Y la noche se tiñó de amarillo

La noche del domingo fue la de la peña El Embudo, una agrupación que viste de amarillo y blanco, escogiendo el primer color para dar nombre a las actividades que organizó en esa jornada. Bajo el título La Noche Amarilla sus miembros celebraron varias actividades, como la realización de las tradicionales sopas de ajo o el concierto de La Banda Olivetti.

Tras un día de mucho calor, durante la noche comenzó a refrescar, por lo que no había una mejor elección para la cena que unas sopas de ajo. Los del Embudo las prepararon con mucho mimo, y con los ingredientes que no pueden faltar en este tradicional plato castellano, tan típico de nuestra cocina. El pan duro, que habían cortado en finas rodajas unos días antes; el ajo, aceite, sal, pimentón, caldo, huevo escalfado e incluso jamón.

Toda una delicia que se comenzaba a repartir pasadas las 22:00 horas de la noche, y que los vecinos agradecían de sobremanera. Se entregaron en el tradicional cuenco de barro, marcado con el nombre de la Peña, por el que se dejaba una fianza de dos euros, que se devolvían cuando se realizaba la devolución del recipiente.

Mientras los vecinos esperaban en una larga fila ya antes de la hora marcada de inicio, los miembros de la peña se afanaban en preparar cuencos, llenarlos de pan y terminar de calentar el caldo ya con todos los condimentos. Poco a poco se iban rellenando los cuencos y los vecinos recogían su cuchara, servilleta y el plato de sopas de ajo, que degustaron en plena calle. Unos sentados en el suelo, otros en piehubo quien incluso decidió comerlas en su casa y acercarse después a devolver el recipiente. Lo que sí fue unánime fue la felicitación que recibieron los cocineros por el guiso. Fueron muchos los que se acercaron hasta los miembros de la peña agradeciéndoles el detalle y señalando lo exquisito de las sopas de ajo, de las que se entregaron unas 400 raciones.

Para terminar de dar calor a la noche, la peña organizó un concierto, que corrió a cargo de La Banda Olivetti, formado por músicos de la localidad, que consiguió llenar la calle Las Parras. Junto a ella, la música de la orquesta Pikante pusieron los ritmos con los que concluyeron las actividades del domingo.

La peña El Embudo siguió con sus actividades ayer, con la celebración del Toro amarillo, con distintas iniciativas y talleres pensadas para los más pequeños. Además, hoy celebrarán una fiesta de la espuma en la calle La Resina y mañana celebrarán el tradicional chateo popular del jamón, con muchas sorpresas.

Las actividades gastronómicas no concluyen con las sopas de ajo del Embudo. Cada mañana, en los corrales del Cega, minutos antes de la suelta de los toros, un grupo de vecinos se afana en preparar este rico plato, que también es muy agradecido por los que acuden a diario a esta cita, debido a las bajas temperaturas de la mañana. Además, esta noche tendrá lugar la Verbenilla del Huevo Frito, una cita en la que los miembros de la panda El Soto reparten cientos de huevos entre los vecinos.

Y si de gastronomía típica de las fiestas hablamos, no se puede pasar por alto el almuerzo del segador, que ofrecen prácticamente todos los bares de la villa en estas fechas y que muchos también preparan en sus peñas y hogares. Uno o dos huevos fritos, patatas fritas, tajada o magra de la olla y un chorizo forman este rico manjar que cada día degustan cientos de personas.