La Diócesis permite la apertura del patio de los cipreses para atraer visitantes a la Catedral de Valladolid

Es, a buen seguro, uno de los reclamos patrimoniales más importantes de toda ciudad que se precie, pero lo cierto es que en Valladolid la Catedral, uno de sus edificios más emblemáticos, no acaba de atraer a todos los turistas que debiera a su paso por la ciudad.

Conscientes de la necesidad de impulsar las visitas a la seo, la Delegación de Patrimonio y Obras de la Diócesis de Valladolid quiere dar el último empujón al controvertido proyecto de apertura al público del patio trasero de los cipreses, que conllevaría un nuevo acceso para el Museo Diocesano. Para, de esta forma, intentar relanzar el turismo en un inmueble que ronda las 9.000 visitas anuales a su ascensor, con un crecimiento paulatino, pero lento.

La Diócesis de Valladolid presentará así este mes de febrero el anteproyecto para la Catedral a la comisión de seguimiento, en la que se encuentran representantes del servicio territorial de Patrimonio, pero también al Ayuntamiento, tanto a las áreas de Urbanismo como de Cultura. El objetivo es consensuar aquellos aspectos en los que, en principio, ya había un acuerdo, como es la conversión del patio de los cipreses en un espacio privado de uso público. Un acuerdo al que la Diócesis habría accedido tras un arduo proceso de encuentros tras la revisión del PGOU, que recogía este jardín de cipreses como espacio público.

Su apertura permitiría así, por un lado, que la ciudad recupere esta zona verde emblemática del centro y, por otro, que la Catedral logre un mayor número de visitas con la posibilidad de abrir un acceso al Museo Diocesano desde ese espacio. Pues en la Delegación de Obras se encuentran convencidos de que, pese a que el ascensor que eleva a los turistas a las alturas de la ciudad tiene tirón por sí mismo, el museo de la Catedral ayudaría a realzar este edificio.

De esta forma, la Diócesis eliminaría otro problema, que es el que se encuentran los fieles que cada día acuden al culto y se topan con turistas que lo interrumpen para entrar al museo.

El anteproyecto, que el Arzobispado ya tiene redactado y a punto de presentar al resto de administraciones, es solo una parte de un plan mucho más ambicioso, que incluye un proyecto de musealización más amplio y la instalación de una biblioteca en la Catedral, por un importe global de algo más de dos millones de euros. Si bien, esta última parte se plantearía para un plazo medio o largo.

La intención ahora es determinar qué aspectos se modifican en la Catedral y concretar la financiación de este tipo de actuaciones, algunas con varios años de tramitación. De hecho, en 2016 la Diócesis planteó la posibilidad de abrir un edificio de cristal junto a la colegiata, que fue desestimado.