Año I después del ocaso, comienza la reconstrucción
El UEMC CB Ciudad de Valladolid presenta las armas con las que tratará de levantar la ilusión por el baloncesto en la ciudad
Tardarán meses en desaparecer las cenizas que dejó el descenso, tal vez años, y mientras ese click se produce, el aficionado se tiene que agarrar ... a palabras huecas y a las señales, más o menos ilusionantes, que arroja la 'nueva' directiva que se ha configurado en el seno del CB Ciudad de Valladolid para levantar el proyecto y recuperar la pasión por el baloncesto en la ciudad. Las primeras señales emitidas, a ritmo de cuatro noticias diarias para solapar cuanto antes las últimas polémicas que dejó la pérdida de categoría, han colapsado la agenda del deporte local.
La presentación y puesta en escena del proyecto, en su año I después del ocaso, ha tenido lugar en la mañana de este miércoles en las instalaciones de la Universidad Miguel de Cervantes (UEMC), todavía con la sensación de luto sobrevolando en el ambiente. Al margen de los protagonistas y caras visibles de esta nueva etapa, por allí han desfilado caras conocidas como las de Paco García, Sergio de la Fuente, Montse Téllez -madre de Lalo y abonada número 1 del club-, el rector de la UEMC David García López, el alcalde Jesús Julio Carnero, el presidente de la Diputación Conrado Íscar, la concejala Mayte Martínez, el diputado Javier González, Javier Casado, Jesús Manso, Pedro Muñoz, y Óscar González, agente de David Barrio y muchos de los jugadores que recalarán en el primer equipo en los próximos días.
En el estrado, frente a todos ellos, los protagonistas, empezando por el principal patrocinador, UEMC, representado por Jesús Zarzuela. «Como patrocinador principal nos sentíamos en la obligación de ayudar a dar estabilidad en los momentos difíciles y reafirmar nuestro apoyo al deporte local, y con el baloncesto compartimos muchos valores: compromiso, responsabilidad, integridad y trabajo en equipo», ha señalado poco antes de dar paso a Mike Hansen, que en su compromiso renovado con el club supervisará todo lo que tiene que ver y deriva de la parcela deportiva.
«Cuando peor están las cosas es cuando hay que dar ese paso. Estaba muy tranquilo en la grada y estoy aquí para arrimar el hombro», ha arrancado, obviando que siempre ha estado a la sombra tomando decisiones. «¿Director deportivo? Si lo queréis poner, pero no es exactamente así», ha apuntado, poco antes de poner sobre la mesa lo que para él es la receta a la que se debe agarrar la nueva directiva. «Voy a pedir tres ingredientes que me parecen fundamentales para salir de esto lo antes posible: la primera es la unión de todos, porque si estamos todos unidos, el camino va a ser más suave aunque nos encontremos obstáculos difíciles; la segunda es la ilusión, vengo con mucha y la quiero transmitir a todos porque el proyecto lo merece; y el tercer ingrediente, para mi el más importante, es el trabajo porque sin él no tiene sentido todo lo demás», ha enumerado en el día del décimo aniversario del club, un punto de partida para el que ha pedido apoyos. «En las siglas hay una 'C' de ciudad pero me gustaría poner una 'P' de provincia porque este proyecto es integral. Vamos a integrar a todos los vallisoletanos».
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Hansen ha dado la palabra poco después a Paco González, relevo de Quique Peral en la dirección general de la entidad. «Estoy emocionado porque es un día muy importante para mi. Me embarco en un proyecto que es de ciudad. Vengo a trabajar en base a un modelo y a una experiencia que he aprendido durante muchos años. Me he rodeado de los mejores directores deportivos del país y mi idea es aplicar eso al club de baloncesto de la ciudad. La gente quiere arraigo, y por eso nuestra base va a estar en el trabajo», ha señalado, apuntando que aplicará sus conocimientos en tecnología para mejorar el día a día del club.
El último en tomar la palabra, la pata más importante a día de hoy a la vista de los resultados arrojados en oficinas, ha sido el nuevo técnico. David Barrio, leonés de cuna pero vallisoletano por los cuatro costados desde que cumplió nueve meses de edad, ha puesto la nota de aire fresco a una presentación ligeramente alcanforada.
«Recibí la llamada de Mike y me presentaron el proyecto, y tras debatir sobre varios aspectos y algunas cosas que no se han hecho de la manera correcta, decidí embarcarme porque creo que es lo que toca. Es una responsabilidad, también un orgullo, entrenar en tu ciudad es un reto mayor. Voy a parafrasear a Paco, al que agradezco su presencia, cuando mencionaba su orgullo de sentarse en el banquillo del equipo de tu ciudad. Vine con nueve meses, me he criado en el patio del Ponce, también en el del Lourdes, y esto es una responsabilidad tremenda que hay que afrontar desde la ilusión. Queremos crear un modelo y, sobre todo, crear orgullo. Que la gente se sienta orgulloso de lo que ve en la cancha, es absolutamente innegociable. Y necesitamos que todo el mundo esté unido porque este es el equipo de toda la ciudad», ha asegurado en su primeras palabras como técnico del primer equipo.
Sobre la configuración de la plantilla, Barrio ha subrayado la necesidad de contar con jugadores con ambición aderezados con gente de la casa. «Desde la primera reunión ya pusimos nombres sobre la mesa. Buscamos un perfil de jugador que conozca la categoría. Gente con hambre, preparada, y a la vez vallisoletanos preparados para asumir este reto. No vamos a regalar a nadie por ser de aquí», ha añadido.

'Ambición natural, no artificial'
En el turno de preguntas, Mike Hansen ha abogado por no repetir errores del pasado. ¿Qué se ha hecho mal?, se le ha inquirido. «Ambición artificial, cuando debe ser natural a base de trabajo y constancia. No se puede crecer artificialmente. Todo el mundo quiere el ascenso, una palabra que no me gusta ni a mi ni a David [Barrio], pero lo que hay que hacer es trabajar y tener ambición. No solo hemos bajado sino además con una losa como es la deuda. Vamos a hacer un plan de contención, y vamos a estar todos hombro con hombro porque sé muy bien lo importante que es tener baloncesto en la ciudad», ha recalcado.
Por último, Lorenzo Alonso se ha puesto de perfil al ser preguntado por las dos directivas que operaban de forma paralela la última temporada. «Tenemos una directiva y unos socios en asamblea que han intentado echar una mano, en algún momento no todo lo coordinado que sería deseable, pero está todo corregido. Hay que entender que somos muy pocos, activos habrá trece socios que aportan pero todos suman, y cada uno aporta en la medida de lo que pueden», ha concluido el máximo responsable del club. Una entidad que recupera la figura de la ardilla -«ha bajado al barro a trabajar», ha afirmado Hansen-, y también el escudo original.
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