Las tapas toman conciencia de las intolerancias

Además de los cuatro premios principales, estas ocho categorías han dejado buen sabor de boca entre los incondicionales de este peculiar formato, el mini, que cada vez suma más seguidores. Sugerencias de tamaño bolsillo que han trabajado con esmero los cocineros de la capital y la provincia. Un trabajo pensado para arrancar la sonrisa de quién lo degusta y que cada vez está más concienciado con las intolerancias alimentarias. De hecho, casi la mitad de los pinchos participantes en la XXIII edición del Concurso Provincial de Pinchos de Valladolid son aptos para celíacos, entre ellos siete de los doce premiados en las diferentes categorías.

De esta forma, en Valladolid, «se puede disfrutar de una maravillosa experiencia gastronómica sin que esté reñido con seguir una dieta estricta sin gluten por motivos de salud», apuntaron desde o la Asociación Celíaca de Castilla y León (Acecale). Por cierto, la asociación premió a todos los participantes que podían optar al accésit al Mejor Pincho sin Gluten, del que fue ganador Suite 22 con 'Tiramisuite', con una formación gratuita especializada en materia de alérgenos para todo su personal. Un colectivo, el de los celíacos, que va en aumento y es que más de 5.000 personas en la provincia de Valladolid pueden padecer esta enfermedad. También son cada vez más las personas que sufren de algún otro tipo de alergia alimentaria, un desafío al que hace frente el sector de la restauración.

Por otro lado, en esta consolidada edición, la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Valladolid (Apehva), anunció que el próximo año, «trataremos de recuperar el Premio Pincho Infantil y el Tren de la Tapa». Dos propuestas que completarán la experiencia de degustar pinchos en una provincia como Valladolid, que desde hace ya varios años, acelera el paso en el mundo de la gastronomía para convertirse en ciudad culinaria de referencia. La cuenta atrás para la próxima cita destacada en la ciudad ya ha comenzado. Será el Concurso Nacional de Pinchos y Tapas que se celebrará en la Cúpula del Milenio los próximos 8, 9 y 10 de noviembre.

Buena Brasa (Carretera de Zaratán km 1)

Pañuelo de leche fresca, esponja de cacao, cremoso de avellana y algodón de azúcar.

Buena Brasa (Carretera de Zaratán km 1)

Canutillo de cereal relleno de 'rillette' (paté blando y hebroso) de pichón bravío de Tierra de Campos con esfera de su escabeche.

Suite 22 (C/ Fray Luis de León, 22)

Cremoso de café, «tiramisuite», trufa dulce de Hungría y chocolate dorado. Es un postre sin gluten apto para celíacos.

Trasto (Menéndez Pelayo-Esquina S. María)

Patata cocinada a la sal, rellena de una 'duxelle' (farsa) de la propia patata y cebolla, acompañada de una espuma de cebolla morada, yema de huevo curada y trufa.

Villa Paramesa (Plaza Martí y Monsó, 4)

Pollo asado, chicharro arriero y pesto marino, sobre un molde de la mano del cocinero realizado con resina por un artista artesano.

Gastrobar Sabores (Acera de Recoletos s/n)

Boca Bits de zanahoria con conejo escabechado, esféricos de conejo y jengibre, aire de zanahoria y brotes de zanahoria.

5 Gustos (C/ Torrecilla 8)

Guiso de ají de ave con hierbas frescas sobre patacón de plátano macho.

Bar La Esquina de Pani (C/ de Juan Bravo 16)

Corazón de alcachofa rellena de perdiz estofada y perlas de piña.