Aires italianos para el extremo derecho del Nava
El club ficha a Davide Pugliese, un perfil con más envergadura que puede desempeñarse también como lateral que sirve de complemento a Pancho Ahumada
El Viveros Herol Nava ha mirado a Italia para completar el extremo derecho, una de las posiciones con un dueño más claro el curso pasado: ... Pancho Ahumada. La llegada de Davide Pugliese recuerda a la de Nico D'Antino en 2019, no solo porque compartía nacionalidad, sino porque también era un ejecutor. Se trata de una decisión de calado, pues el club ha ejercido la opción para extender un año más el contrato del chileno, muy cotizado tras un gran final de temporada que le valió el premio a mejor jugador del mes de abril en la Asobal, así que no será fácil retenerlo. El jugador de 24 años, procedente de la Serie A italiana, ficha por dos temporadas, como el resto de contrataciones que ha realizado el club.
Hasta que nadie diga lo contrario, el lateral derecho de Nava es patrimonio de Pancho Ahumada. El zurdo chileno mejoró ostensiblemente sus 74 goles en la pasada temporada, su primera en el club, convirtiéndose en el segundo artillero navero de la última campaña tras anotar 118, solo por detrás de Mario Nevado. Las cifras se explican en parte por su eficiencia en los lanzamientos de siete metros desde que recogiera en marzo el testigo de Dani Pérez. Compartió el puesto con Lautaro Robledo, que sumó 47 y tuvo menos presencia como extremo, en parte porque las bajas del club en el perfil derecho le obligaron a desempeñarse en ocasiones como lateral. Pero el argentino, que llegó cedido por una temporada procedente del BM Benidorm, hizo las maletas y el Nava, satisfecho con el carácter complementario de la pareja, ha buscado un reemplazo de similares características.
Porque Pugliese es un extremo de gran talla, el añadido perfecto a un velocista como Ahumada. Un jugador 187 centímetros, altura que le permite desenvolverse también en el lateral. Procedente del Junior Fasano. Alguien que nació en esa misma ciudad, que no alcanza los 40.000 habitantes, al sur de Turín. Comenzó su andadura en el balonmano a los nueve años en el Roberto Serra, equipo de su localidad, para más tarde, a los 15, fichar por el Junior, club del que proviene y en el que en esta última temporada ha anotado 140 goles en 26 partidos. Es internacional con la selección, con la que ha sido convocado en varias ocasiones. Aunque el combinado transalpino está lejos del primer escalón europeo, el extremo ha participado en las últimas eliminatorias del Mundial o en los partidos de clasificación para el Europeo de 2026.
De 24 años y procedente de la liga italiana, ficha por dos temporadas y será el sustituto en la plantilla de Lautaro Robledo
Pugliese tilda su decisión de fichar por el Nava como muy sencilla. «Ya sabía de la grandeza de este equipo y para mí es un honor formar parte de esto», resumió en declaraciones a la web del club alguien que se define como versátil y asume un periodo de transición, tanto en lo deportivo como en lo personal. Espera una temporada dura, aunque también «formativa y, sobre todo, rica en emociones y experiencias». En ella, quiere aportar «mucha competitividad, pasión y ganas de hacerlo bien para llevar al equipo lo más alto posible». Pese al desconocimiento del recién llegado sobre el balonmano español, sí que le ha llegado la caldera de balonmano en Nava de Asunción, la pista con mayor promedio de asistencia en la Asobal en la última temporada con un 97,78%. «Estoy listo para hacer que esta magnífica afición se sienta orgullosa. Tengo muchas ganas de involucrarme y dejar mi huella en este equipo».
El Nava busca con su fichaje una continuidad que no ha encontrado en el extremo derecho desde su regreso a Asobal en 2023. No lo logró la temporada previa con Andrés Vila, que hizo las maletas tras un periplo marcado por problemas físicos. Como los de Dani Palomeque, que probó suerte en la máxima categoría tras coincidir con los segovianos en Plata, pero tuvo una presencia testimonial. Era un perfil parecido al de Pugliese, más alto y con aptitudes defensivas, pero tuvo que pasar por quirófano para tratar su tobillo. Paco Bernabéu, parte de los dos ascensos segovianos, fue quién más tiempo ocupó el puesto.
El club navero cambia de planteamiento y vuelve a fichar en el extranjero para reforzar al equipo
Ya sea por necesidad o por iniciativa propia, el Nava ha cambiado su estrategia a la hora de navegar el mercado de fichajes. El foco el año pasado estuvo en reforzarse con jugadores con una probada trayectoria en Asobal como Nico Bonanno, Luisfe Reina, Sasha Tioumentsev o Adrián Nolasco. Españoles por nacimiento o por asimilación, como el especialista defensivo argentino. Una fórmula con la que la entidad aspiraba a una adaptación más rápida que otros precedentes foráneos que no terminaron de funcionar. El enfoque este año ha abierto el abanico, pescando en Francia o Italia y sumando a dos extranjeros a la plantilla.
El fichaje del italiano Pugliese se añade al del lateral derecho francés Lilian Pasquet, procedente de la segunda categoría gala, una competición de la que también jugaba el extremo izquierdo Edu Reig, que esgrime una larga trayectoria en el balonmano español, pero lleva una década al otro lado de los Pirineos. Una búsqueda que se complementa con laterales de la propia Asobal como David Roca o Brais González. Lo cierto es que hay ejemplos buenos y malos en ambos sentidos. Desde los periplos exitosos de Prokop y Moyano a los fallidos de Sebetic y Horiha, que no evitaron el descenso en 2022 y convencieron a la directiva para cambiar de rumbo.
El club tiene aún pendiente el recambio de Sasha en el puesto de central para completar una plantilla con dos jugadores por puesto. También estudiaba sumar un tercer portero ante la incertidumbre sobre el estado de Patotski tras perderse toda la temporada por la rotura del tendón de Aquiles.
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