Los sindicatos educativos de Palencia recelan de los resultados del informe PISA

El nuevo año comienza con buenos propósitos y objetivos para todos, desde lo particular hasta lo colectivo. En el sector de la enseñanza y en el caso de los profesores, para los que el año comienza hoy, un 9 de enero, con la vuelta a las clases tras las vacaciones de Navidad, 2017 arranca con un aire un tanto más positivo tras los recientes resultados difundidos por el informe PISA, en el que Castilla y León ha liderado esta prestigiosa evaluación externa otras veces, pero con menos peso. Por ejemplo, en 2003 solo participaron tres comunidades autónomas y la mejor fue Castilla y León. Pero es que en PISA 2015 se han presentado los resultados un año después de las pruebas, la región consolida una progresión irrefrenable, por encima de crisis económicas y recortes presupuestarios. Además, los profesores paladean aún los piropos lanzados por el consejero de Educación, Fernando Rey, quien ha insistido en que el sector docente emana una fuerte vocación.

En el último retrato del informe PISA, la prueba internacional más conocida y reconocida del mundo y de la que acaba de salir la nueva entrega, sobre una escala en la que la media es de 500 puntos, España ha descendido tres puntos en ciencias (donde suma 493 puntos), ha subido dos en matemáticas (486) y ha mejorado en lectura con ocho puntos más hasta 496. Se sitúa parejo a la media de los países desarrollados después de que los resultados generales hayan descendido.

La muestra ha incluido más de 37.000 alumnos de 980 centros españoles y participan por primera vez todas las comunidades autónomas con datos propios. Y en ellos se observa que existe una brecha abultada entre norte y sur, con más de un curso y medio de diferencia entre los alumnos de Castilla y León (519 puntos en ciencias) y los de Andalucía (473).

El examen de esta edición se ha centrado en ciencias, aunque también incluye matemáticas y lectura. Con sus 493 puntos, España está en línea con Estados Unidos, Francia, Rusia, Austria, Noruega, Suecia o la República Checa. Supera por primera vez la media de la OCDE en lectura, la iguala en ciencias y se queda a cuatro puntos en matemáticas. Uno de los motivos es que esa media de los países más prósperos ha descendido. En comparación con 2012, España avanza tanto en lectura (8 puntos) como en matemáticas (2), aunque baja en ciencias (3), mientras que la OCDE desciende 3, 4 y 8 puntos, respectivamente.

La fuerte vocación del profesorado ha sido, a juicio de la Junta de Castilla y León, uno de los puntos fuertes que explican cómo una región con unos indicadores socioeconómicos como Castilla y León es capaz de obtener unos resultados que se sitúan muy por encima de lo que sería esperable.

Pero si Castilla y León marca el rumbo a seguir en materia educativa en España no es solo por la nota. La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) elige al azar a los dos mil alumnos que se examinan en la región. Pueden ser de centros públicos o privados, urbanos o rurales, con más chicas que chicos o viceversa. Y de esa muestra se han desprendido unas positivas conclusiones.

Sin embargo, las réplicas de los sindicatos educativos a los resultados del informe PISA llegan desde todas las organizaciones. El sindicato de enseñanza ANPE, presidido en Palencia por Almudena Cortés, considera que la prueba está efectuada sobre una «exigua» muestra de la población escolar (1.858 alumnos en Castilla y León), «por lo que debe interpretarse como lo que es, un diagnóstico para establecer propuestas de mejora». Por su parte, CC OO considera el informe «incoherente porque los centros pueden realizar entrenamientos para obtener buenos resultados por encima del aprendizaje real del alumno, ya que el propio Ministerio difunde cuestionarios para estos entrenamientos, por lo que los datos no pueden ser fidedignos».

Javier Fernández Miguel, del sector de enseñanza de UGT, ensalza más si cabe la profesionalidad del profesorado, «a cuyo esfuerzo y compromiso se deben los buenos resultados de PISA, pese al recorte de plantillas docentes y el deterioro de sus condiciones laborales».

El sindicato STE, por su parte, considera que existe una «utilización política clara y una reducción tendenciosa de los resultados entre países, comunidades, centros, alumnos y profesores». La delegación palentina de esta organización sindical reprocha el «abuso por parte de las autoridades educativas de las pruebas de evaluación externa del alumnado, porque el objetivo final debe ser que se extraigan del informe indicadores que puedan servir de referente para las políticas educativas».

CSIF reclama a la Junta de Castilla y León que «la gran labor docente reflejada en los buenos resultados del informe PISA merece un mayor y verdadero apoyo de la administración» y dice el sindicato que la mejor manera de halagar a los docentes es «abandonar los recortes de los últimos cinco años y recuperar sus condiciones sociolaborales», agrega.

Finalmente, Aspes coincide con los otros sindicatos en la necesidad de aplicar medidas que «reparen y restituyan la dignidad económica y profesional del profesorado de enseñanzas medias», según resaltan.