Especial: El Cristo del Otero
Palencia, un doble museo para conocer al escultorCalles y edificios públicos refuerzan la amplia colección de obras que atesora el Centro de Interpretación
Un simple paseo por los rincones más emblemáticos de la ciudad de Palencia permite ya adentrarse en la obra de Victorio Macho, aun cuando ni siquiera se esté especialmente interesado en conocer al insigne autor del Cristo del Otero.
La visita al Ayuntamiento no deja ya ningún lugar a la duda. En la escalinata principal, en el centro estratégico del primer rellano, asombra la calidad de una reproducción a escala del magnífico monumento dedicado a Sebastián de Belalcázar en la ciudad colombiana de Popayán. Desgraciadamente el original fue derribado en 2020 durante una protesta indigenista y los restos fueron retirados por el Ejército colombiano para su restauración.
Sin embargo, esta réplica de la obra de Popayán, similar a otro que se conserva en Toledo, luce con todo esplendor en el Ayuntamiento de Palencia, edificio en el que pueden encontrarse diferentes piezas modeladas en bronce por el propio autor, en algunos casos, como trabajos previos o bocetos de algunos de sus monumentos más famosos, como el dedicado a Unamuno, entre otros.
Contaba además el despacho de la Alcaldía con un autorretrato en bronce del propio Victorio Macho durante su juventud, pero esta pieza fue robada en el año 2016 durante un traslado a Italia para participar en una exposición conmemorativa y nunca pudo ser recuperada, al contrario del resto de las piezas (otras trece más) que aportaba el Consistorio palentino, que sí fueron localizadas tras el robo por la Policía italiana. Pero no solo el edificio del Ayuntamiento cuenta con obras de Macho, también en el teatro Principal pueden contemplarse moldes de una de sus piezas o un réplica de 'Maternidad'.
Y qué decir de las calles palentinas, un recordatorio constante del trabajo realizado por Victorio Macho, con notables reproducciones de muchas de sus obras, como los fragmentos del monumento al almirante Grau que pueden visitarse en la avenida de los Derechos Humanos o en el parque de las Huertas del Obispo; sin olvidar las reproducciones realizadas en bronce por el escultor Luis Alonso de algunos de los proyectos que planteó en su momento Victorio Macho y de los que solo elaboró esbozos o bocetos. Así, pueden contemplarse la 'Aguadora' en la parte posterior del Ayuntamiento o 'Campesino ibérico', que con sus 4,5 metros sorprende a los visitantes en una glorieta de la avenida Simón Nieto.
Homenaje de Luis Alonso
Son algunos de los ejemplos, a los que se añade una obra muy especial que la ciudad de Palencia quiso dedicar a su más afamado escultor. Encargada a Luis Alonso, considerado como discípulo de Victorio Macho durante sus primeros años de formación, la pieza, que se ubica en la Calle Mayor, a la altura de la calle de Los Soldados, recrea la figura de Macho durante el proceso de confección de la cabeza del Cristo del Otero.
Pero si las calles de Palencia ofrecen un ejemplo claro de la relación de Victorio Macho con la ciudad, esta se sitúa en la propia Plaza Mayor, con el Monumento a Alonso Berruguete, un encargo del Ministerio de Educación y Ciencia en 1961 al propio escultor con motivo del cuarto centenario de la muerte del genial imaginero paredeño. Así, junto a una imagen en bronce de Berruguete, el monumento consta también de una piedra tallada en forma de llama, en la que se aprecian esbozos de algunas de las más destacadas obras de Berruguete, además de la cabeza mitrada del cardenal Tavera y también del propio Cristo del Otero, como licencia personal de Victorio Macho.

Y si calles y plazas se convierten ya en un claro museo dedicado al autor del Sagrado Corazón de Jesús que corona el Otero, la verdadera colección de obras realizadas por el escultor que se conserva en Palencia no puede verse en otro lugar que en el Centro de Interpretación de Victorio Macho ubicado en la propia ermita excavada bajo los pies del propio Cristo.
Todas las piezas del suplemento El Cristo del Otero
- De una inauguración clandestina a símbolo de la ciudad
- El Cristo, un corazón repleto de secretos
- Dos hermanos separadospor un océano
- «Es una obra grande y buena que aporta al arte»
- Macho, entre el amor y el desencanto
- El barrio que levantó sus propias casas
- Palencia, un doble museo para conoceral escultor
- Los dos Toribio, los priscilianistas y la pedrea
- «Las instituciones están obligadas a proteger, cuidar y engrandecer el cerro del Otero»
- El Plan Director, una programación que va más allá del Otero
- Primeras intervenciones con el foco en un mirador panorámico
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No alcanza el museo palentino el nivel que posee la Real Fundación de Toledo en la casa de Roca Tarpeya, donde el autor estableció su estudio tras regresar del exilio. En la ciudad manchega se conservan piezas cúlmenes de su producción, como 'Madre', 'Mi hermano Marcelo' o 'Eva de América', pero Palencia atesora también en el Centro de Interpretación ubicado en el otero una basta colección de piezas, bocetos y reproducciones en bronce creadas por el propio Macho de muchas de sus grandes obras exteriores. Además, también puede apreciarse la faceta como dibujante, con los esbozos de muchos de sus trabajos y los moldes originales del monumento a Berruguete.
Dispone de una sala audiovisual para conocer la historia del escultor y de la génesis del Cristo del Otero, además de un sistema de realidad virtual para visitar la ciudad de Palencia desde la parte alta de la escultura.
Y todo ello se desarrolla bajo la atenta mirada del Cristo, en una ermita, en la que reposan además los restos mortales de Victorio Macho, puesto que él mismo pidió ser enterrado bajo su 'coloso'.
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