El fuerte viento no amaina la lucha feminista en Delicias: «No vamos a parar»

Ni el fuerte viento ni las lluvias intermitentes apagaron este sábado por la mañana la lucha feminista en el barrio de Delicias. Tuvieron los voluntarios de la Red Delicias que afanarse para que las cartulinas violetas -en las que posteriormente sellarían contundentes mensajes por la igualdad- quedaran bien sujetas y no se las llevara por delante el vendaval. También sostuvieron con firmeza la enorme pancarta diseñada para la ocasión con la que reivindicaban este Día Internacional de la Mujer, y alzaron la voz cuando la megafonía no funcionaba como debía para que el mensaje llegara a todo aquel que pasaba por la plaza del Carmen.

Pero nada ni nadie logró frenar el afán y la determinación del colectivo para conmemorar, un año más, el 8-M. Trabajadoras, estudiantes, desempleadas, pensionistas o con algún tipo de discapacidad. Unas más jóvenes -había hasta alguna pequeña, de no más de cinco años, cobijada en su carrito-, otras más mayores. Cada una con sus reivindicaciones y sus razones de peso para movilizarse en una jornada desapacible como la de este sábado, pero todas bajo un denominador común: lograr una igualdad real y efectiva. Más de medio centenar de personas -muchas eran mujeres, pero también acudieron hombres- se concentraron este sábado en el corazón de Delicias, convocadas por la Red Delicias, «moviéndonos hasta que cambiemos todo lo que tiene que cambiar».

Rindieron homenaje a jóvenes artistas del barrio, con la reproducción de canciones feministas que habían compuesto e incluso se animaron a bailar y a cantar a capela 'El jardín de las Delicias' para, seguidamente, proceder a la lectura del manifiesto. Fue Charo Rodríguez, voluntaria de la Red Delicias, la voz de todas aquellas que luchan, cada día, por una igualdad «real y efectiva» entre hombres y mujeres. «Luchamos por unas vidas seguras, sin miedo; por un mundo sin guerras, genocidios ni deportaciones, y por una vejez digna y la protección de todas las infancias y adolescencias. Queremos la seguridad de una vivienda, una sanidad, una educación y unos servicios públicos universales y de calidad, y no vamos a parar hasta crear unas instituciones no violentas y eliminar el patriarcado», clamó esta mujer, entre las ovaciones alternas de los allí presentes.

Red Delicias también exigió, a través de Charo Rodríguez, aspectos como la «maternidad elegida», un puesto de trabajo «seguro, digno y con sentido» y «una libertad que sea autonomía, posibilidades y expresión de la diversidad». «Queremos libertad para migrar y para quedarse; para ser, para transitar, para cambiar y para no hacerlo. También para todos los cuerpos, ocupen el espacio que ocupen, tengan la forma que tengan y vengan de donde vengan», continuó esta voluntaria, al tiempo que recordó uno de los principales motivos por los que decidieron salir, un año más, a la calle: «La justicia social y feminista».

«Nos movilizamos para luchar por la justicia social, por el reparto equitativo de la riqueza, por el fin del orden capitalista y por la igualdad radical», enumeró Rodríguez, mientras incorporaba al 'listado' cuestiones como no olvidar de dónde uno viene. «Seguimos construyendo nuestra memoria; recordamos a nuestras ancestras, que lucharon por un mundo mejor, y a las millones de mujeres anónimas que han ido construyendo desde su anonimato», apuntó.

También hizo hincapié en la solidaridad que caracteriza a Delicias, un barrio que lo construyen «las personas que vivimos aquí». «Nuestro barrio se construye desde la acogida de personas que vienen de otros lugares, sufriendo el desarraigo del lugar de origen, el desconcierto de lo nuevo y la esperanza de un futuro mejor», subrayó Charo Rodríguez.

Terminó su intervención y, por ende, para dar por finalizada la concentración, como lo empezó: recordando que no van a parar hasta lograr la igualdad: «Compañeras feministas, vuestras luchas son las nuestras, vuestra rabia es la nuestra. Seguimos aquí y no vamos a parar. Ni un paso atrás», sentenció.

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