Guillermo Almada: «Hablé con Pezzolano y me dio el impulso final para venir al Real Valladolid»
El técnico uruguayo destaca las «sensaciones positivas» que le transmiten los jugadores del Pucela en cada entrenamiento
Rubén García
Especial desde Santiago de Chile
Miércoles, 23 de julio 2025, 12:04
Jorge Guillermo Almada Alves (18-06-1969; Montevideo, Uruguay) atiende a El Norte en Santiago de Chile bajo una enorme pantalla con el escudo del ... Real Valladolid y tras concluir la sesión doble de trabajo del martes en las instalaciones del Colo-Colo. El entrenador blanquivioleta se muestra satisfecho con la predisposición de los jugadores en una exigente pretemporada que comenzó el pasado 8 de julio en los Campos Anexos y que prosigue ahora en la estadía chilena.
-¿Quién es su entrenador favorito y en quién se fijó en sus comienzos como técnico?
-Es una pregunta que me han hecho muchas veces. Yo antes fui futbolista y tuve muchos entrenadores, con cosas que quería y cosas que no quería. Me fui haciendo mi idea propia y veo cosas de distintos entrenadores en el mundo, cosas que me gustan y otras que no. Más allá de los estudios que uno pueda tener después para formarse como entrenador, la carrera como futbolista, intercambiar ideas, ir despertando la atención cuando uno es jugador, el manejo del grupo, el estilo de juego… todas esas situaciones las fui creando durante mi etapa como futbolista. No sé exactamente cuándo pensé en ser entrenador, pero me gustaba la parte táctica, la parte física, la nutrición, la medicina aplicada al deporte. Fui prestando atención a varias circunstancias del fútbol y empapándome dentro de la cancha, junto a mi idea futbolística, para transmitir luego esa idea de juego. No puedo nombrar un entrenador específico: saqué cosas de uno, de otro y fui formando mi idea en una carrera como futbolista que fue bastante extensa y en distintos países. Eso también me ayudó a formarme y a tener diferentes visiones.
-¿Con qué equipo podríamos asimilar lo que espera del Real Valladolid?
-Me gustan los equipos protagonistas, que tengan valentía, que salgan a proponer, a buscar los resultados. No me gusta especular, más allá que salir a defender es una virtud que debe tener cualquier equipo que quiera ganar. Transmitir una idea y una identificación de la cancha hacia fuera. Y, sobre todo, si juegas mejor que el rival, no es algo definitorio, pero te brinda más armas para llevarte el partido. Muchas veces pasa que juegas mejor que el rival y no ganas, pero en definitiva me gusta salir a buscar, a proponer ciertas ideas de juego en el parte ofensiva para tratar de ganar el partido. No me gusta especular. Repito: me gustan los equipos con valentía.
-¿Puede poner algún ejemplo?
-Hay varios. El Milan de Sacchi, el Barcelona de Guardiola… Mourinho, por más que sea distinto defenderse y luego hacer transiciones ofensivas, en algún momento va a suceder porque nos van a obligar. En definitiva, hay muchos equipos que son protagonistas, pero yo me siento más identificado con equipos que salen a proponer y buscar el resultado para ganar, porque, en definitiva, es la única verdad en el fútbol y te da armas distintas si tienes esa intención de proponer.
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-Aparte del fútbol, ¿qué otros deportes le gustan?
-La fórmula uno, el 'basket'… Me gusta mirar la NBA, a veces veo tenis también. Soy apasionado de varios deportes. Hay otros que no me gustan: el boxeo, el rugby… Son deportes que no me atraen para sentarme enfrente de la televisión y mirarlos. Trato de no perderme ninguna carrera de fórmula uno y sigo mucho la NBA también.
-¿Aplica alguna técnica de otros deportes en su estilo de juego?
-No lo miro con esa intención, sino como un rato de ocio.
-Lo decía porque ahora vemos cómo Luis Enrique hace el saque de centro al estilo del rugby…
-Yo no he sacado cosas de otras deportes para aplicarlas al fútbol. Trato de ser más sencillo, pero no lo descarto en un futuro si veo que es beneficioso para el equipo. Uno siempre busca consideraciones para mejorar la parte colectiva.
-¿Qué más hace en su tiempo libre?
