La Policía controlará que los dueños lleven agua jabonosa para fregar «45 millones» de meadas de perro anuales
El concejal Alberto Cuadrado insiste en que es necesario «concienciar» sobre esta práctica de obligado cumplimiento antes de comenzar a multar
El concejal de Salud Pública y Seguridad, Alberto Cuadrado, ofrece una inédita estadística. En Valladolid hay censados 25.000 perros, expone, que salen a la ... calle a desfogarse entre dos y tres veces al día. En cada paseo suelen orinar más de una vez. Así que de media en la ciudad se evacuan «45 millones» de meadas cada año, según sus estimaciones. Como lo leen. Los agentes de la Policía Local comenzarán a controlar que los propietarios lleven consigo un bote con agua jabonosa para fregar los orines cuando estos afecten a fachadas u otros elementos del mobiliario urbano.
De momento, todo apunta a que los efectivos solo apercibirán a las personas que no lo porten. Sin multas. Las manchas, concretó el edil, se aprecian en esquinas de edificios, aceras, farolas y otros elementos muebles de la ciudad. Y el Ayuntamiento pretende poner veto a estas, en ocasiones, olorosas y corrosivas huellas.
La obligación se recoge en la Ordenanza de Recogida Selectiva de Residuos Domésticos y de Limpieza Viaria, que entró en vigor el pasado 1 de enero. ¿Ha habido ya alguna sanción por esta infracción? El edil no aporta datos -parece que no- e insiste en que en este momento lo importante es concienciar.
«Lo que se pide es la colaboración ciudadana», recalca al tiempo que admite que los efectivos no darían abasto para seguir todas las rutas que realizan dueños y mascotas. «Es impensable que ningún servicio público pueda atender la limpieza de las mismas o tener un policía detrás de cada perro las 24 horas del día, los 365 días del año», señala.
El artículo 52.2 de esta norma municipal contempla que los responsables del animal de compañía, con la excepción de las personas ciegas que sean titulares de perros guía, deberán retirar y recoger los excrementos que depositen sobre la vía pública de forma inmediata y depositarlos dentro de bolsas impermeables para tirarlos en papeleras o contenedores. Y añade: «Igualmente deberán proceder a la limpieza de la zona que hubiesen ensuciado para lo cual deberán ir provistos de botella con agua jabonosa para minimizar el efecto de las micciones, regando la zona».
Esta práctica, todavía poco extendida en Valladolid, ya se recogía desde 2018 en la Ordenanza de Convivencia Responsable y Protección Animal. En su artículo 12.C, se establece que los propietarios deberán adoptar las medidas necesarias para evitar las micciones en las fachadas de edificios y mobiliario urbano, además de recalcar que si se produjeran la persona que conduzca al animal «mitigará su efecto mediante el empleo de agua jabonosa o de otros procedimientos que garanticen la limpieza del lugar».
En principio, esta prescripción de obligado cumplimiento no afectaría, o al menos en ninguno de los dos textos lo especifica, en el caso de que el can levante la pata o agache el culo para desahogarse en una zona de césped de un parque o en la base de un árbol. No fregar esos orines está tipificado como infracción leve y las multas puede variar entre los 150 y los 700 euros dependiendo de cuál de las dos normas se aplique. El importe más alto estaría reservado para los casos de reincidencia.
«Se trata de un gesto sencillo, que requiere poco esfuerzo, pero que tiene un gran impacto», destaca Cuadrado Toquero, quien insta a mantener «entre todos una Valladolid limpia». El concejal explicó que desde la entrada en vigor de la norma se constituyó un grupo de trabajo de calle, en el que participan los servicios de Limpieza y Policía, que ha podido identificar los problemas a los que se enfrentaban para el cumplimiento de la ordenanza. Y este es uno de ellos, agravado, además, por la falta de lluvias en los últimos cuatro meses lo que ha impedido que los rastros del pis en aceras, fachadas, farolas o semáforos se diluyeran.
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