Aparcar en Segovia, barrio a barrio: vecinos piden extender la ORA y priorizar a los residentes
La supresión de plazas de aparcamiento en Nueva Segovia reabre el debate sobre el estacionamiento en los barrios
El proyecto 'Espacios de oportunidad: Acueductos de biodiversidad', que financiado con fondos de la Unión Europea promueve, entre otras actuaciones, la renaturalización de cuatro plazas ... en el barrio de Nueva Segovia (Tirso de Molina, Fernando de Rojas, Bécquer y Calderón de la Barca), con la consiguiente supresión de estacionamientos, está siendo objeto de una gran polémica ciudadana. El comienzo de las obras, el pasado 1 de septiembre, ha disparado los temores del vecindario, que lamenta la eliminación de 200 aparcamientos (113 según el Ayuntamiento). El conflicto, azuzado por Vox, ha reabierto el debate sobre la gestión del aparcamiento en los barrios de Segovia, problema que afecta de manera desigual pero generalizada a toda la ciudad. Los representantes vecinales del resto de los barrios de la capital se pronuncian el respecto, hablan de los problemas detectados y de las soluciones a adoptar. Eso sí, no quieren ni pensar que lo de Nueva Segovia les hubiera ocurrido a ellos.
Nueva Segovia: epicentro de la controversia
Los vecinos de cuatro plazas del barrio de Nueva Segovia se preparan para tres meses en los que aparcar su coche a la puerta de casa será una tarea imposible. La renaturalización de Calderón de la Barca, Bécquer, Fernando de Rojas y Tirso de Molina se ejecutará hasta finales del otoño en una intervención que impedirá dejar estacionados los coches en estos espacios. Para algunos de estos residentes, el verdadero problema llegará cuando acaben las obras, pues el resultado acabará con la comodidad a la hora de buscar aparcamiento. La eliminación de 113 plazas de aparcamiento responde, según el Ayuntamiento, a la necesidad de crear zonas verdes que promuevan la sostenibilidad urbana, en línea con los objetivos de la Agenda 2030, pero los vecinos aseguran que la cifra real de plazas suprimidas se acerca a las 200, lo que ha desatado duras críticas.
Casco antiguo: la «selva» del fin de semana
Clemente Oria, presidente de la Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado (Avras), cree que la situación del casco antiguo en materia de movilidad es crítica. La configuración estrecha de las calles y la afluencia masiva de turistas, especialmente los fines de semana, convierten el aparcamiento en una odisea. «Los fines de semana es una selva. El turismo satura las plazas, y los vecinos podemos pasar más de media hora dando vueltas sin encontrar sitio». La asociación ha propuesto al Ayuntamiento restringir el acceso de vehículos no residentes los fines de semana desde la calle San Juan, permitiendo el paso solo a residentes, servicios públicos y huéspedes de hoteles. Además, aboga por la creación de aparcamientos disuasorios a ambos lados del Acueducto, bien comunicados con transporte público gratuito o de bajo coste, y mejor señalizados para turistas. «No entendemos por qué insisten en traer más coches al centro cuando en otras ciudades se hace justo lo contrario», critica Oria, que rechaza proyectos como el aparcamiento del Salón y se decanta por construir uno de varias plantas en el Velódromo.
San José Obrero: falta de garajes y escasez estructural
En el barrio de San José Obrero, cercano a Nueva Segovia, la escasez de aparcamientos es «crónica», en palabras del presidente de la asociación de vecinos, Javier Pardo. La falta de garajes en la mayoría de los edificios obliga a los vecinos a depende exclusivamente de la calle, donde las plazas se han ido reduciendo con cada obra municipal. «Cada vez que hacen una obra, quitan metros de aparcamiento en las esquinas. Es una locura», lamenta Pardo. La asociación ha planteado aprovechar los patios comunitarios para crear plazas de aparcamiento, aunque reconoce que la viabilidad es limitada. Pardo también destaca el impacto del turismo y de los trabajadores de otros barrios que aparcan en San José para luego bajar al centro. «No queremos zona azul, porque no soluciona nada. Lo que necesitamos es que el Ayuntamiento escuche y busque soluciones reales, no que nos quite más plazas».
Santa Eulalia: el impacto de los no residentes
A determinadas horas del día, especialmente por la mañana, encontrar una plaza libre en Santa Eulalia es misión imposible. Y eso que comparte con Santo Tomás un aparcamiento subterráneo -el de José Zorrilla- que sigue sin llenarse. Su representante vecinal, Esther Santos, cree que la supresión de estacionamientos en Blanca de Silos ha agravado el problema. Además, la avenida de la Constitución, adonde no llega la hora, se ha convertido en un aparcamiento «gratuito» para conductores que viven en el alfoz y bajan a Segovia a trabajar. Entre las 7:30 y las 16:00 horas, los vecinos no tienen apenas opciones de encontrar sitio. «Nuestra asociación lleva años reclamando la extensión de la zona ORA a espacios como la calle Cantarranas, la avenida de la Constitución o la plaza de Carrasco, donde la falta de regulación permite el estacionamiento prolongado de no residentes», recuerda Santos.
El Salvador: «un culo de saco» sin soluciones
El Salvador es un segundo casco antiguo que el presidente de la asociación, Javier Mosácula, define como «culo de saco» para la circulación, con solo 60 o 70 estacionamientos, a todas luces «insuficientes» para cubrir las necesidades de los residentes. La plaza de Día Sanz, con apenas 25 plazas, es un punto crítico, especialmente los fines de semana, cuando los turistas saturan la zona. «Es un continuo ir y venir de coches en busca de sitio. Entre semana hay más movilidad, pero los fines de semana resulta imposible», cuenta Mosácula. La asociación vecinal tiene muy clara la solución: restringir el acceso y limitar el aparcamiento únicamente a residentes, al menos los fines de semana, con una señalización que no deje lugar a la duda. «No hace falta instalar bolardos que luego se estropeen, como ocurrió en la Plaza Mayor. Basta con poner un cartel que diga «solo residentes» para mitigar el problema, propone el representante de El Salvador.
