Golpe de autoridad del Palencia Cristo

Pablo Huerga había sido criticado tras la derrota hace una semana en tierras abulenses. Escoció mucho en el club ver como el equipo de Jonathan Prado (ex del Cristo) desmoronaba en 90 minutos el proyecto de Huerga, que ayer respondió a los comentarios con un soberbio encuentro en Astorga. Como buen leonés, el joven preparador estudió a conciencia a los maragatos y supo plantar cara a uno de los equipos que, por presupuesto, está llamado a copar las posiciones punteras de la clasificación, hecho que ahora mismo no sucede.

El Palencia Cristo asaltó La Eragudina en el día de ayer tras ganar a un rival directo en un campo muy complicado. Lo hizo con las señas de identidad que el leonés Pablo Huerga ha conseguido imprimir en un equipo con sello propio. Los morados, tras esta victoria, consiguen vigilar de cerca los puestos nobles de la clasificación.

El partido arrancó de la forma más espectacular y dinámica posible. Dos goles en las dos primeras llegadas al área rival. Primero se adelantaron los visitantes con Alvarito poniendo la rúbrica y tirando de pillería ante la duda de la defensa maragata. No tardó en contestar el once de verde. Era el goleador Roberto Puente, quien remachaba un balón después de un córner.

A partir de ahí, los dos equipos siguieron con un alto nivel de juego y ritmo, que se traducía en llegadas constantes. La tarde lluviosa había propiciado una Eragudina muy rápida, que hacía las delicias para el espectador. Primero era el propio Roberto Puente el que se encontraba con el balón por partida doble ante los reflejos de Adri Muñoz. Con el paso de los minutos, crecían los leoneses frente a los chicos de Pablo Huerga. El conjunto de Miñambres jugaba muy fluido y hacía valer su estilo directo y rápido por bandas.

Manejaban el balón los arrieros a pesar de que Ramón Marimón volvía a dar el susto a la grada local con un remate desviado desde fuera del área. Contestó el equipo maragato con una triangulación que no acertó a resolver Diego Peláez. Acto seguido, de nuevo, Alvarito volvió a mostrarse como un quebradero de cabeza marchándose de dos rivales y presentándose ante un Berlana que sacó el mano a mano.

Antes del paso por los vestuarios, se sucedían otra vez las ocasiones para unos y otros. Primero caía derribado Alvarito dentro del área en un más que posible penalti. Después, José Manuel descerrajaba un trallazo contra la madera al compás del pitido que mandaba a los futbolistas al túnel de vestuarios.

El segundo acto arrancó con una oportunidad manifiesta para el Atlético Astorga, tras un error en el pase de Ramón a Kaka. El rechace lo recogió José Manuel, quien se encontró, una vez más, con un excelente Muñoz. Fue un aviso claro para los de Pablo Huerga de que en Astorga si te equivocas, lo pagas. Después del susto, creció el Palencia Cristo Atlético, que se empezaba a hacer grande en Astorga.

Sobre un terreno donde se antojaba muy difícil controlar el balón, Víctor Abajo y Zubi se convirtieron en inexpugnables con su presión alta para ejecutar las maniobras de futbolistas de superior categoría como Gonzalo y Diego Peláez. En ese doble pivote se fraguó la victoria y la superioridad palentina. Primero generando orden en defensa y después desordenando en ataque con fluidez y dividiendo balones rápido a la banda. También merece mención especial el trabajo de Alvarito, encarando una y otra vez desde la línea de cal. Así las cosas, emergieron Zubi y Alvarito.

Ellos dos fueron los protagonistas del segundo gol que, a la postre, dio la victoria al equipo palentino. Un centro pasado de Alvarito desde la banda al que llegó Zubi con todo al segundo palo, remachando al fondo de las mallas de cabeza. El gol dejó muy tocado a un Atlético Astorga que empezó a observar como se le empezaban a esfumar las opciones de estar con los de arriba pese a ser, antes del inicio de la temporada, uno de los más favoritos, por no decir el que más, para el ascenso de categoría.

El conjunto nazareno supo manejar el balón, administrando los tiempos en lo que quedaba de partido. El Palencia Cristo se pertrechó atrás, reforzó el medio del campo tras la lesión de Zubi y no concedió ocasiones claras pese a alguna llegada aislada de los maragatos. El Atlético Astorga, a la desesperada, dio entrada a David Bandera, quien nada más empezar pudo marcar en una acción dentro del área que desbarató la defensa palentina.

En los compases finales llegó el quiero y no puedo local en forma de aproximaciones. La primera en un remate clarísimo de Emilio que mandó a las nubes. Después era Javi Amor, el del Bierzo, que remató por encima del travesaño. Y, por último, de nuevo Javi Amor arribó tarde a un cruce con Adri Muñoz. En definitiva, gracias al orden, el trabajo y el acierto en momentos puntuales, el Palencia Cristo consiguió llevarse tres puntos muy necesarios para enfilar lo que resta de temporada.