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Uno de los efectos derivados de la suspensión de la actividad educativa presencial en la Universidad de Valladolid (UVA) por el coronavirus afecta a las prácticas curriculares y extracurriculares que desarrollan los alumnos en empresas y entidades, y que en el primer caso pueden ser necesarias para completar la titulación. Inicialmente la UVA anunció que también quedaban suspendidas de manera general, pero finalmente sí podrán realizarse, aunque siempre a distancia.
«Yo no hablaría de prácticas virtuales, sino de prácticas no presenciales. Es decir, que se pueden llevar a cabo por procedimientos de enseñanza y tutorización a distancia o de modo 'on-line'. Actualmente se pueden desarrollar las prácticas curriculares y extracurriculares que no requieran presencialidad», confirma Antonio Largo Cabrerizo, rector de la UVA.
Coronavirus en Castilla y León
En las primeras medidas adoptadas por la Universidad de Valladolid, antes de decretarse el estado de alarma, ya se indicaba que si el tutor académico podía garantizar un programa formativo por medios virtuales, se intentaría realizarlo de esa manera. Las cuatro universidades públicas de Castilla y León, coordinadas con la Consejería de Educación, habían acordado suspender inicialmente todas las prácticas curriculares y extracurriculares. «Esto fue previo a la declaración del estado de alarma. Una vez clarificado en este decreto lo que se puede realizar en las universidades, hemos acordado, con el visto bueno de la Consejería, permitir las que se pueden llevar a cabo de forma no presencial», añade Largo Cabrerizo.
La UVA ha habilitado un procedimiento en el que los alumnos acuerdan con los tutores académicos y los tutores de las empresas la realización de esas prácticas no presenciales. Para ello, ambos tutores deben asegurar que se pueden llevar a cabo en su integridad. «Que los estudiantes puedan hacer prácticas no presenciales depende de si en la empresa es posible el teletrabajo o no. También, por supuesto, que la práctica concreta de cada estudiante se adapte a este tipo de trabajo. Es difícil dar normas generales ya que cada empresa es diferente y, por tanto, también cada práctica», subraya el rector de la UVA.
Una de las dudas que despierta en la comunidad académica la crisis del COVID-19 es si habrá que habilitar los meses de verano para que puedan terminarse las prácticas y toda la docencia general, y permitir que los alumnos finalicen el curso. «Estamos en un escenario de excepcionalidad por la crisis sanitaria. Es prematuro aventurar qué medidas habrá que arbitrar. La ampliación del calendario académico o posponer a otro periodo la realización de las prácticas son posibles soluciones», apunta Antonio Largo, quien recuerda que habrá que esperar al fin del estado de alarma para buscar soluciones. «Haremos todo lo posible para que nuestros estudiantes puedan completar su formación académica de este curso»,
Las prácticas sanitarias, que se permitían inicialmente a los estudiantes de cuarto de Enfermería y de sexto de Medicina, han quedado suspendidas. «Ahora mismo la situación de emergencia impide realizar esas prácticas. Se está trabajando coordinadamente con la facultades de Medicina y Enfermería para buscar alternativas, bien realizándolas más adelante o con fórmulas de formación complementaria. La prioridad es, como para el resto de estudiantes, que no se vean penalizados por la situación de excepcionalidad que vivimos. Y esto se aplica no solo a las prácticas, sino también al resto de enseñanzas que reciben nuestros alumnos», concluye Antonio Largo Cabrerizo.
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