Segovia
La saturación del AVE y autobús obliga a reservar billetes con un mes de antelaciónLos usuarios que viajan cada día a Madrid afrontan la vuelta a la rutina con incertidumbre por la escasez de oferta en las horas punta
La vuelta a la rutina tras el verano es un trago difícil de afrontar para la mayoría de segovianos. Sin embargo, la complejidad se agrava ... aún más en el caso de residentes en la provincia que viajan en transporte público cada día para acudir a sus puestos de trabajo o centros educativos en Madrid. La saturación de los trenes de alta velocidad y de los autobuses es una tónica habitual desde hace años, lo que obliga a reservar los billetes correspondientes con hasta un mes de antelación. Es una situación que ha empeorado con la incorporación de nuevos pasajeros al comienzo del nuevo curso lectivo, impulsados por las bonificaciones existentes.
La reserva de una plaza en trenes Avant o en autobuses Avanza requiere dosis de paciencia y varias jornadas de anticipación. Los usuarios recurrentes adquieren los billetes con unas tres semanas de antelación en relación al día que tienen previsto viajar. Más que una costumbre, se trata de una obligación, ya que la elevada demanda en las horas punta -principalmente de 5:30 a 8:00 horas, en el caso de la ida a Madrid; y de 15:00 a 17:00 horas, si se trata de la vuelta a Segovia- agota todos los asientos disponibles.
La escasez de plazas suficientes que se adapten a las jornadas de trabajadores y estudiantes es un problema histórico en Segovia, tanto en lo referente a los trenes de alta velocidad como a los autobuses. No obstante, es un inconveniente que se ha agudizado principalmente en los tres últimos años a raíz de la puesta en marcha de bonificaciones para fomentar el uso del transporte público. La cifra de viajeros permanece estable en el caso de la línea Avanza, que presta servicio a 2.000 usuarios recurrentes; y sigue en ascenso en los Avant, con más de 3.000 personas, según los cálculos realizados por la Asociación de Usuarios de AVE en Segovia.
Las mayores complicaciones tienen lugar en la franja de 7:00 a 9:00 horas, en la ida a Madrid, y de 13:00 a 18:00 horas, en el regreso a Segovia
La estación de trenes de alta velocidad Segovia-Guiomar empezará a experimentar una importante afluencia de viajeros a partir del próximo martes, cuando los sitios reservados para abonados en la franja de 7:00 a 9:00 horas están agotados desde finales de agosto. Esto demuestra que muchos segovianos dedicaron un rato de sus vacaciones a hacer acopio de billetes. La situación es similar en las jornadas hábiles de las semanas consecutivas, principalmente en los días centrales -martes, miércoles y jueves-, cuando coinciden en los vagones aquellos que disfrutan de la modalidad del teletrabajo.
El colapso se traslada incluso más allá de septiembre, ya que en octubre actualmente hay multitud de reservas vigentes y empiezan a completarse los primeros convoyes de noviembre, de acuerdo con la oferta que publica la página web de Renfe. Todo ello cuando muchos de estos trenes no cuentan por el momento con la doble composición, que es la configuración de dos unidades autopropulsadas acopladas con el fin de aumentar la capacidad de pasajeros.
La eliminación de tres frecuencias de Avant de regreso a Segovia y su falta de reposición -14:40, 17:30 y 20:40 horas- amplía todavía más el horario en el que los usuarios lamentan la escasez de plazas. «Es algo que nos afecta mucho, pues contamos con menos trenes en una línea que ya está de por sí saturada», critica la asociación segoviana. Por ejemplo, si un abonado necesita viajar desde Madrid el próximo miércoles 17, tendrá que hacerlo fuera de la horquilla que va desde las 13:00 hasta las 18:15 horas, ya que todos los trenes de esta franja están llenos. En caso contrario, el interesado tendrá que optar por otro servicio más caro o buscar un medio de transporte alternativo.
A la incertidumbre por las dificultades que tienen muchos viajeros para ir al trabajo o regresar a sus hogares por la necesidad de comprar los billetes con gran antelación se suman los episodios de caos por averías. La demora media en trenes Avant que se han visto afectados por retrasos superó el pasado julio los diez minutos, según el informe mensual de puntualidad de Renfe. En agosto, el promedio se situó en ocho minutos.
Las reiteradas incidencias preocupan a los segovianos. «Cada vez que salimos de casa no sabemos lo que nos vamos a encontrar», confesaba hace apenas unas semanas la portavoz de los usuarios de AVE en la provincia, Sylvia García. Precisamente, algunos estrenaron nuevo calendario laboral el pasado jueves, 4 de septiembre, con demoras de hasta tres horas para coger el tren por una caída de los servidores informáticos de Adif. «Vamos a ir a peor, está claro, pues la estación de Chamartín presenta mucha afluencia de viajeros y cada vez vemos a más personas que comentan que van a empezar a utilizar el AVE estos meses», especifica la portavoz.
Autobús
Tras conocer esta realidad, hay quienes optan por desplazarse a Madrid en autobús, pero también advierten de una oferta insuficiente que lleva a los pasajeros a estar pendientes continuamente de la anulación y liberalización de billetes. La página web de Avanza, empresa concesionaria de la línea, ha publicado recientemente sus horarios habituales después del verano. Para finales de septiembre, más de la mitad de los autobuses con salida a las 5:35 y hasta las 7:00 horas ya están completos.
El mensaje de «no hay plazas suficientes» para llegar al intercambiador de Moncloa o a las facultades universitarias en la capital del país se repite a las 14:15 y 16:00 horas durante las próximas semanas. La vuelta a Segovia presenta menos complicaciones, aunque hay algunos vehículos que ya aparecen llenos todo el mes de septiembre, como son el de las 15:30 y de las 16:00 horas.
Los trayectos de octubre aún no están disponibles para la venta. Si bien es cierto que algunos usuarios respiran con alivio por el fin de la gratuidad del servicio al entender que habrá menos demanda, son muchos los que han tenido problemas para adaptarse a las nuevas tarifas, que entraron en vigor en julio y no estuvieron exentas de polémica. Los menores de 26 años disfrutan ahora de descuentos del 70%, por lo que el precio que deberán asumir es de 27,6 euros al mes; mientras que los que superan esta edad cuentan con una rebaja del 50%, de modo que el coste del bono asciende a 46 euros. También se contempla un título multipersonal -no es nominativo- que permite realizar un máximo de diez viajes.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión