Vida de Barrio

Un día en Parquesol: «No somos un barrio de ricos, aquí vive gente trabajadora»

Hay que retroceder hasta la década de los 80 para adentrarse en los orígenes del barrio de Parquesol. La construcción de esta zona situada al suroeste de Valladolid nace en el antiguo 'Cerro de la Gallinera', una zona elevada que albergaba granjas avícolas. Antonio Alfonso, que fue presidente del Real Valladolid entre 1967 y 1970, sacó a la luz la creación de un nuevo barrio en la ciudad que fue paralizado en 1979 por el entonces alcalde Tomás Rodríguez Bolaños ante la falta de previsión en la urbanización.

Años después, en 1982, se construyó el nuevo estadio José Zorrilla con motivo del Mundial de Fútbol para acoger algunos partidos de esa competición. Además, ese mismo año también se inauguró el centro comercial Continente, ahora Carrefour, y ambas obras impulsaron el desarrollo de nuevas edificaciones. Estas empezaron a florecer principalmente por la calle Doctor Villacián bajo el influjo de otro presidente del conjunto blanquivioleta, el leonés Marcos Fernández. Ya en 1986, el barrio empezó a tomar forma y contaría con aproximadamente 4.000 habitantes, asentándose así el que es uno de los proyectos urbanísticos más importantes de la ciudad hasta la actualidad.

Estamos ante un barrio moderno, en el sentido de que carece de edificios históricos o emblemáticos que hablen de su pasado, pues solo algunas granjas avícolas -ya desaparecidas- eran las que podían dar noticias sobre la historia y nacimiento de uno de los lugares más poblados de Valladolid en la actualidad. Este cuenta con 26.086 vecinos según los últimos datos de su asociación de vecinos 'Ciudad Parquesol', los cuales viven en su mayoría rodeados por viviendas de gran altura, con manzana cerrada, y dejando los bordes para viviendas unifamiliares, dotaciones y zonas verdes.

Con grandes parques, comercios, un amplio repertorio de restaurantes y bares, miradores para observar toda la ciudad o el nuevo ascensor inaugurado el 25 de mayo de 2023 que elimina la barrera de 180 escalones, Parquesol cuenta con multitud de servicios, siendo una de las zonas más desarrolladas de la ciudad.

No obstante, Juan José Álvarez, presidente de la asociación Ciudad de Parquesol, apunta a que en los últimos meses, las obras por la red de biomasa han provocado «un caos» en el barrio. Muchas de las principales calles permanecen cortadas, se forman grandes atascos y «algunas zonas verdes por la que tanto hemos luchado por conseguir están quedando destrozadas» apunta. Como ejemplo, señala el césped del parque del reloj, situado frente al colegio Tierno Galván, que está dañado precisamente por los trabajos de la red de calor.

En cuanto al barrio y a sus vecinos, Juan José deja claro ante los clásicos tópicos de la zona que «no somos un barrio de ricos, aquí vive gente humilde y trabajadora» y apunta a que, cuando vinieron los primeros vallisoletanos a vivir aquí, «se luchó de forma humilde para conseguir entre todos que Parquesol crezca».

En la calle Amadeo Arias, se encuentra una de las cafeterías históricas de Parquesol como es Amanecer. Ahí lleva el timón desde hace 33 años Paco Fernández, que ha vivido de primera mano la notable evolución del barrio desde que abrió su local en 1992. «Esto ha cambiado mucho desde que empecé, Parquesol ha crecido en todos los sentidos y es una zona muy importante de Valladolid» apunta.

Eso sí, deja claro que, a pesar de la gran cantidad de vecinos que lo conforman actualmente «esto sigue siendo como un pueblo, la gente se conoce y tu les acabas también conociendo, son como una familia y hablas de todo con ellos» dice orgulloso un veterano hostelero que no tardará mucho en cerrar las puertas de su cafetería.

Unos metros más adelante, en la plaza Marcos Fernández, una de las zonas más emblemáticas del barrio que cuenta con una pequeña estatua en homenaje al que fue presidente del Real Valladolid e impulsor de la construcción de Parquesol, los vecinos aprovechan el buen tiempo para pasear y tomar algo en las terrazas los bares.

«Yo llevo aquí 27 años, es cierto que se pueden mejorar muchas cosas, pero la realidad es que no necesitamos salir de aquí para nada» explica Raquel Duque. Esta vecina que se conoce el barrio como la palma de su mano deja claro que es una zona «muy cómoda para vivir y con muchos servicios» y que su evolución desde que ella se mudó «ha sido muy positiva».

Con gran cantidad de obras en algunas de las principales calles que dificultan la circulación, Parquesol continúa luchando por mejorar su zona a pesar de que, como bien indican sus vecinos y comerciantes, estamos ante uno de los barrios con mejores servicios, cómodo para vivir y que desde su construcción ha experimentando una muy notable evolución.

• Temas
• Vida de barrio