La era Almada en el Real Valladolid arranca con guiños a la cantera

La jornada comenzó temprano con una primera sesión en el gimnasio, para luego trasladarse al césped, donde el equipo completó más de dos horas de trabajo físico y técnico. La mañana concluyó con una segunda estancia en el gimnasio, cerrando así una intensa primera toma de contacto tras el parón veraniego.

Uno de los aspectos más destacados fue la alta participación de futbolistas de categorías inferiores. Entre ellos, el portero juvenil Daniel Tejero, recién llegado del Rayo Alcobendas, y Álvaro de Pablo, fichado desde el Real Ávila, además de nombres ya habituales en el entorno blanquivioleta como Koke, Galde, Iago Parente, Maroto, Alani, Garriel, Arnu o Xavi Moreno. Todos ellos vivieron su primer entrenamiento bajo la mirada atenta del nuevo cuerpo técnico.

Hubo ausencias notables en esta primera sesión: Iván Sánchez, Raúl Moro y Darwin Machís no participaron -Orta ha anunciado la desvinculación del club con Machis-, mientras que Javi Sánchez trabajó al margen con un plan específico para dosificar cargas, tras arrastrar molestias físicas desde el final de la pasada campaña.

En el lado de los regresos, Álvaro Aceves, Stipe Biuk y Víctor Meseguer volvieron a la dinámica del primer equipo tras sus respectivas cesiones. Además, se pudo ver por primera vez en el día a día al presidente Gabriel Solares, al director deportivo Víctor Orta y al jefe de rendimiento Bruno Mazziotti, quienes siguieron de cerca la sesión de entrenamiento desde la banda. El propio Solares se mostró muy cercano llegando a intercambiar palabras con aficionados que le desearon suerte. «Mi suerte será la de todos», respondió.

Aunque el club aún no lo ha hecho oficial, Guillermo Almada ejerció con total autoridad como nuevo entrenador del primer equipo. El tradicional Course Navette abrió el entrenamiento bajo la dirección del preparador físico Fran Albert. El croata Stanko Juric fue quien más destacó en esta fase, siguiéndole muy de cerca el joven Arnu, que se retiró segundos antes del fin de la prueba.

Después llegó el turno del balón, con ejercicios que combinaron fuerza, resistencia y finalización en tres carriles del campo. La sesión concluyó con dos rondos en espacios reducidos.

Otro rostro que no pasó desapercibido fue el de Rafael Monge, una figura con vínculos directos con Guillermo Almada. Mano derecha de Jesús Martínez y hombre de confianza del Grupo Pachuca, Monge conoció al uruguayo en su llegada al Santos Laguna, y ahora vuelve a coincidir con él en Valladolid. Su presencia en los entrenamientos y en la dinámica del equipo refuerza su papel como nexo entre el cuerpo técnico y la propiedad.