Salmorejo, un imprescindible del verano

Su refrescante sabor, sin olvidar que hidratan y aportan vitaminas, las convierten en un imprescindible del verano y aunque cada maestrillo tiene su librillo, hay unos básicos que se hacen presentes en las dos elaboraciones.

En este caso proponemos la receta del salmorejo pero antes de iniciarnos, vamos a establecer algunas diferencias con el gazpacho.

A diferencia del gazpacho, el salmorejo no admite otros ingredientes como el pepino y el pimiento y además, tiene una textura más espesa. El salmorejo tiene más cantidad de ajo que el gazpacho, también más pan y aceite mientras que el gazpacho, lleva más vinagre. En el caso del salmorejo, incluso, hay quien prescinde de el vinagre.

Su elaboración resulta sumamente sencilla y en función de las preferencias siempre se añade más o menos de un ingrediente para darle un toque personal.

Los ingredientes del salmorejo son: 1,5 kg tomates, tres partes de agua, un vaso de aceite, vinagre, sal, dos ajos y media barra de pan. El pan duro se remoja en el agua e, incluso, está la opción de mezclar con una pastilla de caldo de verduras para dar más sabor.

En definitiva se trata de mezclar todos los ingredientes, pero se puede ir paso a paso para obtener la mejor textura.

En primer lugar se trituran los tomates con la ayuda de la batidora o robot de cocina. No es necesario pelarlos, simplemente hay que lavarlos.

El pan, ya mojado, se cubre con los tomates triturados y se deja reposar durante unos cinco minutos. A continuación, se añade el ajo, el aceite virgen extra y el vinagre y se tritura de nuevo hasta obtener la mezcla deseada. Otra opción es pasar el resultado por el chino.

A la hora de comerlo, mejor bien frío, el salmorejo se puede acompañar con trocitos de jamón y huevo duro y resulta un plato de lo más completo.