La seguridad y el retraso del trabajo presencial marcarán un septiembre atípico

En diez días, los alumnos de Infantil y Primaria regresarán a las aulas parapetados los segundos bajo una mascarilla –solo se exime a los primeros, el resto de cursos, desde los seis años, deberá llevarla con independencia de que se pueda garantizar el metro y medio de distancia–. Cinco días después, el 14, harán lo propio Secundaria y Bachillerato. Hay protocolos (señalización, ventilación de aulas, turnos de acceso y más limpieza) y refuerzo de docentes (el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, anunció que se contratarán 800 profesionales, 600 para la educación pública) para reducir la ratio de menores en cada clase, principal reclamo de las Ampas en esta vuelta al cole, pero según se aproxima la fecha, emergen las voces que ponen en cuestión las políticas de anticipación y temen que se registren casos que trastoquen la cotidianidad de los progenitores.

Quienes retrasarán su retorno presencial serán parte de los empleados públicos autonómicos. La Junta, en un ejercicio de «prevención», como asegura la directora de Función Pública, Paloma Rivero, apostará por el teletrabajo para extremar las precauciones, garantizar la atención al ciudadano y respaldar la conciliación laboral. Los funcionarios se enfrentarán a un otoño «atípico», con una carga de trabajo mayor, pues entre marzo y junio los plazos estuvieron suspendidos.

Mientras tanto, el sector privado, más allá del teletrabajo que no siempre es posible, busca prorrogar los ERTE en un contexto que, dicen, es cuanto menos dudoso. Asimismo, toman «todas las medidas que están a su alcance», pues numerosas pymes no pueden costear las PCR.

En Sanidad, la sombra de una segunda ola de covid es cada vez más alargada. La cifra de casos crece cada día, y los hospitales de la región registran una media diaria de veinte nuevos pacientes positivos desde mediados de agosto. Sin embargo, el sistema sanitario castellano y leonés está aún lejos del colapso. Las UCI se encuentran a un nivel de ocupación del 45% y en planta aún están libres el 33% de camas. No hay necesidad de extender más (aunque se habilitarán 200 en el edificio de la antigua residencia de La Rondilla) y hay respiradores y equipos de protección suficientes.

El principal problema radica en la falta de personal. La comunidad afrontará un nuevo curso con 43.351 profesionales –que arrastran el cansancio de meses a un ritmo de trabajo frenético– repartidos entre las nueve provincias y 622 rastreadores que se encargarán de seguir el rastro del virus. Ha solicitado, asimismo, 245 rastreadores militares al Gobierno central. Sacyl agotó las bolsas de empleo y la consejera, Verónica Casado, reconoció que la ausencia de sanitarios, que se encargan de atender el servicio covid, puede hacer «peligrar» que continúen abiertos algunos centros de salud.

Los juzgados, por su parte, mantendrán su plan de restricción del acceso, en principio, hasta el 21 de septiembre, lo que implica la extensión del teletrabajo, las limitaciones de acceso al público a los edificios de los juzgados, la obligación de la cita previa y la reducción de salas para la celebración de juicios.

En el sector del transporte, los taxistas destacan la «incertidumbre» por cómo responderán los ciudadanos y se mantienen a la espera de que el regreso a la actividad sea efectivo para poder nivelar una balanza que se ha desequilibrado después de un agosto «horrible, con todo parado y la gente aún con miedo de moverse», señalan fuentes del gremio.

En cuanto a los autobuses urbanos, Auvasa recuperará los horarios de invierno y reforzará el servicio hacia los polígonos de la capital vallisoletana.

Respecto a la hostelería, el presidente de la Confederación Regional de Turismo y Hostelería de Castilla y León, Ángel Blasco, considera que el año ya está «perdido». No obstante, reclama un cerramiento de terrazas como alternativa a quienes aún se resisten a entrar en espacios cerrados. El panorama tampoco es bueno para el comercio. Tanto Fecosva como Avadeco consideran que la única vía para que los negocios vendan «algo» pasa por que la cifra de contagios se estabilice.

Entre tanto, los promotores culturales hacen un llamamiento a la población para acudir a los espectáculos programados, que tan solo podrán recibir a la mitad de usuarios. Mientras los teatros apuestan por artistas locales para lograr colgar el cartel de 'completo', los cines acusan la falta de películas de estreno. Algunos pospondrán el encendido del proyector por este mismo motivo, como el Manhattan, que no reabrirá hasta finales de septiembre.

