Valladolid
Les piden once años por revender un BMW robado en 2016 en Laguna de DueroLa Fiscalía ha solicitado la libre absolución para los cuatro encausados de una vista que se repetía con la única acusación ejercida por el comprador del coche
El juicio de nunca acabar del BMW amarillo robado en Laguna de Duero en 2016 ha quedado, de nuevo, visto para sentencia este jueves tras ... celebrarse una segunda vista en la Audiencia Provincial de Valladolid, que llega dos años después de que el mismo tribunal dictara la absolución para, en aquel momento, seis acusados de sustraer un vehículo y lucrarse con su venta. La sentencia absolutoria fue recurrida por una de las acusaciones particulares - en un primer momento se personaron el propietario del vehículo robado y el último comprador - al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que se pronunciaba en febrero de 2024 obligando a la repetición del juicio al estimar que el fallo de la sala no estaba suficientemente motivado.
Tras una primera suspensión en enero de este mismo año ante la incomparecencia de uno de los acusados, la vista se ha celebrado este jueves, volviendo al punto de partida, pero con un banquillo de acusados y acusadores más mermado. Solo cuatro de los presuntos implicados en la venta del vehículo sustraído se enfrentan de nuevo al proceso, bajo la acusación única del letrado que representa al último comprador. Para cada uno de ellos pide penas de 11 años de prisión por tres delitos. Dos por la receptación del coche -ayudar a ocultar y comercializar un vehículo robado-, seis por blanqueo y otros tres por falsedad en documento público. Así como una indemnización subsidiaria en concepto de responsabilidad civil de 20.000 euros para su cliente, que ha manifestado haberse quedado "sin coche y sin dinero", después de pagar hace siete años 15.000 euros por un coche que días más tarde le fue requisado por la Guardia Civil.
Entre ellos no se encuentra Rubén S. R., a quien el Ministerio Fiscal consideró en 2023 como presunto autor del robo y artífice de un entramado de blanqueo con compras y ventas consecutivas del vehículo, que ha quedado fuera de la causa tras el pronunciamiento del TSJCyL. Al desconocerse el autor material del robo, la fiscal ha solicitado el sobreseimiento y la libre absolución del resto de acusados que el letrado mantiene en el proceso, al entender «que las pruebas practicadas no han desacreditado la presunción de inocencia de ninguno».
En el mismo sentido se han pronunciado las defensas, que han interesado la libre absolución para sus representados, alegando que ninguno de ellos tenía conocimiento de la procedencia ilícita del vehículo y que la sucesión de transmisiones entre particulares hasta su venta final en 2018 no respondía a ningún fin delictivo ni se trataba de una «cortina de humo». Así ha calificado los hechos uno de los guardias civiles que formó parte de la instrucción, que, a preguntas del acusador, ha concluido que lo que hicieron con las sucesivas transmisiones fue un «cortafuegos», metiendo «hombres de paja».
Los hechos se remontan al 10 de febrero de 2016, cuando el propietario de un BMW M3, en venta a razón de 20.000 euros, estaba enseñando el maletero a un posible comprador, cuando este aprovechó que se había bajado del coche para montarse en él y llevárselo. A los pocos días, el vehículo paso a estar a nombre de uno de los acusados, Christian C. M., que ha manifestado que nunca fue el verdadero dueño del vehículo y no tener conocimiento de ninguna de las operaciones, a excepción de que el coche estaba a su nombre fruto de un favor que le había solicitado Rubén S. R, para sortear unos embargos de Hacienda. Paralelamente y coincidente en el tiempo, a nombre de Christian C. M. apareció otro vehículo siniestrado, de similares características, que según apunta la acusación, sirvió para intercambiar las matrículas y el número de bastidor.
La titularidad del coche fue cambiando de manos entre los acusados y una empresa de compraventa a nombre de Ángel H. P, también encausado, hasta que en 2018 se efectuó la venta al demandante. Unos movimientos que los investigados han achacado a compras genuinas con la mediación de la empresa para conseguir exenciones fiscales en el impuesto de transmisión, y a una supuesta devolución por parte de José Ángel M. L, que en un momento dado y al poco de comprarlo, solicitó la cancelación al comprobar que era un coche de "importación" y que "tenía algún golpe".
Para la acusación particular, que ha calificado sus declaraciones de contradictorias, la sucesión de transmisiones responden a "operaciones ficticias sin una finalidad cierta", como parte de la actividad de entramado delictivo que habría causado un grave perjuicio económico a su representado. También al propietario del coche, que si bien pudo recuperarlo tras ser localizado por la Guardia Civil en la última compraventa, ha estimado haber perdido cerca de «40.000 euros», entre los gastos judiciales y la devaluación del coche.
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