-Estar con la familia. Paso muchas horas en los distintos clubes en los que he estado: llego muy temprano, a las seis de la mañana si entrenamos a las nueve o las diez, y permanezco muchas horas en el club. Luego, llego a mi casa y sigo el trabajo en distintas áreas. En algún momento, en los días libres, disfruto más con la familia, en alguna cosa que organice mi señora.
-¿Cuánto conoce ya Valladolid?
Poco, porque como dije anteriormente me he pasado estas tres semanas prácticamente metido en el club haciendo tareas que me apasionan, informándome de cosas. Hay un equipo multidisciplinario en el club que nos han pasado muchas informaciones y nos han ayudado muchísimo. Hemos estado analizando, planificando la pretemporada… un montón de situaciones que llevan mucho tiempo, adyacentes al entrenamiento. Eso no me ha dejado prácticamente tiempo para nada que no sea ir a a cenar a algún lado o cosas así. Cuando venga la familia, que se integrará este fin de semana, en los días libres conoceré más de la rica historia que tiene Valladolid, una ciudad hermosa.
-Entiendo que no ha subido al barco La Leyenda del Pisuerga. Porque al igual que hay jugadores que son supersticiosos y que no tocan la Copa antes de una final, nuestro trofeo será subir al barco.
-Espero que cuando termine la temporada podamos subir todos ahí.
-El barco ha sido utilizado como imagen en la campaña de abonados. ¿Qué le puede decir a la afición?
-Que las sensaciones son muy positivas. Primero, por la entrega y disposición de los jugadores. Eso es vital y están demostrando convencimiento. También por lo que están haciendo los aficionados, a pesar de la dificultad que se vivió en el campeonato anterior. Todos tenemos ilusiones nuevas, también ellos. Ojalá podamos colmarlo de las expectativas que tenemos creadas y que las traslademos en resultados.
-¿Qué se puede aprender de los errores de la pasada temporada, un campaña dura?
-Sí, es indudable que sí. Yo no estaba en el club, por más que haya analizado las distintas estadísticas de la campaña anterior. Hemos hecho borrón y cuenta nueva con nuestra integración. Se han hecho muchos cambios en la plantilla del club: muchos ya estaban decididos cuando nosotros llegamos. Integramos muchos chicos jóvenes, incorporamos algunos jugadores, ratificamos a otros para que siguieran… La sensación en las tres semanas que llevamos en el club son muy buenas, por la disposición, el trabajo, la carga, más allá de los amistosos, que no priorizamos. Este es un periodo de planificación para el inicio del torneo. Nos llevamos sensaciones muy positivas diariamente por la disposición, entrega e ilusión que tienen los futbolistas para devolver la alegría que precisa la gente.
-Lo decía porque hay jugadores en la plantilla que siguen este año y que vivieron el curso pasado.
-La carrera del futbolista, y esto se lo digo a ellos, es espinosa. Tiene momentos buenos y no tan buenos, y de estos últimos se debe hacer un análisis y aprender de las cosas que se hicieron mal. Se trata de buscar el beneficio. Hay mucho espíritu de revertir esa situación anterior.
-Ahora parece que es labor de los entrenadores en muchos deportes ayudar a los deportistas a corregir esas situaciones.
-Sí, es parte de nuestra tarea. El fútbol ha cambiado muchísimo en los últimos años. Fortalecer el aspecto mental, saber sufrir ciertas circunstancias. Se ha vuelto muy físico y eso demanda esfuerzos muy grandes de los futbolistas. Antes no ocurría tanto: era más el divertimento, el juego, había más espacio, menos recorrido… Hoy el fútbol demanda muchísima dedicación, fortaleza mental y recorrido, más allá que uno busque una profesión que elegimos y que debemos disfrutar. La realidad es esa: demanda muchísima dedicación y profesionalismo para sacar el mejor rendimiento. Cuando no sucede, es cuando se golpea mentalmente y hay que estar preparado. Es un camino espinoso que se debe saber afrontar y, a veces, no es fácil para los jugadores.
-¿Qué sucede con ustedes, los entrenadores? También tendrán esos momentos. ¿Quién les ayuda?