Mientras los centros deportivos aguardan pacientes una buena respuesta por parte de los clientes, el Ayuntamiento de la ciudad busca alternativas para que los vallisoletanos huyan del sedentarismo y solicita un protocolo al Ejecutivo regional para reactivar el deporte escolar.

Los mercados municipales, para salvar las distancias y cumplir con la norma de la Junta del aforo al 50%, han optado porque los comerciantes se turnen a la hora de habilitar sus puestos por días, en función del número de licencia. Así, los pares saldrán a la calle un día y los impares otro.

Los mayores, el colectivo más golpeado por la pandemia, ansía retomar su rutina de actividades. Con la precaución que les caracteriza, eso sí.

Regresan los menores a las aulas, y lo hacen con incertidumbre. Todo, pese a que el Gobierno acordó con las comunidades autónomas el protocolo de actuación, una hoja de ruta en la que se concreta que el uso de mascarilla será obligatorio a partir de los seis años, un menor ratio de alumnos por cada clase, así como qué se hará si un estudiante da positivo: el grupo entero hará cuarentena en Infantil y primero de Primaria, y en el resto de cursos solo los «contactos más estrechos». Pero a las familias de Castilla y León no les convence.

El presidente de la Confederación de Federaciones de Ampas de Castilla y León (Confapacal), David Moya, asegura que «no tenemos los protocolos claros» y, aunque reconoce que «riesgo siempre existe», aplaude la apuesta por una educación «100% presencial». «Sopesando pros y contras, en el momento en el que estamos, donde prácticamente todas las actividades económicas están funcionando y los padres trabajando, creemos que es esencial que los niños vayan a clase;necesitan socializar y tener la referencia de un profesor, y hemos visto que en la educación 'on-line' no estaba ocurriendo en todos los casos, muchos niños lo único que han hecho ha sido recibir fichas y las familias encima de ellos», argumenta Moya.

Otra de las decisiones que las Ampas de la comunidad avalan es reducir los ratios por cada clase (el número máximo de alumnos por clase será de 22 en Infantil y primero de Primaria y 25 en el resto; al llegar a esa cifra se tendrá que crear otro grupo), uno de los principales reclamos del colectivo y «entre lo que más nos preocupaba».

«La situación es muy complicada. Vemos que va subiendo el número de casos, y aunque ahora conseguimos detener a muchos en Atención Primaria, estamos agotados. Necesitamos descansar y no nos va a dar tiempo por lo que estamos viendo». La secretaria autonómica del sindicato de enfermería Satse, Mercedes Gago, reconoce que «una segunda ola está encima» e insta a la Consejería de Sanidad a «retener a todos los profesionales que están cubriendo vacaciones». «Al final de septiembre acaban contrato, y nos preocupa que no sean capaces de retenerlos con mejores condiciones, aunque aún tenemos la esperanza. Con más personal podríamos afrontar la situación de otra manera», afirma la representante, al tiempo que insiste en que las residencias «nos preocupan muchísimo porque hay poquitas enfermeras y muchas se están marchando por las condiciones de trabajo».

Fuentes de la Junta, por su parte, aseguran que la situación en los hospitales de la región está lejos del colapso y hay camas, respiradores y equipos de protección. Las UCI se encuentran a un nivel de ocupación del 45% (el Universitario de Palencia y el Universitario de Salamanca son los que peores datos recogen, con el 67% y el 60%, respectivamente, de sus camas ocupadas) y en planta aún están libres el 33%, siendo el de Salamanca (84% de ocupación) y el de El Bierzo (77%) los que peor perspectiva presentan.

No obstante, y pese a que no hay necesidad de extender más camas, se habilitarán 200 camas, repartidas en módulos de 50, en el edificio de la antigua residencia de La Rondilla, en la capital vallisoletana, que estará disponible previsiblemente a lo largo de este mes de septiembre.

La primera empresa de la comunidad en número de empleados (alrededor de 87.000), la Junta de Castilla y León, se prepara para un otoño laboral con el coronavirus marcando el paso. La directora de Función Pública, Paloma Rivero, explica que el sistema de trabajo en remoto, desde casa, que se aplicó durante el confinamiento, puede reactivarse en cualquier momento. Más de 8.700 empleados públicos autonómicos se conectaron en primavera desde sus hogares. Ahora hay provincias en las que ese número se ha reducido hasta un 5%, pero a partir de septiembre, la previsión es que aumente y se está reforzando ese sistema. «Por una cuestión de prudencia», indica.

