Meseguer entona el mea culpa tras el gol encajado en Zaragoza. Carlos Gil-Roig
Reflexiones de pizarra

El jugador de jugadas en el Real Valladolid

«Esa tarea que los ingleses denominan 'box to box', hoy día solo la ha ejecutado Alani. Si Lachuer es capaz de hacerlo, ¡bendito sea!»

Martes, 9 de septiembre 2025, 12:37

Ahora que tanto estamos echando en falta ese mecanismo creativo en el centro del campo que nos dé el empujón necesario para ser aspirantes definitivos ... en lugar de opositores dudosos, me vuelve a la memoria -¡cómo no!- la idea que el maestro Lasa tenía de cómo, donde y con quiénes debía ejecutarse, y ahí surgía de inmediato el volante derecho -el '8' por antonomasia- o el jugador que inicia el juego por definición.

Publicidad

Entonces, como ahora, había jugadores de clase, de esos que con el balón en los pies hacen cosas diferentes y que sin él desaparecen del juego. Siempre han existido y siempre existirán porque los entrenadores tendemos al error de confundir la acción individual preciosista, creyendo que con ello basta, con la necesaria continuidad en el juego. Y ahí radica el error, ya que el fútbol es continuidad de esfuerzos para que el juego no se detenga.

La doble acción determinante protagonizada por Víctor Meseguer en Zaragoza es el ejemplo manifiesto. Vaya por delante mi respeto más absoluto hacia el jugador -¡faltaría más!-, acompañado de la idea de explicar los porqués de mi aseveración por si ello pudiese ayudar.

En una primera acción se equivoca realizando un regate inadecuado en zona prohibida y sin apoyos próximos, algo que es lógico intentar del medio campo en adelante. En la segunda acción, la del gol favorable, deja clara su vocación ofensiva para atacar espacios de remate con la filigrana técnica lógica en un finalizador. Su posición en el equipo no es, pues, la adecuada. Víctor quiere la pelota para ejecutar esa jugada o ese remate que él tiene diseñado en su concepción del fútbol. Y realizada, desaparece hasta una nueva intervención en la cual la pelota vuelva a su poder. Es pues 'jugador de jugadas' y eso, la posición de '8' -'jugador vértice' que da inicio y continuidad al juego- no lo soporta.

Publicidad

Volviendo a la consideración de inicio, Julio Lasa dejaba claro que el volante derecho era el jugador importante sobre el que converge el inicio del juego. Algo que, a día de hoy, Pedri lo ejecuta en la selección y en el Barça a modo de lo que hace dos lustros hacía Xavi Hernández en ambos equipos.

Es decir, se trata de ese futbolista que siempre quiere tener la posesión de la pelota en el inicio del juego y que da sentido al mismo cambiándola de lado, jugándola al pie y acompañando el movimiento hasta bien superada la línea divisoria; algo que en aquel Valencia triunfante de Rafa Benítez, el vallisoletano Rubén Baraja llevaba a cabo con extraordinario éxito. Si ustedes buscan no van a encontrar ese tipo jugador en la alineación inicial de nuestro Pucela.

Publicidad

Esa tarea que los ingleses denominan 'box to box', o jugador entre áreas, hoy día solo la ha ejecutado Alani, con sus imprecisiones, sí, pero con sus movimientos y sus llegadas. Ya comentaba que si Lachuer es capaz de hacerlo, bendito sea, y ahora añado que de no haberse 'regalado' a Monchu, hoy tendríamos el problema resuelto. Confirmada lamentablemente la baja por lesión de Iván San José (Chuki), Guillermo Almada tendrá la ocasión de comprobar la verdadera dimensión de Ponceau como '10', que es lugar que yo entiendo como idóneo para él.

Así pues, entre la necesidad y la virtud, el entrenador tendrá que tirar de recursos para ver como los interpretan los jugadores y el resultado que nos ofrecen, ya que es tan obvio que ahí radica el problema más acuciante para el juego del equipo como que el encontrar el recambio de Juanmi Latasa deba ser la llave que abra la cancela del área rival. Esa que proporciona goles y puntos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3€ primer mes

Publicidad