El PSOE intenta silenciar a Eguiguren

La dirección del PSOE va a hablar con Jesús Eguiguren, el presidente de los socialistas vascos, para pedirle que guarde silencio sobre Batasuna y ETA una temporada. El cese de las especulaciones sobre el final de la banda y sobre las posibilidades del partido ilegalizado de estar en las elecciones, ordenado en el Gobierno y en el partido por el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba y bendecido por José Luis Rodríguez Zapatero, tiene en Eguiguren uno de sus mayores obstáculos. La reclamación de contención y prudencia en los comentarios públicos es fundamental, según fuentes socialistas, para evitar fisuras con el PP en el pacto antiterrorista, tensiones entre los socios de Gobierno de Euskadi y para mantener la política de firmeza contra ETA y no dar falsas esperanzas a la izquierda 'abertzale'.

El ministro de Fomento, José Blanco, reconoció que, como número dos del PSOE, va a hablar con Eguiguren, quien se ha prodigado en declaraciones y entrevistas sobre Batasuna, para decirle que «sería aconsejable que estuviera más silencioso» porque, «a veces, no lo está suficientemente».

El presidente del PSE mantiene desde hace años una relación personal fluida con el ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi y otros dirigentes de la izquierda 'abertzale', con quienes desbrozó el camino para el último y fracasado proceso de paz, y se caracteriza siempre en sus valoraciones por ver el vaso medio lleno en todo lo concerniente a los supuestos avances de la izquierda 'abertzale' para romper con ETA y apostar solo por las vías políticas.

La dirección socialista no solo va a pedir a su dirigente contención, sino que asuma su representación institucional y se ajuste a la postura oficial de firmeza y distanciamiento hacia los movimientos de Batasuna que patrocinan tanto el PSOE como el PSE. Que aparque las valoraciones personales. El portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, insistió ayer en ese mensaje: «El Gobierno socialista es el Gobierno socialista, el PSOE es el PSOE, y el señor Eguiguren es el presidente del PSE, pero no es el PSE».

Una china en el zapato

La china en el zapato que muchas veces es Eguiguren para el Gobierno se ha visto multiplicada en los últimos días al desvelar la Audiencia Nacional que declarará este mes, citado por la defensa de Otegi, en el juicio contra el ex portavoz por el mitin que Batasuna celebró en 2004 en el velódromo donostiarra de Anoeta, donde marcó la hoja de ruta para el proceso de paz posterior. El presidente del PSE tiene muy enfadado al PP no solo por ir a declarar llamado por la defensa de Otegi, sino también por decir que sería conveniente su excarcelación para que haga política y por dejar entrever su visión favorable al regreso de Batasuna a las instituciones.

En nada ha ayudado tampoco que el propio Otegi anticipe que va a declarar que la celebración del mitin que le ha llevado ahora al banquillo fue pactada con los socialistas, pese a la ilegalización y suspensión de actividades de Batasuna decretadas un año antes por el Tribunal Supremo. Alonso, entonces ministro del Interior, restó ayer importancia a la afirmación del dirigente de la izquierda 'abertzale' encarcelado porque el procesado «carece de credibilidad en esto y en todo».

La portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, hurgó ayer en esa herida al pronosticar que el PSOE puede convertirse durante el juicio en «rehén de su pasado», en referencia a las delicadas o comprometedoras informaciones que podrían desvelarse sobre el fallido proceso de paz. Añadió que «Eguiguren, más que colaborar con la Justicia, va a colaborar con el señor Otegi, y no sé lo que pasará, pero desde luego Otegi no me ha llamado a mí para que declare como testigo en su juicio porque de mí nada podría sacar».