Valladolid
El hijo de la detenida por robar una sudadera en Justo Muñoz: «Sus muráis, os entre un cáncer»Se dirigió a los agentes en tono amenazante en el momento que los policías empezaron a cachear a su madre
La ristra de improperios fue extensa. De todos los tipos y a todo aquel que se acercaba por la calle Teresa Gil de Valladolid a ... eso de las 18:20 horas del pasado lunes. Les tocó, principalmente, a los trabajadores de Justo Muñoz y a los agentes de la Policía Nacional y Municipal que intervinieron en un hurto que derivó en posibles delitos de amenazas y atentado a la autoridad. Todo se desencadenó cuando los empleados de la tienda de deportes, de juguetes y artículos de regalo se percataron de que una mujer, a la postre detenida, había robado presuntamente una sudadera.
Fue la encargada del negocio la que afirmó ante los agentes que la había visto guardando la prenda de vestir en una bolsa. Y de repente sonó la alarma del establecimiento, así que ante un posible robo en el interior, los trabajadores decidieron bloquear la salida a la calle al bajar la puerta metálica.
Pero eso no frenó a la mujer de 48 años, que se encontraba dentro de Justo Muñoz con su hijo de 22 años. Con las mismas tiraron de brazo para levantar y forzar la verja hasta que consiguieron salir a la calle. Ahí empezaron los primeros insultos hacia los empleados. «Salir aquí, salir para la calle», llegaron a escuchar dos agentes municipales.
Con la Policía ya en el lugar de los hechos, esta escuchó a la encargada del local. Relató la historia de la sudadera y fueron a identificar a los dos sospechosos. El hijo entregó su DNI, aunque la madre solo refirió su nombre sin acreditarlo con la documentación oficial.
A pesar de todo se la efectuó un registro de una bolsa que portaba en ese momento. En el interior se hallaban unas zapatillas que sí que había abonado por un precio de 75 euros (lo acreditaba el tiquet de compra), aunque había más efectos que no justificó su procedencia.
«Salvaje, chula, potra»
Todo eso descontroló más la situación y la mujer empezó a insultar a la agente de la Policía Nacional que había iniciado la inspección ocular de la bolsa. Se la informó que la iba a cachear, por los improperios aumentaron. La llamó «salvaje, chula y potra» para llamar la atención de los viandantes a la par que completaba aspavientos con las manos.
Como en ningún momento se identificó, se la informó que iba a ser detenida para llevarla a dependencias policiales. Mientras la querían introducir en el coche policial, esta se revolvió y agredió a dos agentes en diferentes partes del cuerpo.
El arresto de su madre propició que su hijo perdiera los nervios e iniciara unos continuos insultos y amenazas a los policías. «Me cago sus muertos, sus muráis, os entre un cáncer», gritaba el joven a los uniformados mientras se golpeaba «intencionadamente» con el cristal del establecimiento. Aunque no hubo lesión.
Finalmente fue reducida e introducida en el vehículo policial, no sin antes sacar unas nuevas amenazas a pasear de camino al centro médico. «Cuando te vea por la calle, te vas a enterar. Cuando te vea sin uniforme, ya lo verás», remató la detenida.
Este suceso no es la primera vez que se da en la tienda de Justo Muñoz de Teresa Gil. Pasó hace casi dos años, en junio de 2023. En aquella ocasión, la Policía Municipal detuvo a una pareja que había agredido brutalmente al personal tras robar una camiseta.
En aquella ocasión también se bajó la verja, aunque los detenidos golpearon a los trabajadores para después forzar la puerta y salir a la calle.
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