«Es un aliciente tomar una copa cuando refresca»

-¿Por qué la azotea está de moda?

-Porque es un aliciente estar al aire libre, tomar una copa y ver la luz del sol, algo que le encanta a la gente, así como disfrutar de las tardes y las noches de verano, cuando refresca un poco, con música, diferentes opciones gastronómicas y tomarse algo tranquilamente. Al final, es mucho más agradable que estar en un sitio cerrado, donde la sensación de libertad es menor.

-¿En qué radica el éxito del tardeo?

-Es un ocio muy sano, ideal para un público tranquilo que no busca conflictos. El tardeo ofrece un ambiente más relajado, para todos los públicos. Ahora la gente prefiere salir antes, a eso de las siete de la tarde, para regresar a una hora más temprana y aprovechar el día siguiente.

-Pero a las siete de la tarde en Madrid puede haber un calor insufrible.

-Sí, pero contamos con ventiladores industriales, aspersores de agua y muchas zonas de sombra. Por la tarde empieza a correr el viento, el sol desaparece y la verdad es que se está de maravilla.

-¿Y la clientela de verano es diferente a la de invierno?

-Se rejuvenece un poco, sí. Aumenta la oferta para familias y también para un público más joven y de fiesta, que se recoge a eso de las dos de la madrugada.

-¿Qué prefiere la gente comer en verano?

-En nuestra carta tenemos una oferta variada, pensada para picotear de manera informal. No ofrecemos plato de cuchara, sino que apostamos por opciones fáciles de comer: burritos, sándwich de pastrami, entraña a la parrilla con patatas… También postres, tartas y pequeños dulces. Ahora en verano hemos añadido salmorejo, ensaladas frescas y otros productos ligeros para adaptarnos a la temporada.

-Y ahora que hay escasez de camareros, ¿tienen dificultades para encontrarlos?

-El de camarero es un trabajo exigente, que requiere disponibilidad para fines de semana y horarios nocturnos, y no mucha gente quiere asumirlo. Por suerte, contamos con un equipo que lleva con nosotros casi dos años, que está comprometido con el proyecto y lo siente como suyo. Aun así, es un sector con mucha rotación y cuesta encontrar personal.

-Se dice que la gente, aparte de fiesta, está ávida de experiencias. ¿Lo aprecian ustedes así?

-Sí. El cliente no viene solo a tomar una copa, viene a vivir una experiencia alrededor de la oferta que tengamos, y eso es lo que nos distingue. Intentamos ofrecer espacios 'instagrameables' para que la gente pueda hacerse la foto, algo que mueve mucho al público. Las redes sociales dan muchísima visibilidad, y el cliente debe tener una expectativa que le anime a visitarnos y hacerse una foto.

-Están ustedes creciendo. ¿Cómo encaran el verano?

-Tenemos diferentes negocios. Uno de ellos está en el Autocine, en el barrio madrileño de Fuencarral, donde hacemos una Summer Party los fines de semana de verano, de una a siete de la tarde. Es un concepto más activo, con brunch, actividades de agua, juegos de pistolas de agua, toboganes… Es un ambiente más abierto y lúdico para toda la familia. Además, estaremos en espacios como el Starlite de Marbella para la posfiesta de Will Smith, y en Malta haremos una colaboración con el local de ocio nocturno más grande de la isla.

-¿Qué tipo de música pide la clientela?

-Ponemos música comercial que permita abarcar a todos los públicos. También hacemos fiestas específicas, como los domingos, donde ofrecemos afro house y tech house, pero en general nos centramos en música comercial de toda la vida, reguetón antiguo, éxitos de los 2000, para que la gente pueda cantar, bailar y disfrutar.