San Millán: fines de semana complicados
Javier Gómez Escobar, secretario de la Asociación de Vecinos de San Millán, asegura que el barrio no presenta problemas «graves» de aparcamiento entre semana gracias a la regulación de la zona ORA, que facilita la rotación. Sin embargo, los fines de semana, cuando la ORA no rige, el turismo complica el estacionamiento. «Quien diga que no se puede aparcar entre semana miente. El problema es los fines de semana», explica Gómez. La asociación propone un convenio con los parkings de la avenida del Acueducto y Ezequiel González, cercanos al barrio, para que los vecinos puedan acceder a tarifas preferenciales. «Antes de construir subterráneos nuevos, como el del Salón, que no gusta en el barrio, hay que aprovechar los existentes. Si están bajos de ocupación, que nos den prioridad a los vecinos», sugiere Gómez Escobar.
Santa Teresa-Puente Hierro: problemas puntuales
Este barrio que se agrupa en torno al acceso a Segovia por la carretera de Villacastín suele tener necesidades de aparcamiento cuando, los fines de semana, los alrededores de las nuevas pistas deportivas se saturan con motivo de las actividades que el pabellón del colegio Carlos de Lecea acoge los fines de semana del curso escolar. La afluencia de familias con niños deja sin plazas a los residentes. El presidente de la Asociación de Vecinos Santa Teresa-Puente Hierro, Javier Martín, lamenta la supresión de plazas en Nueva Segovia para crear jardines. «Me parece bien que haya jardines, pero el Ayuntamiento debe priorizar las mejoras reales. Estas iniciativas, aunque alineadas con la Agenda 2030, no siempre son prácticas», sostiene. La asociación no ha planteado propuestas específicas al Ayuntamiento, pero aboga por ampliar los aparcamientos en zonas como la del pabellón.
Santo Tomás: Las Lastras como válvula de escape
En Santo Tomás es relativamente fácil estacionar, sobre todo en verano. Las tierras de Las Lastras, aún sin urbanizar, actúan como válvula de escape. «Allí no hay ORA y suele haber sitio, aunque se llena en invierno y durante los fines de semana», desvela Rosario Díez, presidenta de la asociación de vecinos. «En verano se aparca bien, pero a partir del otoño, con la vuelta al trabajo y el regreso de los vecinos que pasan unos meses en los pueblos, es más complicado». La presidenta ve con buenos ojos la regulación ORA, porque permite la movilidad, y alberga la esperanza de que el desarrollo urbanístico de Las Lastras contribuya a regular el estacionamiento en la zona.
San Marcos: el barrio de «toda» Segovia
Paloma Herrero, presidenta de la Asociación de Vecinos de San Marcos, dibuja un barrio saturado por el tráfico y el aparcamiento de turistas y autobuses. «Somos el barrio de toda Segovia, porque toda Segovia pasa por San Marcos. Los autobuses y los turistas ocupan las pocas plazas que hay y no son pocas las veces que los vecinos se tiene que ir a la Fuencisla a aparcar», lamenta. La explanada habilitada para autobuses ha aliviado ligeramente el problema, pero no es suficiente. El tránsito de vehículos en el barrio es muy difícil de soportar. La calle San Marcos tampoco es lo suficientemente ancha para facilitar el paso. «Cuando coinciden dos autobuses a la vez, uno en cada carril, es imposible que uno no se suba a la acera, con todo el peligro que eso conlleva», explica Herrero. Por ello, la asociación ha propuesto regular el tráfico con un carril único y un semáforo entre la iglesia y el puente sobre el Eresma, pero el Ayuntamiento lo ha descartado por temor a que se produzcan atascos. «Cuando han querido, han cortado el tráfico sin problema, como se vio durante el Picnic Day. Pero no hay voluntad de buscar soluciones», critican los vecinos.
San Lorenzo: menos presión
El barrio de San Lorenzo, tan cercano al Acueducto, es uno de los lugares que antes eligen los turistas para aparcar cuando llegan a Segovia y rehúsan dejar el coche en un aparcamiento de pago. Son los únicos momentos en que encontrar una plaza libre en el barrio es complicado, porque, fuera de fechas puntuales, como puentes o festivos, resulta relativamente fácil. «La explanada donde en verano se ubica la plaza de toros portátil siempre es un desahogo importante. En general, no hay quejas de los vecinos por falta de aparcamientos», subraya el presidente de la asociación vecinal La Parrilla, de San Lorenzo. La prueba está en que la reciente supresión de alrededor de diez plazas en la calle Los Vargas no generó protestas. «Precisamente es en Los Vargas y en Santa Catalina donde los turistas aparcan cuando vienen».
Las asociaciones de vecinos coinciden en la necesidad de priorizar a los residentes con medidas como la extensión de la ORA, la restricción de accesos a no residentes, los convenios para el uso de parkings públicos o la creación de aparcamientos disuasorios bien comunicados. Y todas, en general, lamentan que el Ayuntamiento anteponga los objetivos que marca la Agenda 2030 a las necesidades reales de la población. La movilidad en Segovia seguirá siendo un desafío mientras no se consiga un equilibrio entre la sostenibilidad, el turismo y las demandas de los vecinos.
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