La responsable del departamento que gestiona los recursos humanos de la Junta afirma que hay que garantizar la prestación del servicio público a los ciudadanos intentando evitar el mayor número de bajas posibles por contagios y garantizando la conciliación familiar. Septiembre llega con una diferencia radical en el trabajo administrativo frente al periodo de marzo a junio. Entonces, los plazos estaban suspendidos. El grueso de la administración entró en letargo, en hibernación. «Ahora los procedimientos no están en suspenso», incide, lo que conlleva un plus de exigencia en un periodo «atípico» como se prevé el otoño.

También ha habido cambios en la organización del personal que permiten, entre otras cuestiones, reforzar las labores de inspección con funcionarios que habitualmente se dedican a otras tareas. Rivero sostiene que han intentado que este verano «se fuera todo el mundo de vacaciones, pero en Sanidad o departamentos de gestión de ayudas, por ejemplo, ha sido imposible». Información de Susana Escribano

Las sedes judiciales de Valladolid seguirán sujetas al plan anticovid hasta el 21 de septiembre, según confirma el juez decano, Emilio Vega. Este plan supone, además de la extensión del teletrabajo, restricciones de acceso al público a los edificios de los juzgados, la obligación de la cita previa y la reducción de salas para la celebración de juicios, con el fin de garantizar el distanciamiento social y el espaciamiento de los juicios señalados para poder llevar a cabo la higienización obligatoria de los espacios entre vista y vista.

Ello ha conllevado el incremento de los juicios telemáticos, especialmente en asuntos de familia y civiles y la reorganización de las agendas de los jueces. La Audiencia suspendió las vistas a mediados de julio y tendrá que retomar la agenda confiando en que se produzcan más conformidades de condena que permitan reducir las vistas presenciales. Muchos de los juicios que estaban señalados antes de la pandemia y tuvieron que ser suspendidos han tenido que ser reseñalados y se celebrarán con varios meses de retraso. Sobre todo, las macrocausas con muchos acusados. La vuelta a la normalidad en las sedes judiciales está prevista el 22 de septiembre, tras cumplirse los tres meses desde que se levantó el estado de alarma.

Desde el 11 de agosto y hasta hoy, por primera vez en la historia judicial democrática, este periodo ha sido hábil por orden gubernativa, de forma que se ha seguido trabajando. Todo ello implica que los plazos de los procedimientos siguen su curso, si bien esta decisión ha afectado de manera especial a los abogados y procuradores, pues el mes de agosto era el único mes al año en el que estos operadores judiciales tomaban vacaciones. El delegado de CCOO en Valladolid, Raúl Franco, criticó la «improvisación» del Ministerio de Justicia. Información de M. J. Pascual

Con el aforo reducido del 70% al 50% desde el pasado lunes, teatros y cines siguen haciendo malabarismos para seguir abiertos, aunque algunos, como los cines Manhattan, no lo harán hasta finales de septiembre ante la falta de películas de estreno, reconoce su dueño, Francisco Heras. «Hay miedo entre el público y faltan títulos nuevos en la cartelera; en los cines Broadway, en cambio, seguimos con las proyecciones, aunque con una quinta parte de los espectadores que vienen habitualmente», añade. Por otra parte, el teatro hace hueco en sus programaciones a artistas locales. El gerente del Teatro Zorrilla, Enrique Cornejo, lanza un llamamiento para que la gente acuda a los espectáculos programados, mientras que el Calderón espera a Fernando Cayo, Concha Velasco o los Celtas Cortos, entre otros. El Carrión iniciará su programación el octubre. Información de Jesús Bombín

La vuelta al cole en el transporte se plasmará desde mañana con la recuperación «de la normalidad» en Auvasa, explica su gerente, Álvaro Fernández. A partir de mañana, la firma de autobuses urbana reactiva todas las líneas ordinarias de su calendario de invierno (de septiembre a junio, ambos incluidos), recuperando igualmente los servicios de las líneas a primera hora de la mañana, como son las vehículos a los polígonos industriales (5:15 y 6:15 horas) y las líneas matinales (6:50 horas).

Los días laborables volverán a funcionar las líneas 23 y 26, esta última con horarios adaptados conforme a la necesidades, con horarios de salida de la Plaza de España, a las 8:30 horas; y del colegio San Juan de Dios, a las 13:30 horas, durante la primera quincena de septiembre. A partir del 14 de septiembre, los servicios tendrán un horario de salida de la Plaza España, a las 8:30 horas y las 9:30 horas, mientras que las salidas del colegio de San Juan de Dios se realizarán a las 17:00 horas, de lunes a jueves, y a las 15:00 horas, los viernes.

