Almada ve al Real Valladolid «en el buen camino», pero demanda «más claridad en los últimos 20 metros»
Al técnico le «molesta» que sus jugadores se queden en el suelo reclamando una falta: «Nos ha costado caro«
Las dos derrotas consecutivas ante Albacete Balompié y Cultural Leonesa han dejado una sensación de «inquietud» en el vestuario del Real Valladolid. Para Guillermo Almada, ... este el sentimiento habitual cuando un equipo no «gana», pero considera que la situación no invita al pesimismo. Al contrario: el entrenador blanquivioleta ve al Pucela «en el buen camino», tanto en los exigentes entrenamientos que plantea a diario como en la predisposición futbolística que desplegó el equipo ante la Cultural, en un partido en el que sí detectó «falta de claridad en los últimos 20 metros, especialmente en el segundo tiempo». «La entrega y la disposición siguen a disposición del equipo. A pesar de la juventud que tenemos, vuelvo a insistir en que estamos en el buen camino y vamos a ir creciendo. Nadie quiere estas situaciones adversas, pero suceden y deben servir para fortalecernos y dejarnos un aprendizaje para el presente y el futuro», recalcó este viernes el técnico uruguayo en su comparecencia semanal.
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Esa «falta de claridad» en la última parcela del campo tiene que ver con la definición arriba y las asociaciones fructíferas para crear peligro real. Almada recalcó que «no es sencillo tener el peso del partido y estar atacando» de manera continua ante un rival como la Cultural, un aspecto que no quiere perder, pero demanda más clarividencia en las inmediaciones de la portería contraria. «Generamos intensidad hasta el momento de la construcción, sobre todo cuando el equipo rival está aglomerado, defendiendo con mucha gente, como sucedió el otro día. Ahí deben aparecer las sociedades para que nosotros construyamos u obligar a que el rival se equivoque. Eso nos faltó. Lo más importante que hicimos fue empujarlo a defender cerca de su área y que no nos generaran transiciones. Somos conscientes de que tenemos que generar más apertura, pero los rivales también juegan».
Guillermo Almada observa diferencias claras entre la derrota en el Carlos Belmonte ante el Albacete Balompié (2-0) y la sufrida en Zorrilla frente a la Cultural (0-1). A pesar de que esta última se produjo en casa, el entrenador del Real Valladolid vio a un equipo más compacto para evitar el correcalles en que se convirtió el choque ante el cuadro castellano-manchego. «En Albacete generábamos una situación y ellos nos generaban otra. No es lo que buscamos los entrenadores. Ante la Cultural quizá no generamos tanto, pero nos generaron mucho menos por el peso y la responsabilidad que llevamos en el partido. Tuvimos más claridad en el primer tiempo que en el segundo y es ahí donde tenemos que mejorar».
El debate sobre la mayor efectividad del Real Valladolid cuando tiene menos posesión (el equipo sólo ha ganado cuando acapara menos la pelota que sus rivales) no conduce a Almada a una idea teórica de renunciar al balón. Al revés: la aspiración pasa por sentirse protagonista con el esférico. «Si vos tenés más tiempo la pelota te vas a poder defender mejor y atacar mejor, por más que haya otras variantes. No es una situación definitoria, pero seguramente te va a dar más oportunidades de ganar el partido. Hemos tenido situaciones puntuales en las que no pudimos encontrar la efectividad. Si hubiera entrado la ocasión de Stipe [Biuk] en el primer tiempo, habríamos obligado al rival a hacer otra cosa. Debemos buscar las asociaciones en área rival y trabajamos para tener más posesión, jugar más cerca del arco rival y lejos del nuestro, por más que en algún momento necesitemos oxigenarnos y nos recostemos o el rival nos empuje. Desde mi punto de vista, hay un abanico mayor de posibilidades de llevarte el partido si tenés el control y llevas el peso».
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Guillermo Almada admite que le «molesta» que los jugadores del Real Valladolid no cumplan con lo ensayado en los partidos y se queden en el suelo pensando que el árbitro señalará una falta, una situación que ha costado goles en contra en las derrotas ante el Albacete (con Peter Federico como protagonista negativo) y frente a la Cultural (con Mathis Lachuer cometiendo el mismo error). «Sí, me molesta porque es una situación que hemos hablado, que intentamos entrenar y que aplicamos todos los días en los entrenamientos. Intento dar continuidad al fútbol y, cuando hacemos algún trabajo, no cobramos [pitamos] absolutamente nada. Y a los que menos cobro [pito la falta durante los entrenamientos] es a los volantes centrales para ejemplarizar que cualquier pérdida suya o del que ande por esa zona termina en una situación de gol para el rival, porque nos agarra con el lateral abierto y los zagueros dispersos. Por nuestra parte, intentamos pregonar que el partido tenga más continuidad. No nos podemos quedar reclamando una falta y es algo que hablamos previamente y en las charlas prepartido. Sin embargo, a los jugadores les traiciona a veces el subconsciente y nos ha terminado costando caro en los dos últimos partidos».
Para el choque ante el Mirandés de este domingo (José Zorrilla, 18:30 horas), Guillermo Almada no podrá contar con el lesionado Amath Ndiaye (seis semanas de baja por una triple fractura facial) y está a la espera de determinar el estado físico de Stanko Juric, tras seis días ingresado por una herida infectada en el pie derecho y con falta de entrenamientos. Almada no forzará la entrada de Juric y el croata sólo entrará en la convocatoria «si no corre ningún riesgo» para estar en el banquillo y tener minutos en la segunda parte, por lo que Mathis Lachuer se mantendrá en la medular de inicio. Para suplir a Amath («ante la Cultural estaba jugando su mejor partido»), el entrenador del Real Valladolid descartó la opción de adelantar a Iván Alejo desde el lateral derecho a su posición natural, ya que el vallisoletano aporta una «buena apertura en la zona ofensiva, más allá de algún error que ha cometido puntualmente en defensa, no en ataque». «Queremos seguir generando con él esas aperturas desde atrás y buscar algunas variantes ofensivas con otros nombres», destacó, lo que abre las puertas de la titularidad a Peter Federico.
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En el plano de jugadores en la enfermería, el entrenador subrayó Mario Maroto aún tiene «algún contratiempo» y lo más probable es que no esté en la lista, al igual que Mohamed Jaouab, con el que tampoco se quiere correr ningún riesgo para adelantar plazos antes de alcanzar una recuperación plena. Almada descartó igualmente al lesionado Marcos André para jugar este domingo ante su exequipo.
El entrenador uruguayo espera a un Mirandés con «muy buenos futbolistas» y una fisonomía basada en su habitual dibujo 5-3-2. «Intentan priorizar el orden y hacer transiciones. Pero, como digo a los jugadores, nosotros debemos saber sortear lo que nos propongan los rivales. Entrenamos distintas variantes que podemos utilizar. Ahí está la lectura de lo que propone el rival y las decisiones que debemos tomar nosotros. Confiamos mucho en la inteligencia y el raciocinio de qué debemos utilizar, sin cortar la impronta del futbolista. A mí siempre me preocupa más lo que hagamos nosotros. Debemos salir a proponer, jugar una final, intentar ganar, transmitir de adentro hacia afuera y dar alegría a nuestra gente, que es lo que nos deja conformes».
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