«Cuando no me quieran, me iré, tampoco quiero ser una carga»
La figura azulgrana valora un periplo casi inédito en sus 18 temporadas en el primer equipo: cuatro jornadas seguidas sin jugar por decisión técnica
Con 18 temporadas en el primer equipo de la Gimnástica Segoviana —un periplo que se extiende a los 24 sumando a las temporadas de cantera— ... Manuel Olmedilla (7 de julio de 1989) vive un periodo inédito en una carrera sin apenas lesiones, un cuerpo que ha asimilado más de 30 partidos con curso con total naturalidad. Lleva un mes sin jugar por decisión del nuevo entrenador, Iñaki Bea. Él lo respeta y trabaja para estar preparado cuando llegue la oportunidad. Por eso se queda tras los partidos haciendo su receta física equivalente: media hora de acelerones en Coruña, incluso cuando el responsable del campo le dice que va a apagar las luces: «Me quedan dos rectas y las voy a hacer». Incluso cuando entró como juvenil no bajó de 20 partidos; en este curso ha jugado en cinco de 12. Se declara en plena forma, con una punta de velocidad por encima de los 30 kilómetros por hora. Está listo para la visita del Astorga a La Albuera (17:00 horas).
–¿Por qué no juega?
–No lo sé, no lo llego a entender. El entrenador está confiando en otra gente, la dinámica de resultados es buena, sus motivos tendrá. Por mi parte solo queda seguir ayudando en los entrenamientos, como hasta ahora, y esperar el momento. Confío en que vuelvan a llegar los minutos. Nunca he pedido explicaciones de por qué jugaba y nunca las pediré de por qué no juego. Haré lo que está en mi mano. Entrenar más, llegar pronto, quedarme después haciendo tareas de gimnasio, entrenar después de los partidos, aunque le apaguen las luces.
–¿Cómo se mantiene la motivación sin jugar el domingo?
–Primero, porque disfruto entrenando. Después, por el respeto que tengo por todos mis compañeros. Cuando formas parte de un grupo tienes que mirar más allá de lo individual. El apoyo que recibo de ellos es esencial para no bajar los brazos.
–¿Es peor ahora que en su mejor versión?
–Lo hablo mucho con mi hermano, de las personas más críticas. Sin él, me hubiera conformado con menos. Pasan los años, pero no soy peor. Con los GPS se alcanzan picos de velocidad que no alcanzaba desde hace dos o tres años. A nivel físico, me mantengo muy bien, aunque no lo pueda demostrar en un partido, tengo la seguridad de que es así. No tengo ninguna duda de que puedo seguir aportando al equipo.
–¿Son René o Diego Campo mejores que usted?
–Cada uno tiene sus características. De lo que no tengo ninguna duda es que, a lo largo de una temporada, en una plantilla que no es larga, necesitas a todos.
«Confío en que vuelvan los minutos. No tengo ninguna duda de que puedo seguir aportando»
–¿Le sorprende que Ibañes le haya adelantado en la rotación?
–Son decisiones del entrenador, yo las respeto al máximo, jamás me voy a poner por delante de un compañero. Con Rodri tengo una relación magnífica, me alegro de todo lo bueno que le pase. Está jugando muy poco, eso es más fácil afrontarlo con 36 años que cuando sales de sub-23. Eso es una responsabilidad mía y de compañeros que tenemos esa trayectoria. Su padre es un ídolo desde pequeñito y el otro día me hizo un regalo que se me pusieron los pelos de punta: su camiseta y el pantalón de la selección. Eso significa que algo estás haciendo bien en el vestuario, más allá de jugar. Hay que cuidar a la gente.
–¿Cuál es el papel de un capitán cuando no juega?
–El compromiso con el club va más allá de jugar, hay que ayudar a que el club crezca, a que la gente que viene esté a gusto desde el minuto uno. Es muy fácil ser tú dentro del vestuario. Es algo que aprendí con Ramsés, Agustín, Chema, Anel… La Sego no es solo venir aquí y quedar primero, sino representar esos valores. Quizás sea un reto cuando no participas el domingo, pero hay que llegar el lunes y entrenar al máximo. Reconocer al compañero que lo ha hecho bien y apoyar al que no ha jugado, como tú. Las palabras son muy bonitas, pero si estás ahí entrenando en un día libre, das ejemplo. Con cosas así se puede seguir ayudando, como capitán o como compañero. Y las hago con gusto.
–¿Por qué se queda el último tras los partidos?
–Porque quiero estar bien. Si luego llega la oportunidad y no estás preparado, ¿qué dices?
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–¿Qué echa más de menos?
–El partido es lo más bonito de la semana, como cuando tú estudias para un examen y lo haces bien. Aparte de sentirte tú reforzado, estás ayudando al equipo. Esa sensación es maravillosa.
–¿Se siente parte del liderato?
–Por supuesto. Para que los 11 que salgan rindan bien, tiene que haber un trabajo semanal. Y he participado en cinco partidos. Si no me sintiera parte, tendría una visión egoísta que no tengo.
–¿Cuál es el objetivo del año?
–El primero es ganar al Astorga. Luego, llegar a abril en disposición de luchar por el campeonato Si te digo que vamos a luchar por el 'play out' me llamas loco, pero si nos vamos cuatro años atrás, ¿a que no te parece raro? Lo que ha crecido el club. Y lo que me alegro de haber contribuido.
«Quizás sea un reto ser capitán cuando no juegas, pero hay que llegar el lunes y entrenar al máximo»
–¿Su continuidad depende de los minutos que juegue?
–Es que ponerme a valorar si voy a seguir jugando al fútbol en noviembre, participando menos, es jodido. No sé lo que haré. Entrenaré y jugaré aquí hasta que me quieran. Cuando no me quieran, me iré. Si es Navidad, en Navidad. Y si es en mayo, en mayo. Cuando note que ya no pueda ayudar, será el momento de dar un paso a un lado. Y ahí, para ser objetivo, tendrás que preguntar a gente que realmente te quiere. Después de 18 años, tomar una decisión así es difícil. Si percibes que sigues siendo competitivo y no lo estás pudiendo demostrar los domingos, hay que valorar otras cosas.
–¿Hay un Manu fuera de la Sego?
–Si me lo preguntas ahora, te diría que no. Pero igual me lo preguntas en dos semanas y te digo que sí. O me lo preguntas el cinco de mayo y te digo que no.
–¿Es más una decisión de semanas que de meses?
–No son decisiones en caliente. Si quieres ayudar y no puedes, tampoco quiero ser una carga. Ni me molan las especulaciones, que se hable por qué no juega este. Perfil bajo, trabajar y entrenar hasta el último día. A día de hoy, seguiré aquí, es lo más normal, pero si en un momento dado creen que puede estar alguien que aporte más que yo en todos los sentidos, me marcho.
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