Un rescate al límite y un asilo anegado por la tromba en Medina del Campo
«Fue un susto tremendo, pero nos pudimos apañar y todos estamos bien», destaca sor María Bravo, la directora de la residencia San José
La tromba de agua que descargó cincuenta litros por metro cuadrado y que anegó distintas calles de Medina del Campo dejó, por fortuna, solo un ... par de rescates sin que hubiera que lamentar heridos ni allí ni en otros puntos de la provincia (Rueda, Peñafiel, Bocos o Villanubla) afectados por la tormenta del viernes por la tarde.
En el caso de Medina, la localidad más afectada, donde se registraron hasta 52 incidencias por la tormenta, el conductor de una furgoneta se quedó atrapado en el agua, que cubría hasta media altura de su vehículo, cuando circulaba por la avenida de Valladolid, Allí, bajo el puente, y ante numerosos testigos, un grupo de vecinos se metieron en el agua para empujar el coche y facilitar la salida de su ocupantes evitando así males mayores. Otro conductor, a su vez, pudo abandonar su coche a tiempo y dejarlo, eso sí, cubierto por el agua en la carretera de Olmedo, también en Medina del Campo.
Pero la escena más problemática se vivió en el asilo San José, la residencia de mayores que gestionan las Hermanitas de los ancianos desamparados, en el centro del municipio. Allí el agua se coló hasta anegar el sótano. «Nos quedamos sin luz y uno de los ascensores se anegó», recuerda su directora, sor María Bravo, antes de explicar que lo peor «casi fue el apagón», ya que ellas mismas tuvieron que ayudar a subir a algunos residentes a la primera y segunda planta del ala del ascensor averiado -el centro tiene otros dos elevadores en otras alas-».
Y en plena inundación se produjo la indisposición de uno de los residentes. «Se puso malo un abuelo y, por suerte, pudo venir la médico y luego la ambulancia para trasladarle sin mayores consecuencias», suspira la directora antes de reconocer que se llevaron «un susto tremendo» y de aclarar que «solo fue eso, un susto, pero nos apañamos bien para achicar el agua con la ayuda de los Bomberos y todos estamos bien».
El ascensor afectado por la inundación está siendo ya reparado por los técnicos. «Con los otros dos nos apañamos bien y esperemos poder recuperar la normalidad y reparar los daños de la inundación cuanto antes», concluye la directora del asilo antes de incidir en que «la residencia puede funcionar con absoluta normalidad».
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