Valladolid
La acusada del accidente mortal de la Nochebuena de 2022 alega que la deslumbró otro cocheLa Fiscalía ha ratificado la petición de cinco años de cárcel por un delito de homicidio con imprudencia grave mientras que la defensa pide la absolución por una negligencia «leve»
La Audiencia Provincial de Valladolid ha retomado este miércoles el juicio por el accidente mortal que tuvo lugar en la Nochebuena de 2022, por el ... que la conductora de uno de los dos turismos, Darla Xiomara F. L., se enfrenta a una pena de cinco años de prisión por un delito de homicidio con imprudencia grave y otros dos delitos de lesiones con grave deformidad y enfermedad somática, según lo solicitado por la Fiscalía, que ha elevado estas peticiones a definitivas ante la sala.
El juicio finalmente ha tenido lugar durante la tercera vista oral programada, después de dos suspensiones, una de ellas ante la imposibilidad de que un juzgado de lo Penal llevara la causa por lo elevado de la pena solicitada por la acusación pública, la máxima para el delito de homicidio por imprudencia. La vista se aplazó de nuevo hace dos semanas, ante la incomparecencia de la acusada por enfermedad, que este miércoles ha sido la primera en testificar. Con un leve hilo de Voz, se ha declarado «inocente», respondiendo a todas las preguntas, de acusaciones y defensas.
La mujer, que no se encontraba bajo los efectos de alcohol o drogas en el momento del accidente, ha defendido durante el interrogatorio del fiscal que volvía de Puente Duero junto a su hermano, donde iban a celebrar la festividad, hacia Valladolid para recoger a unos familiares, cuando un coche la deslumbró y vio «todo blanco», momento en el que perdió el control del vehículo. «Frené y no respondía, la dirección no hacia caso y de repente empezó a dar vueltas y vueltas hasta que chocamos», ha recordado, al borde del llanto, negando que se saliera de la carretera.
Durante las testificales, en las que todas las partes han dirigido las preguntas a determinar la responsabilidad de la acusada en el siniestro, también se ha tratado de dirimir si la joven cumplía con su obligación de llevar gafas para conducir en la tarde de autos, tal y como ha aseverado, pese a que no fueron localizadas en el vehículo ni las llevaba puestas cuando la atendieron. Otra cuestión controversial ha sido la posibilidad de que el ocupante fallecido, que viajaba en el asiento del copiloto del otro vehículo, no hiciera uso del cinturon de seguridad en el momento del impacto. «Los paramédicos llegaron primero y solo recuerdo que uno me dijo que había un fallecido y que no llevaba el cinturón de seguridad», aseguraba.
Cuestiones contradictorias
Algo que han ratificado los guardias civiles que se desplazaron al lugar del siniestro y elaboraron los informes técnicos de reconstrucción del accidente, que han comparecido con la doble condición de testigos y peritos. Los agentes han asegurado con rotundidad que el fallecido no llevaba el cinturón de seguridad, a juzgar por la posición de la correa y al quedar el dispositivo «bloqueado». Así como por los daños en la luna frontal del vehículo y las lesiones de la víctima, que presentaba un «traumatismo craneal severo» coincidente con el impacto. Y aunque han señalando que la ausencia del cinturón de seguridad ha tenido un «papel relevante», matizaban que de haberse evitado el impacto en la cabeza la muerte podría haberse producido igualmente a causa de otras lesiones.
Precisamente a ello hacía alusión con posterioridad la médico forense que realizó la autopsia, quien ha descartado que la causa del fallecimiento sea el impacto en la cabeza. «Las lesiones a nivel de tórax eran más graves, afectaron al corazón y a la vena aorta, que estaba rota», ha detallado, aseverando que la muerte se produjo como consecuencia de estas fracturas, que podrían estar «causadas por la sujección del cinturón de seguridad».
Los guardias civiles, taxativos en achacar el accidente a un despiste por «falta de atención a la conducción»
Sí han sido más taxativos los agentes con las circunstancias del accidente, que han rechazado que fuera fruto de un deslumbramiento, pues, a juzgar por lo visionado en las cámaras del acuartelamiento, pasan «al menos cinco segundos» desde que esta se cruza con un último turismo hasta que se produce la salida de vía. En su lugar la achacan a una «falta de atención a la conducción» fruto de un despiste de unos dos segundos en los que creen que pudiera ir hablando con su hermano, el tiempo que transcurre desde que llega a la cuneta y reacciona con una «maniobra errónea» pero también «instintiva» que termina con el vehículo invadiendo el carril contrario.
Durante la sesión también ha comparecido la viuda del fallecido, que entraba en la sala con dificultades para caminar y apoyada en un bastón, que ha precisado de la ayuda de la secretaria judicial para subir al estrado. La mujer conducía el vehículo de camino a Valdestillas aquella fatídica tarde de Nochebuena. Apenas llevaban unos pocos kilómetros tras una breve parada en Covaresa, cuando se dirigió a la carretera del Pilar, donde, a la altura del cuartel se produjo el siniestro.
«Vi la luz, luego llegó el golpe y vi a mi marido muerto al lado, fue horroroso»
Víctima del accidente
«Vi la luz, luego llegó el golpe y vi a mi marido muerto al lado, fue horroroso», ha recordado la mujer, que a causa del siniestro estuvo cerca de seis meses hospitalizada, requirió dos intervenciones quirúrgicas y sufre secuelas psicológicas, daños todos ellos de los que se ha tratado de determinar el alcance para determinar la responsabilidad civil de la aseguradora, que de momento ha indemnizado a la viuda con 86.484 euros en concepto de daño personal por el fallecimiento, de los cerca de 363.298 euros que solicita en total la Fiscalía para la esposa del fallecido y otros familiares por daños morales y lesiones.
Por su parte, la acusación pública ha mantenido la petición de cuatro años por el mismo delito de homicidio por imprudencia grave, mientras que las defensas han pedido la libre absolución, alegando además dilaciones indebidas. En su defecto, la defensora de la acusada solicitaba a la sala que de percibir imprudencia muy grave la pena quedase fijado en tres delitos por lesiones graves y no así homicidio, al considerar que de existir una negligencia por parte de su defendía esta fue «leve». El juicio, tras las conclusiones finales en las que todas las partes han mantenido su postura, ha quedado visto para sentencia.
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