Un primer encierro rápido y con fuerza deja bonitas carreras en Cuéllar

El traslado desde los corrales comenzó con una bonita salida, aunque el movimiento de la manada y los caballos levantó una intensa polvareda que impidió disfrutar del espectáculo más allá de los primeros metros a las cientos de personas que se habían concentrado en la zona. Antes de llegar al pinar, algunos toros comenzaron a pararse, lo que hacía prever un trayecto más tranquilo. Sin embargo, el desarrollo fue algo más movido de lo esperado.

Los jinetes apenas lograron detener la manada en el pinar, por lo que el paso por la zona de Las Máquinas fue muy rápido. La manada se dividió en dos grupos: uno con cuatro toros y otro con dos, aunque ambos se reagruparon antes del cruce de la carretera de Cantalejo, que se realizó de forma pausada.

Posteriormente, los jinetes lograron detener el grupo antes del primer túnel bajo la autovía de Pinares, realizando un prolongado descanso. No obstante, la manada volvió a dividirse al cruzar el túnel: cuatro toros pasaron con el grueso de jinetes, mientras que dos quedaron rezagados. La dirección de campo decidió enviar a tres cabestros de vuelta para reagruparlos, logrando finalmente reunir a todas las reses en la zona alta del embudo y realizar un descanso previo a la entrada en la villa.

Ya desde su entrada por la calle Camilo José Cela, la manada se presentó dividida: cuatro toros accedieron con mucha fuerza en un primer grupo, y poco después lo hicieron los dos restantes acompañados de varios bueyes. A lo largo del recorrido, esa separación se mantuvo, con los toros agrupados en tres grupos de dos. Esta circunstancia, sin embargo, permitió a los mozos realizar vistosas carreras, incluso en dos o tres ocasiones, aprovechando diferentes pitones y a muy buen ritmo, lo que fue agradecido por los corredores. Muchos expresaron su satisfacción al término del encierro, destacando las buenas sensaciones generales a pesar de la dispersión de la manada.

Fraile también valoró positivamente la limpieza del encierro y la ausencia de incidentes, subrayando la participación de mozos llegados desde distintos puntos del país.

La Asociación Encierros de Cuéllar, en su informe diario, destaca la buena salida de los toros desde corrales, con una formación compacta: bueyes delante y los bravos en el centro. También califican de correcta la recogida inicial por parte de los jinetes, «sin ningún peligro a pesar del excesivo polvo».

Sobre el traslado por el campo, señalan la rápida llegada a la zona de Las Máquinas en dos grupos «bien controlados», aunque hubo complicaciones tras el cruce de la carretera. Elogiaron la labor de los caballistas reconduciendo a los cabestros para reagrupar la manada en la parte alta del embudo, donde se mantuvo sin incidencias hasta la hora del encierro.

En el tramo urbano, destacan la entrada a buen ritmo, la disgregación de la manada y las buenas carreras que pudieron verse, especialmente en la calle Parras, donde incluso se escucharon aplausos del público en la zona final del recorrido.

También resaltaron el tradicional baile de rueda, en esta ocasión a cargo del grupo Los Ramos, con hasta 20 integrantes. La asociación subraya «la impresionante afluencia» que genera este acto, que consideran «de lo mejor del encierro», y aseguran que se contaron más de 400 participantes.

No obstante, en su valoración final critican la ausencia de medidas para reducir el polvo en el tramo de campo, especialmente en la zona de la suelta, al considerar que «puede generar gran peligro».

En líneas generales, valoran el encierro de Araúz de Robles como «otro buen encierro», destacando los numerosos aplausos recibidos por la manada, también durante el descenso por el embudo.

Una vez en los corrales de la plaza, las reses participaron en la tradicional probadilla, que se vio algo deslucida por la aparición de algunas gotas de lluvia que acompañaron a los cuellaranos durante las actividades de la mañana