Por su parte, el sector del taxi también espera su «reactivación cuanto antes», defiende el presidente Ángel Luis Lorenzo. «Ha sido un agosto horrible. Siempre es un mes malo, pero este lo ha sido especialmente. La gente siguen con miedo», agrega.

Los taxistas esperan que el regreso de vacaciones active sectores como la educación o la sanidad, y el transporte «trabaje en condiciones», subrayan los taxistas, quienes recuerdan «el esfuerzo» realizo a diario para sanear sus vehículos. Información de Juan J. López

«La cosa no pinta bien. Ya damos el año por perdido. Vemos que cada vez hay más rebrotes, que la cifra de contagios sube cada día... Y nosotros, como cualquier autónomo, estamos con mucha incertidumbre por lo que pueda pasar». Quien habla es el presidente de la Confederación Regional de Hostelería y Turismo de Castilla y León, Ángel Blasco, quien insiste en que entre 15.000 y 20.000 puestos de trabajo de la hostelería están en juego. Asimismo, considera que las estimaciones iniciales de que echaran el cierre «entre el 20 y el 25%» de los negocios por la pandemia, podrían elevarse hasta el 40% «si esto sigue así». Por otra parte, reclama «alternativas» para las terrazas. «No son soluciones de nada. Otoño lo tenemos a la puerta, y hay que buscar una fórmula, como cerrarlas, porque el cliente prefiere estar en un espacio al aire libre».

Los responsables de los comercios de Valladolid miran con lupa cada día los datos de incidencia del coronavirus. Es, según asevera el presidente de Fecosva, Jesús Herreras, el mejor indicativo para conocer cómo irán las ventas tras el verano ya que «solo un periodo largo de estabilidad» puede hacer que la situación mejore «algo». Considera Herreras que la «incertidumbre» que vive la sociedad ante el repunte de positivos repercute directamente en la actividad económica y por ende en los ingresos del sector, por lo que «solo con que los contagios se estabilicen y dejen de crecer exponencialmente» ya se vería una mejora en los negocios.

Coincide en este análisis Alejandro García Pellitero, su homólogo en Avadeco, que pone como ejemplo las dudas de los padres al adquirir los uniformes que sus hijos llevarán al colegio porque «no saben si irán a clase o si el curso arrancará pero tendrán que quedarse en casa a las pocas semanas por los contagios». Con todo, considera que la crisis económica aún no va a mostrar su cara más dura para el sector puesto que los ERTE del Gobierno obligaban a mantener la actividad y el empleo seis meses. «Eso concluirá en diciembre, cuando llega la campaña de Navidad y las rebajas de invierno; muchos aguantarán ese periodo y después de enero se verá quién puede seguir y qué negocios se lleva por delante la crisis», pronostica. Información de J. A. Pardal

«La vuelta del deporte es compleja porque se producen contactos, hay zonas compartidas, desplazamientos y público», asegura el concejal Alberto Bustos. El Consistorio trabaja para reiniciar sus propuestas «con limitaciones», como ha hecho con las piscinas y los campamentos de verano. Lo que más preocupa es el deporte escolar, para el que el pide un protocolo a la Junta para, «si es posible», generar alternativas para los alumnos.

Los centros deportivos afrontan con «incertidumbre» el nuevo curso ya que desconocen cómo responderán sus usuarios pese a que están «yendo más lejos de la normativa» a la hora de tomar medidas frente a la covid-19. Así lo afirma Ignacio Arranz, presidente de los empresarios del sector en la comunidad. «Los primeros meses estrella del año se perdieron; estamos a la expectativa de saber cómo va a ser hasta diciembre: la segunda época más importante para nosotros». Información de J. A. Pardal

Los mercados municipales de Valladolid acogerán la mitad de puestos de los habituales para cumplir con la normativa de la Junta del aforo al 50%. Así, según explican fuentes municipales, «por el momento» no está sobre la mesa suspenderlos, sino que se ha optado porque los comerciantes se turnen en función del número de licencia. Es decir, los pares montarán su puesto un día y los de licencia impar, otro. El colectivo de mayores, por su parte, tiene «ganas» de retomar sus actividades. Lo confirma el presidente de la Federación Territorial de Asociaciones de Mayores de la región, Francisco Gómez, quien asegura que «tenemos miedo, como todos, pero no podemos quedarnos en casa». «Hacemos las cosas bien y con seguridad y queremos volver ya a lo nuestro».