Un cuento para superar miedos

El protagonista es un niño que presenta a todos sus monstruos, basados en miedos comunes entre los más pequeños. La oscuridad, las tormentas, el ruido o la soledad cobran vida en esta historia con un toque divertido y cercano que lleva directo a la moraleja: los monstruos son amigos y es importante tratarlos como tales. En el cuento, el pequeño protagonista explica que 'mis monstruos son solo míos', para demostrar que es él quien domina sus miedos y no al revés.

El objetivo es hacer de este cuento una herramienta para superar miedos y monstruos, por lo que no podían faltar unas ilustraciones acordes al tono en el que se narra una historia que ya está despertando la curiosidad de muchos pequeños. No hay una edad concreta en la que delimitar la recomendación de este cuento, pues «al fin y al cabo, todos seguimos teniendo monstruos», señalan los creadores.

Las ilustraciones del cuento hacen guiños a todas las ciudades en las que ha vivido el autor, elementos que juegan un papel fundamental en el argumento, y símbolos vinculados a la tierra de los autores, defensores de la vida rural y sus raíces, por lo que han aprovechado la oportunidad para llenar las páginas de detalles segovianos.