-La soledad nos ayuda. Debemos fortalecernos y estar preparados. Los que vivimos una vida en el fútbol sabemos que estas circunstancias van a suceder y suceden. Lo primero que debemos tener es fortaleza mental para afrontar las situaciones que no queremos, pero que van a pasar, para tener tranquilidad y tomar las mejores decisiones.
-¿Alguna vez había cogido las riendas de un equipo que viniera de la situación que viene el Real Valladolid?
-No me acuerdo de ningún equipo que me llamase tras proclamarse campeón [ríe]. Siempre que he ido, los equipos estaban en dificultades. Es lo que sucede habitualmente. Me pasó en Pachuca, que había acabado decimoséptimo de 18 equipos. Prácticamente, me pasó en todos los equipos que vivían un mal momento y teníamos que revertirlo con otras expectativas. Esperamos tener aquí los mismos resultados que en clubes anteriores, por más que la historia no se repita y las plantillas sean distintas. Queremos colmar las expectativas de la gente y transmitirles de dentro hacia fuera para que se sientan identificados, sobre todo con mucho trabajo y dedicación.
-Llama la atención en el fútbol actual, los periodos largos que ha pasado usted en los últimos clubes. ¿Eso ha sido porque los resultados y su trabajo han sido buenos o porque ya existía un pensamiento a largo plazo para mantener al entrenador pasara lo que pasara?
-Los entrenadores siempre dependemos de los resultados, por más que la dirigencia quiera hacer un trabajo a largo plazo, algo que también busca el Real Valladolid. Nos gusta respetar los procesos y las ideas de todos los entrenadores. A veces llegan ofertas importantes de otros clubes y hay entrenadores que deciden aceptarlas. Nosotros no. Respetamos los procesos de identificación con el club sin salir a disparar porque lleguen propuestas mejores económicas y deportivas. Si nos sentimos identificados y trabajamos con la libertad y procesos que nos gustan, seguramente lo vamos a respetar como lo hemos hecho siempre, sabiendo cuáles son las reglas del juego con los resultados.
-El club ha sido directo al decir que el equipo tiene que ascender y mantenerse en Primera División. Es un objetivo vinculado a la continuidad del entrenador.
-Está claro. Debe ser el objetivo de los 22 equipos, más allá de la fortaleza de la plantilla. Nuestro objetivo tiene que pasar por lograr el ascenso y volver al sitio que merece el Real Valladolid. Sabemos que va a ser una competencia muy complicada, porque la Segunda División española es la más dura que hay en el mundo. Pero insisto: tenemos buenas sensaciones con el trabajo de los jugadores.
-¿Qué valoración hace del trabajo de estos días al frente del equipo?
-Siempre valoro la disposición y la entrega de los jugadores, y eso ha sido espectacular desde el primer día, a pesar de las cargas de trabajo, con volúmenes altos. Han llegado incorporaciones que tenían otras ofertas importantes para integrarse aquí. Todos están por deseo en el club. Se han integrado muy bien, aunque trabajen aparte para hacer cosas parecidas a las que hicimos las semanas anteriores con el resto de jugadores. Estamos muy contentos con la plantilla que vamos formando y analizamos si precisamos algún refuerzo más.
-¿Priman esos valores a la hora de fichar a un jugador?
-Sí, el deseo de estar es primordial para mí. Si traemos a alguien sin ese deseo de llegar a esta institución, seguramente no vamos a sacar el mejor resultado. Todos los que hemos incorporado han sido primeras opciones. Ha sido Víctor [Orta] el que ha llevado las conversaciones. Todos han manifestado su deseo de estar aquí, incluso dejando otras ofertas más importantes. Es un compromiso muy importante, no conmigo, sino con la institución, un plus grande a la hora de conformar el equipo.
-¿Conoce a Paulo Pezzolano, el anterior entrenador uruguayo del Real Valladolid?
-Sí, somos amigos desde hace mucho tiempo. Nos conocemos del fútbol uruguayo. Ahora llegué aquí por él y anteriormente había llegado también a Pachua por él. Sí, he tenido conversaciones con Paulo. Cuando fui a Pachuca me reuní con él. Esta vez, como se encuentra en Watford, hablamos telefónicamente y me dio las mejores referencias de la institución, de la ciudad, de sus integrantes. Yo tenía el deseo de venir y él me dio el impulso final con toda esa información muy positiva de su vínculo con la ciudad y con el club.
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