de 783.829 euros y debería estar finalizada este año al estar además financiada con fondos europeos. Sobre el modificado también se preveía incrementar en dos metros la distancia entre la torre del ascensor y la escalera. La actuación en Girón tiene un plazo de ejecución previsto de ocho meses.

Los últimos datos de Auvasa, que alcanzan por el momento hasta mayo de 2025, concretan que los ascensores urbanos de la capital han sumado 129.014 personas usuarias en dicho mes. En todo el año, las personas que han hecho uso de un elemento de movilidad suman medio millón, siendo los de la ladera norte y este de Parquesol los que más suman, con 205.945 y 165.409 en cada caso. Los de San Isidro se concretan en 33.544, el de la calle Estación, 48.475 y el recién estrenado de Pilarica ya suma 51.364 personas usuarias en los dos primeros meses en los que ha estado operativo.