El vallisoletano Alejandro Marchena, uno de los ganadores de la Olimpiada Matemática

Fue en el Aula Magna de la UJA donde se reveló el nombre de los seis vencedores de la categoría individual, que fueron, además de Alejandro Marchena, Javier Badesa, Darío Martínez, Nicolás Isarte, Samuel Orellana y José Núñez. «Ha sido una experiencia muy positiva», dice este joven talento vallisoletano, quien reconoce que, de entrada, los seis problemas matemáticos que le plantearon, le parecieron «bastantes complicados», pero que, tras una segunda lectura de los mismos, enseguida supo cómo los resolvería. «El más difícil de todos fue un problema en el que, con muy pocos datos, teníamos que hallar el área de un jardín con forma de media luna», explica Alejandro, para quien las matemáticas no tienen ningún secreto.

Alex, así le llaman todos, tiene claro que su futuro está en los números y le gustaría poder aplicarlos a su profesión soñada, la de iluminador de espectáculos, para seguir los pasos de su padre. «Las mates tienen infinidad de aplicaciones en la vida y son uno de los pilares de nuestra sociedad. En el trabajo de diseñador de iluminación, las encontramos, por ejemplo, en los circuitos de las mesas de luces y en el recuento de los tiempos», informa este alumno olímpico. Es tanta su pasión por esta profesión, que en su colegio siempre está disponible para echar una mano para llevar el cuadro de luces cada vez que se realiza un montaje teatral. Y es que, el teatro es una de sus grandes pasiones, además del baloncesto, la música, la lectura y la programación de videojuegos.

Otra de sus grandes habilidades es la de resolver complicados cubos de Rubik. Muchas de sus horas extraescolares, durante los dos últimos cursos escolares, las ha dedicado también a resolver problemas en Estalmat, el programa de Estímulo del Talento Matemático, en el que fue seleccionado.

Su padre, Oscar Marchena, vivió con «inmensa emoción y orgullo» esos días en Jaén, en los que Alejandro se jugaba el oro. «Ya solo el hecho de participar en la olimpiada es todo un privilegio», asegura.

«Hay que destacar la excelente organización, el trabajo y el trato de los profesores que, de forma desinteresada, participan en el proyecto. Estalmat ha sido un gran descubrimiento, que ha aportado grandes cosas que en el futuro tendrán un gran valor para Alejandro», añade el progenitor.

María Jesús García tampoco oculta su orgullo de madre. «Desde pequeño se le notaba la facilidad y el gusto por las matemáticas y gracias a Estalmat, esa afición se le ha desarrollado. Es un programa que supone un gran esfuerzo y dedicación, pero que merece mucho la pena», recalca ella.

También están muy contentos con la capacidad de trabajo y de superación de Álex en Estalmat Valladolid, donde 25 abnegados profesores, dedican muchas de sus horas libres a enseñar otra forma de ver las matemáticas a niños y niñas de 1º y 2º de la ESO. Los alumnos tienen que pasar una difícil prueba de acceso para entrar en este programa que tiene como objetivo captar talento matemático.

Lo lleva adelante la Asociación Castellanoleonesa de Educación Matemática Miguel de Guzmán, junto a la Real Academia de Ciencias. «El origen de Estalmat a nivel nacional se remonta a 1988. En Valladolid arrancó hace 26 años. De forma altruista, nos dedicamos a formar a niños, cuyas aptitudes matemáticas sobresalen por encima de la media, y que muchas veces en los centros educativos no pueden recibir la atención tan especial que ellos necesitan», dice esta docente.

Esta asociación contribuye con la popularización de las matemáticas, la promoción del pensamiento matemático y el desarrollo del gusto por la resolución de problemas. Así, todos los jueves, desde octubre a mayo, de 17:15 a 20:00 horas, 15 niños de Valladolid reciben formación matemática de primer nivel. «Tratamos de hacérselo divertido. Que aprendan mediante la realización de distintas actividades, juegos y resolución de problemas adaptados a su nivel. No se trata de clases particulares, sino de enseñarles otra forma de pensar, para que comprendan que las matemáticas son aplicables a cualquier situación de la vida. El objetivo nunca es obtener el resultado exacto de un problema, sino que aprendan a razonar correctamente», explica Teresa. «Estos jóvenes son el futuro de nuestro país, y por ello hay que mimarlos y potenciar todas sus capacidades. Para los profesores es un placer y una alegría verles disfrutar tanto resolviendo problemas. Nosotros aprendemos de ellos, tanto como ellos de nosotros. Son chicos con mentes brillantes, que cada día nos muestran otras alternativas a las soluciones de cada problema numérico. Al finalizar los dos cursos, los niños pueden continuar su preparación con el profesor Francisco Bellot, en la Universidad de Valladolid, hasta 2º de Bachillerato», añade esta profesora.

La Asociación Castellanoleonesa de Educación Matemática Miguel de Guzmán organiza distintos eventos a lo largo del calendario anual. Uno de los más conocidos es el de 'Matemáticas en la Calle', que sirve para acercar esta disciplina a públicos de todas las edades, a través de actividades que tan sólo requieren conocer conceptos matemáticos y aritméticos elementales.

«A todo el mundo las matemáticas le parecen una materia complicada, pero una vez que te das cuenta de que hay otras maneras de verlas, te empiezan a gustar y resultan mucho más fáciles. En estos dos años que he estado participando en el programa Estalmat, he hecho grandes amigos, con los que comparto las mismas inquietudes. Ha sido positivo en todos los sentidos», recalca Álex, una joven promesa de las matemáticas de Valladolid.