Guillermo Almada sienta las bases desde el primer día: disciplina, trabajo y cantera
El técnico uruguayo se muestra conciso y sobrio en su primer discurso: «Queremos que el aficionado se identifique con lo que se hace ahí dentro»
Todo inicio transmite confianza en sus primeros pasos, genera ilusión y despierta esperanza a partes iguales, creando un clima propicio para aunar voluntades. En el ... caso del Real Valladolid, todo el sufrimiento vivido en la última temporada ha servido de catapulta con la llegada de la nueva propiedad para hacer tabla rasa y partir de cero. Siendo el mismo club, ahora tenemos dos presidentes, nuevo director deportivo y un entrenador que llega avalado con tantos elogios como inexperiencia a este lado del charco.
Guillermo Almada, referencia en los banquillos en América, aterriza en Europa con un año de contrato (hasta junio de 2026) y la sombra de la duda revoloteando. A su estreno en la liga española, titubeo que amplifica la experiencia vivida por su compatriota Pezzolano, se le une en este caso la desconfianza castellana que nos caracteriza en Valladolid. Su puesta de largo, empero, abre una ventana y un margen de confianza por lo comedido, conciso y sobrio de su discurso.
El técnico uruguayo se ha presentado en sociedad en la Residencia de Jóvenes Jugadores del club, en un guiño más a la apuesta por la cantera que le precede y de la que hace gala. En su primera comparecencia, Almada ha hecho especial énfasis en tres aspectos: disciplina cuando le ha tocado hablar del vestuario, físico para referirse al despliegue que llevan a cabo sus equipos, y sentimiento de pertenencia cuando ha mencionado a su nueva afición. Quiere el técnico que la grada se identifique con lo que ve sobre el césped.
«Queremos adaptarnos rápido al desafío para transmitir nuestra idea de juego y que la afición se sienta identificada con lo que vamos a hacer dentro de la cancha», ha apuntado Almada, poco después de recibir elogios por parte de Víctor Orta. «Creo que hemos hecho la mejor elección, un entrenador que tiene un gen ganador, y un modelo de juego europeizado, intenso, agresivo,... que es difícil encontrar en el mundo del fútbol», ha apuntado el director deportivo, que ha querido subrayar la apuesta personal del técnico por venir a Valladolid. «Lo fácil sería ir a una zona de confort, económicamente hablamos de un montón de dinero, y él ha querido tomar una decisión de riesgo que demuestra que quería ser nuestro entrenador».
Ya con el turno de palabra, Almada no ha tardado demasiado en enfatizar las palabras 'disciplina' y 'trabajo' como claves en la fórmula que le ha llevado al éxito en América. «Estoy encantado de venir a un histórico, y vengo con muchísimas ganas de trabajar para devolver a este club donde merece. El aspecto disciplinario es uno de los pilares, junto al trabajo, creemos mucho en ellos porque nos conducirán adonde queremos todos», ha señalado, antes de que la primera pregunta le pusiera en contexto. ¿Cómo se revierte la situación de un equipo que viene de seis meses sin ganar? «Indudablemente el aspecto disciplinario es uno de los pilares junto con el trabajo. Y lo vamos a hacer desde el convencimiento. Valladolid tiene muy buenos futbolistas en la cantera, que reforzaremos en algunas posiciones para hacer un grupo fuerte. Es tarea nuestra tratar de compensarlo y transmitir nuestra idea de dentro hacia afuera, no de afuera hacia dentro», ha comentado, todavía en periodo de análisis de lo que tiene y lo que está por venir.
«Estamos analizando, esa es la realidad. Conociendo también los jugadores que hay en la cantera para tomar con Víctor [Orta] las mejores decisiones y fortalecer al equipo», destacando que hay «cosas interesantes» en el plantel actual para atacar el objetivo. «Soy muy optimista por naturaleza y desde el momento que analicé todo, veo que se quedan cosas interesantes. El ascenso es nuestro objetivo y estoy convencido de que vamos a revertir lo que pasó en la temporada anterior»
Almada, que ha antepuesto el «desafío» que supone revertir la situación en Valladolid a ofertas mucho más suculentas, ha asegurado que conoce donde viene y la competición que se va a encontrar. «Conocemos la liga porque el club en el que estábamos antes tenía un equipo en propiedad aquí (Grupo Pachuca y el Oviedo). Tengo genes españoles porque mi bisabuelo era de Mallorca y me atrae todo lo que es el deporte español. Soy un asiduo del fútbol español y tenemos un conocimiento muy grande», ha comentado. «Para mí hubiera sido más fácil aceptar propuestas de otros equipos de Sudamérica, de México o de la MLS, pero el desafío tan importante es lo que nos mueve. Estoy seguro de que va a ser un paso muy positivo», ha añadido, convencido de tener éxito en su nueva aventura. «Soy optimista, de lo contrario no podría ser entrenador. Creo mucho en la fusión del entrenador con los jugadores», ha afirmado, sin profundizar en las necesidades que tiene la plantilla, más allá de señalar que deben ser «puntillosos en las posiciones que tenemos que traer».
Preguntado por el estilo que gusta desarrollar, el preparador uruguayo ha incidido en la valentía que debe tener su equipo. «Uno intenta, pero luego hay rivales que hacen cosas. Queremos ser protagonistas , activos en la recuperación del balón, un equipo que vaya a buscar permanentemente, que tengamos el arco de frente y ser un equipo agresivo detrás del balón. Que se vea el trabajo desde el primer momento. Tenemos que demostrarlo con hechos desde la primera fecha hasta el cierre del campeonato», ha puesto de manifiesto, consciente de lo que significa manejar un vestuario.
«Me gusta la disciplina por el convencimiento, pero si tenemos que tomar una medida por el bienestar de la institución, lo vamos a hacer. Yo fui futbolista antes que entrenador y conozco el ADN del jugador en el vestuario», ha señalado, convencido también de que el aficionado va a identificarse con la entrega y sacrificio de su equipo. «Queremos que se sientan identificados con lo que se hace ahí dentro. Es uno de los desafíos, revertir lo que pasó en el año anterior. El fútbol es un camino espinoso y todos los clubes del mundo, Madrid o Barcelona, viven sus malos momentos. Lo que no podemos hacer es entregarnos antes de empezar... ¡y ganar! No hay nada más importante», ha admitido Almada, antes de concluir reforzando su idea de dar oportunidades a jugadores de la cantera. «Estamos analizando todavía, y generalmente me gusta tener chicos jóvenes, una plantilla más larga preparando a esos jóvenes que dan herramientas y apoyarlos para que puedan responder».
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