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Valladolid
El viaducto de Arco de Ladrillo recupera el asfalto diez meses despuésEl maltrecho puente ha permanecido cerrado siete horas, una menos de lo previsto, para hormigonar el carril de entrada al centro sin gran repercusión en el tráfico
La imagen ha sido inusual hasta para un domingo. El paseo de Arco de Ladrillo, casi sin ningún coche. Sin vehículos en fila india, sin ... congestión en el tráfico. Gran contraste con la estampa que se vive durante las horas puntas de los días de diario a tenor de las obras en el viaducto, que encaran la recta final con la previsión inicial –que todavía se mantiene– de reabrir en mayo.
Misma previsión que marcaba que el puente volverá a cerrar en verano para realizar las labores de asfaltado. Este domingo también se ha avanzado en este aspecto. Porque sí, poco tráfico, teniendo en cuenta que el viaducto estuvo cerrado durante siete horas. El motivo, las labores de hormigonado.
Los operarios han trabajado sobre el carril de entrada al centro desde Delicias, el mismo donde comenzaron las obras hace ahora diez meses. Tras reparar las defensas en este margen –motivo principal por el que se inició esta intervención de emergencia–, los trabajadores cambiaron al carril contrario, donde efectúan la misma actuación desde diciembre.
Desde entonces, el pavimento en el paso de entrada al centro de Valladolid había permanecido sin asfaltar, con una base de cemento, lo que provocaba que la circulación se hiciera en este tramo sobre un traqueteo para los conductores. Ya no ocurrirá, pues los operarios han procedido a hormigonar este carril. De ahí el cierre ocurrido durante la mañana de este domingo. Desde las cinco de la mañana y hasta las 13:00 horas, según la previsión, porque la reapertura se efectuó finalmente una hora antes de lo previsto, a mediodía. En total, siete horas.
La obra encara su recta final con la previsión de reabrir en mayo.
La clausura fue total en ambas direcciones, pero la afección al tráfico ha sido mínima, sin que se registraran grandes retenciones. Más allá de las caras de sorpresa de algunos conductores, quienes tuvieron que reorganizar su recorrido sobre la marcha, no ha habido grandes problemas.
Los desvíos desde Delicias pasaban por girar hacia el paseo de Farnesio o dar la vuelta por el mismo paseo de Arco de Ladrillo, mientras que desde el otro lado de las vías de tren la circulación ha sido desviada por debajo del viaducto y hasta las calles de San José y del Puente Colgante.
No hubo mayor problema durante las horas de cierre. Tampoco en las alternativas, centradas en el recientemente abierto túnel de Labradores, que ha acogido buena parte del tráfico de entrada desde Delicias, sin que tampoco se produjeran graves restricciones. Lo mismo que se puede decir de Daniel del Olmo, que se presentaba como otra de las alternativas más cercanas para los conductores, y donde tampoco hubo problema.
Cierre de Circular
Más complicada podría parecer la situación en la plaza de Circular, que permanece cerrada en el tramo entre las calles Tudela y Nicolás Salmerón. En un primer momento, los dos cortes no deberían coincidir, pues el de Circular estaba previsto que finalizara el pasado viernes, pero los problemas técnicos han obligado a retrasar la apertura una semana más, hasta el viernes de esta semana. Será entonces cuando este punto de entrada y salida de Valladolid recupere la normalidad en su totalidad tras dos meses de cierre.
Aquí, los operarios trabajan todavía en el desmantelamiento de la antigua estación de servicio de Repsol, que lleva sin funcionar desde 2023. Sobre el terreno, la zanja abierta para retirar los depósitos permanece ahí, lo cual hace adivinar el porqué del retraso de la reapertura. Del agujero, de algo más de dos metros de profundidad, se han retirado ya los antiguos depósitos de la gasolinera. Es decir, que la labor principal ha terminado, y durante esta semana se procederá a tapar la zanja abierta antes de que el tráfico recupere la normalidad.
Según explicaba el expediente de la obra, la previsión es que el hueco que deje la antigua dársena de la estación de servicio vaya destinada a aparcamientos. En la entrada desde Circular hasta Nicolás Salmerón habrá además que reubicar una farola.
Mientras, las obras en Arco de Ladrillo avanzan en el carril de salida de la ciudad. Hace un mes, se cifraba que la actuación avanzaba ya con el 60% ejecutado. Ahora mismo, los operarios centran su labor en este margen, durante la segunda fase de la obra. Aquí ya se han retirado las defensas laterales, que comenzarán a sustituirse por las nuevas. Con todo rematado, el maltrecho viaducto ganará más de un metro de anchura y, según explicó el redactor del proyecto, Gonzalo Arias, la reparación dará una vida útil de al menos cincuenta años al puente, que desde su construcción ha vivido varias rehabilitaciones y continuos parches. La previsión es esa, que en mayo pueda reabrir en su totalidad después de once meses de obras donde el objetivo principal ha sido el refuerzo de las defensas laterales. «Eran insuficientes y podría darse la situación de que un vehículo cayera desde lo alto en caso de accidente, lo que supone un riesgo para la seguridad», expresó el concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez, el día en que se anunció la intervención.
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