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Lewis Hamilton habla por teléfono en el Red Bull Ring. Lisi Niesner (Reuters)
Hamilton busca mantener el control en casa de Niki Lauda
Gran Premio de Austria

Hamilton busca mantener el control en casa de Niki Lauda

El recuerdo al tricampeón desaparecido hace un mes copará un Gran Premio de Austria en el que Mercedes tratará de mantener por novena carrera consecutiva su espectacular temporada

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

MADRID

Jueves, 27 de junio 2019, 16:04

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Cuando Lewis Hamilton se bajó del coche hace unos días en el circuito de Le Castellet, en Francia, cualquiera diría que había estado algo más de hora y media conduciendo un Fórmula 1. Prácticamente sin transpirar, el pentacampeón del mundo logró una nueva victoria para su palmarés (van 79, tiene a 12 igualar el récord absoluto de Michael Schumacher) y confirmó que este año no hay nadie que pueda toser a Mercedes. Para desgracia de la Fórmula 1 y de su falta de espectáculo, algo que el mismo piloto admite, el equipo alemán ha hecho un trabajo perfecto para crear un monoplaza que está en los albores de romper todos los récords posibles.

Este fin de semana, además, Mercedes tendrá una motivación especial. La muerte de Niki Lauda sumió al equipo en una profunda depresión de la que salieron indemnes en lo deportivo pero no en lo moral. El Gran Premio de Austria servirá de una suerte de funeral para el tricampeón del mundo que ejerció de director no-ejecutivo de su equipo, un cargo demasiado rimbombante y que no hacía justicia para lo que realmente era su labor: asesor, consejero, confidente, amigo y maestro. Tanto de los directivos como de los pilotos.

El Red Bull Ring ha amanecido esta semana plagado de imágenes en recuerdo a 'la Rata'. Lauda aparece en todas partes, no sólo en diversas fotografías que salpican diferentes zonas del circuito, sino en recuerdos y memorias en torno a su figura que quieren sacar a relucir desde la organización de la Fórmula 1. Esta carrera no puede ser sino un lugar idóneo para otro doblete de su Mercedes, y desde el equipo no aspiran a otra cosa que no sea eso.

Tampoco se encontrarán con mucha rivalidad, ni siquiera los dueños del propio circuito. Con una Ferrari subida al alambre, recibiendo críticas por su pobre rendimiento (en comparación con las expectativas), un Sebastian Vettel que es una olla a presión y un Charles Leclerc que está intentando salir razonablemente indemne, la alternativa de Red Bull tampoco parece estar a la altura. El rendimiento mostrado por los coches de las bebidas energéticas en los últimos grandes premios ha hecho que miren más por sus retrovisores que por la parte de adelante, en la que ven cómo Mercedes es inalcanzable y Ferrari está en tierra de nadie. Históricamente este circuito se les ha dado razonablemente bien, pero ni Max Verstappen ni sobre todo un Pierre Gasly que ya ha recibido varios avisos de que puede perder su asiento están cómodos con la situación.

McLaren, a seguir escalando

Las buenas sensaciones con las que acabó la escudería McLaren en Francia han hecho que viajen con un sorprendente e inesperado optimismo a Austria. Carlos Sainz y Lando Norris acabaron sexto y noveno en una carrera en la que, quizá, podían haber sumado algo más de no existir esos problemas hidráulicos en el monoplaza del británico. No obstante, vista la situación de la parrilla, pueden sentirse satisfechos por el botín obtenido en Le Castellet.

Más que los resultados, la certeza de que están por la senda correcta es lo que les hace sonreír. Los padecimientos del año pasado parecen algo olvidado y han podido convertirse en la referencia de la zona media de la clasificación, esa en la que pueden pescar un hipotético podium a poco que los de arriba fallen. En ese sentido, el liderazgo de Carlos Sainz es fundamental, toda vez que Norris no le va a dejar respirar ni un segundo. Una competitividad sana, por mucho que se intente buscar un 'revival' de Alonso-Hamilton en 2007, que está tirando del equipo hacia arriba.

«Mi ambición es seguir peleando para acercarnos a la zona de arriba»

Carlos Sainz

El optimismo se refleja en las palabras de Carlos Sainz antes de llegar a Austria. «Llegamos en un gran momento tras nuestro buen rendimiento en Francia. Fuimos el cuarto coche más rápido durante todo el fin de semana y mi ambición es seguir peleando para acercarnos a la zona de arriba mientras dejamos al resto de equipos de la zona media detrás. No es fácil, pero estamos trabajando en la dirección correcta», aseguraba el madrileño.

Sainz tratará de evitar lo que le ocurrió en 2018, cuando Austria supuso el fin de una buena racha de carreras en los puntos. El año pasado, el madrileño obtuvo su peor resultado hasta ese momento en Renault con un duodécimo puesto que le supo a muy poco. Este año tratará de conseguir, al menos, igualar el sexto de Francia y Mónaco, lo que le serviría para mantenerse en una zona preponderante en su lucha por subir al 'top 6' de la clasificación general.

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