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Uno de los siete jóvenes acusados (i) por la presunta violación múltiple en Manresa a una menor de 14 años, llega a la Audiencia Provincial de Barcelona. Efe
La víctima de La Manada de Manresa incrimina a tres de los siete acusados

La víctima de La Manada de Manresa incrimina a tres de los siete acusados

La joven declaró este lunes en el juicio que se sintió intimidada tras ver una pistola en manos de sus agresores mientras era violada

cristian reino

Barcelona

Lunes, 8 de julio 2019, 13:23

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El juicio contra la llamada Manada de Manresa, siete jóvenes que están acusados de haber abusado de una adolescente de 14 años durante un botellón en una nave abandonada de esta ciudad barcelonesa en octubre de 2016, celebró este lunes una de sus sesiones clave, con la declaración de la víctima.

La chica aportó un elemento que puede ser determinante para que la Fiscalía decida calificar los hechos como violación en vez de como abusos sexuales. La joven, pese al alcohol que ingirió, recuerda que fue violada y rechazó que hubiese consentimiento. «Hombre, si llevaban pistola», contestó. «Me sentí intimidada por la pistola y por ellos. Solo lloraba», añadió. La víctima, protegida por una mampara (para evitar el contacto visual con los supuestos agresores) y acompañada por una psicóloga, tuvo que contar por quinta vez lo ocurrido en aquella nave en la que fue supuestamente violada por seis jóvenes -hay un séptimo acusado de masturbarse mientras presenciaba la violación múltiple, sin impedirla- durante una fiesta en la que unas 20 personas celebraban la noche de Halloween.

La cuestión de si fue intimidada es clave para elevar la calificación de un abuso sexual a una violación. En este caso, la Fiscalía imputa un delito de abuso sexual continuado a seis de los siete procesados. Pide entre 10 y 12 años de cárcel, las máximas del tipo penal previsto para castigar los ataques sexuales en que no concurre violencia ni intimidación. Pero si hubo intimidación, como sostuvo la víctima, la Fiscalía podría acusarlos por agresión sexual en su calificación definitiva.

La joven dijo que solo recordaba flashes de lo que ocurrió aquella noche, en que había bebido y fumado marihuana y en la que los acusados podrían haber anulado su voluntad con alguna sustancia en su bebida. En esos flashes, la víctima fue capaz de recordar el ataque sexual de tres de los acusados forzándole a practicar relaciones que no quería. Los otros tres también cree que la forzaron porque se lo contó su amiga, con la que había acudido a la fiesta junto a otros conocidos.

Con uno de los acusados, el que empezó la agresión, había mantenido una relación con anterioridad, pero ese día le dijo que no quería. Se sintió atemorizada, insistió, porque se iban pasando la pistola entre tres de ellos. Dos, explicó, la obligaron a hacerles una felación y un tercero la penetró. En otro de sus recuerdos, tiene la imagen de que estaba en el suelo llorando y varias personas masturbándose alrededor.

El interrogatorio fue muy duro por parte de los defensores y el presidente del tribunal tuvo que intervenir para recordar que se trataba de una menor. Y que, por ejemplo, no procedía preguntarle por su vida sexual o por si gritaba aquella noche. Los defensores buscaron que cayera en alguna contradicción sin éxito. La chica mantuvo la versión que ya había dado a los Mossos y a los forenses durante la instrucción.

Una amiga de la víctima, con la que que acudió a la fiesta, corroboró la versión de la menor y ofreció aún más detalles. Uno de los acusados llevó a la víctima a una caseta apartada. Al rato, regresó donde estaba el grupo y dijo: «Quince minutos cada uno». De esta forma, dio vía libre al resto de acusados a violar a la menor. La amiga oyó gritar a la víctima, por lo que pidió ayuda a otra joven presente (mayor de edad). Se acercaron a la caseta apartada y encontraron a uno de los acusados violando a su amiga, mientras otro de ellos se masturbaba. Los gritos de espanto de las chicas provocaron que todos salieran corriendo de la nave. «Se me ha ido todo de las manos», aseguró la testigo que dijo el joven acusado que inició la supuesta agresión sexual en grupo. Otro de ellos, según el relato de la amiga, la apuntó con la pistola para que que no denunciara nada.

En el inicio del juicio, los acusados negaron los hechos. Dieron distintas versiones. Desde rechazar que mantuvieran contacto alguno con la menor durante la fiesta hasta incriminar a dos asistentes al botellón que no están encausados o señalar que la chica estaba borracha y se jactaba de querer «tirarse a todo el mundo». En las pruebas biológicas practicadas a la menor solo se hallaron restos de ADN de uno de los procesados.

Detenida una joven por abusar de una chica en Gijón

Una joven de 19 años ha sido acusada de un delito de abusos sexuales y de otro de lesiones por haber realizado tocamientos a otra chica cuando ambas se encontraban en el recinto de la Semana Negra de Gijón. Según informó la policía, hacia las tres de la madrugada del domingo la joven se abalanzó sobre otra a la que comenzó a realizar tocamientos e intentó introducirle un dedo por el ano. Un amigo de la víctima que intentó ayudar y separar a las mujeres perdió un diente y sufrió varias lesiones más al recibir dos cabezazos de la agresora.

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