

Apoyo mayoritario a la huelga en la fundición de Valladolid Saeta Die Casting
La plantilla dice «¡basta!» y se concentra ante la sede de la empresa para exigir que reconozca «la penosidad» de su trabajo
Al grito de 'Acoso laboral, a Saeta le da igual' y 'Saeta ni valora ni respeta', lema que también se podía leer en la pancarta ... que portaban, alrededor de un centenar de trabajadores de esta fundición vallisoletana del polígono San Cristóbal han salido a la calle para exigir mejoras en sus condiciones laborales y que se reconozca «la penosidad» de sus puestos.
La concentración de este martes ante la sede de la compañía ha sido la primera de muchas, puesto que tienen previsto realizar acciones similares todos los martes y los jueves en el marco de la huelga indefinida que han iniciado. Cada uno de esos días la plantilla de 112 empleados está llamada a parar durante cuatro horas por turno, mientras que los sábados y los domingos se amplía hasta las ocho que dura su jornada.
La protesta arrancó el fin de semana pasado y ha continuado hoy con un respaldo mayoritario. «El apoyo de los compañeros ha sido del 100%, quitando el turno de noche, en el que solo han trabajado ocho», mientras que en el turno de tarde «han entrado a trabajar tres con contrato fijo y dos temporales», según ha indicado el presidente del Comité de Empresa, Diego Gómez Caballero, de CGT.
Pese a ello, «por parte de la empresa no tenemos ningún tipo de acercamiento, ni se han pronunciado ni nada». En este sentido y como medida de presión, el representante sindical ha explicado que hace una semana trasladaron a la Dirección que no van a mantener ningún otro encuentro que no tenga que ver con sus reivindicaciones. Su sorpresa ha sido que «nos hemos enterado a las dos (de la tarde) de que lejos de negociar con los trabajadores, han decidido subcontratar piezas en otras fundiciones».
«Lejos de negociar con los trabajadores, la empresa ha decidido subcontratar piezas en otras fundiciones»
Diego Gómez Caballero
Presidente del Comité de Empresa de Saeta Die Casting
Los participantes en el plante ante la sede de la filial de Signify en la calle Aluminio, 25 de Valladolid han hecho patente su malestar con sonoras pitadas y bocinazos, a los que respondían en señal de apoyo con el claxon muchos de los conductores que transitaban por la zona. A esto se ha sumado la apertura junto a la entrada de sendos botes de humo negro y rojo (los colores de la Confederación General del Trabajo) a juego con muchas de las camisetas que vestían, que tenían la leyenda 'Metalúrgicos en lucha' en la espalda.
Acuden «medicados» para rendir
Como conclusión del acto el secretario del órgano de representación del personal, David San Modesto, ha leído un manifiesto por megafonía que ha empezado señalando que «la realidad que vivimos dentro de la fábrica es insostenible». «Soportamos altas temperaturas con un gasto calórico de hasta 300 kcal/hora, ruido constante que llega a los 142 decibelios, vibraciones continuas en brazos y manos por encima de normativa, y la exposición a humos tóxicos con agentes cancerígenos y polvo de aluminio en abundancia», ha recordado.
A esto hay que añadir «la carga física y los esfuerzos repetitivos» y «una alta fatiga cognitiva y la presión por la productividad», que les hace estar «al límite». Y lo más grave, «para colmo sufrimos acoso laboral. Se discrimina deliberadamente y se exigen responsabilidades y objetivos imposibles», lo que se plasmó en una denuncia conjunta de 49 operarios contra la misma persona. «Algunos compañeros están medicados para poder rendir. Otros se callan por miedo a represalias. Pero hoy decimos ¡basta!», ha sentenciado el delegado que ha puesto voz al colectivo, quien ha incidido en que «lo que pedimos no es un lujo, es justicia».
En concreto, exigen que Saeta Die Casting reconozca que desarrollan una labor de especial dureza, lo que les permitiría acceder a la compensación en forma de plus que está prevista para estos casos tanto en el convenio nacional del Metal como en la regulación provincial. Además reclaman mejoras en los ritmos y procesos para ganar en bienestar. «Queremos respirar aire limpio, trabajar sin miedo ni discriminación, y volver a casa con salud», ha dicho David San Modesto, «porque no somos máquinas. Somos personas. Y esta huelga es por nuestra dignidad y salud», ha concluido.
La convocatoria está apoyada por la totalidad del Comité, que está formado por nueve miembros de los que cuatro pertenecen a CGT, cuatro a UGT y uno a CC OO. Este último, Jesús Martín, ha añadido que «queremos respeto para la plantilla y más seguridad» y ha puesto como ejemplo de las carencias a las que se enfrentan que «después de pedir durante años un cuarto de auxilios nos lo han puesto hace dos meses». El integrante de Comisiones Obreras ha calificado de «inadmisible la situación de acoso» y ha lamentado que en lugar de ponerse de lado de los afectados la compañía «hizo caso omiso y defendió al acosador».
«Hubo 49 personas que reportaron al CEO de Signify y como medida preventiva lo único que hicieron fue trasladarlo a la fábrica del polígono de Argales –la antigua Indal– y sigue allí. Todavía sigue ejerciendo como jefe de taller y en el organigrama que tenemos de jefes sigue apareciendo», ha apostillado Diego Gómez, quien ha afirmado que están «dispuestos a tensar hasta donde haga falta porque la situación es insostenible». Ha apuntado asimismo que «Saeta no contempla ninguna trabajadora en el área de producción, siendo así una fábrica machista y saltándose el Plan de Igualdad», que según sus palabras «hace un año que está caducado», y ha detallado que «no contratan a mujeres precisamente por el gran esfuerzo físico y el ambiente penalizante».
Rechazo patronal a las acusaciones
Hace unos días fuentes de Saeta Die Casting rechazaron estas acusaciones y defendieron que «garantizamos las mejores condiciones de trabajo para nuestros equipos» y «cumplimos con toda la legislación vigente, también en medidas de seguridad y salud en el trabajo». Junto a esto, atribuyeron la movilización «únicamente a la falta de acuerdo económico», y respecto a la denuncia por acoso, sostuvieron que la sociedad «cuenta y cumple con un estricto código ético, dónde no se tolera ninguna conducta que cree, fomente o permita un ambiente de trabajo ofensivo, humillante o intimidatorio. Se dispone de protocolos de investigación rigurosos frente a situaciones que puedan ocurrir, asegurando la confidencialidad y la privacidad»,zanjaron.
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