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Javier Iglesias, en un congreso del PP de Salamanca. WORD
Los dirigentes de PP y PSOE discrepan sobre la estabilidad del país tras la moción

Los dirigentes de PP y PSOE discrepan sobre la estabilidad del país tras la moción

Javier Iglesias augura que «nada bueno» saldrá del Gobierno de Sánchez y Fernando Pablos afirma que «la dignidad» ha vuelto a la política

redacción / word

Sábado, 2 de junio 2018, 12:42

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El presidente del Partido Popular de Salamanca, Javier Iglesias, calificó ayer al Ejecutivo que saldrá de la investidura de Pedro Sánchez como nuevo presidente de «Gobierno Frankenstein», y consideró al PSOE «responsable directo» de la formación de este Ejecutivo y de ser «protagonista del golpe a la democracia en España y de un Gobierno que no va a traer nada bueno al país».

El también presidente de la Diputación de Salamanca consideró además que el PSOE es también «responsable directo de admitir los apoyos que nunca hubiera debido admitir, de todos aquellos que quieren romper el país», en relación a Bildu, a quienes calificó como «proetarras», y del PdeCat y ERC, «los de Puigdemont y los independentistas».

Asimismo, Javier Iglesias tuvo palabraspara Ciudadanos y su líder, Albert Rivera, de quien dijo que «sembró inestabilidad y ha recogido la tempestad». «Anunció que iba a dejar de apoyar al Gobierno y que iba a hacer todo lo posible por desestabilizar al Partido Popular, y encendió con ello la mecha de esta moción», aseguró.

Ante esto, el presidente del PP de Salamanca afirmó que «la dimisión de Rajoy no hubiese evitado este Gobierno Frankenstein», y ante los que «insinúan que su dimisión hubiera arreglado todo», dijo que «simplemente mienten», puesto que el PP «no tiene los votos suficientes para frenar a Sánchez en este momento», recoge Ical.

Por último, Iglesias recordó que «el Partido Popular ganó las elecciones dos veces consecutivas de manera limpia y democrática y ha cumplido hasta el final con el deber de dejar una España mejor que la que encontró», por lo que defendió que su formación «siempre ha tenido como prisma mejorar la calidad de vida, las expectativas y las oportunidades de los españoles» y que ahora deja «un país que funciona».

Lo primero, estabilidad

El secretario general del PSOE de Salamanca, Fernando Pablos, por su parte, comentó ayer «hay que estabilizar el país» antes de convocar unas nuevas elecciones generales tras la moción de censura.

«Eso es lo que reclamó algún partido pero se ha quedado en minoría y ha apoyado al señor Rajoy», señaló Pablos en referencia a Ciudadanos y su petición de convocatoria de elecciones, asegurando que cuando la formación naranja «venga a reivindicar la decencia en la vida pública, le recordaremos el voto de hoy».

Defendió en ese sentido Pablos el nombramiento de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno por el Congreso de los Diputados al ser «un mecanismo que establece la Constitución» y consideró que ayer fue un día de «satisfacción» porque «la dignidad ha vuelto a la política española» tras «echar democráticamente» a Mariano Rajoy de la Presidencia del Gobierno tras la sentencia del caso Gürtel que «establecía una condena, la primera de muchas, a un partido que utilizó las instituciones para beneficiarse».

Criticó en ese sentido la «falta de asunción de responsabilidades» por el Partido Popular y el ya presidente en funciones, Mariano Rajoy, y alabó por el contrario al secretario general socialista y nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por estar «a la altura de lo que España necesita». En cuanto a las dificultades para la gobernanza que se puedan presentar a partir de ahora, Fernando Pablos se mostró «absolutamente seguro de que no habrá concesiones a los nacionalistas», aunque pidió «dejar al presidente electo que haga su Gobierno y elija sus mayorías» ante un panorama «sin duda complicado» en el que reconoció que «hay que llegar a acuerdos» pero siempre «dentro de los límites de la Constitución».

Por último, pidió al PP que «eje de trasladar mensajes catastróficas, de ruptura del país y de venta a los terroristas», lo que consideró «vergonzoso».

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